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Arma un spa en tu casa

Un baño de tina, una mascarilla facial y una exfoliación profunda pueden ayudarte a conseguir una piel más suave y luminosa. Sólo debes seguir algunos consejos.

01 de Marzo de 2010 | 10:40 |
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Cuando se dice que debes cuidar tu piel no todo se reduce a usar crema. Hay otros cuidados igual de sencillos que pueden ayudarte a tener una piel de terciopelo, y para eso te proponemos armarte un spa en el baño de tu casa. La base para la relajación es un baño de tina. No debe durar más de 20 minutos, después de eso el agua caliente puede deshidratar la piel.

Una vez en la tina, puedes agregar sales y unas gotas de aceite esencial de lavanda o rosa, ambos de efecto desestresante. En cuanto a la temperatura del agua, el ideal es 36 grados. A diferencia de la fría, que revitaliza, la templada estimula la eliminación de toxinas y relaja. Además, dilata los vasos sanguíneos y oxigena mejor las células.

En cuanto a productos, una buena alternativa es usar los enriquecidos con aceites esenciales. Esto, porque los aromas tienen la característica de abrirse paso directamente hasta las emociones y desde ahí ayudarnos en la relajación de cuerpo y mente.

Los puedes utilizar en forma pura, agregando unas gotas al agua antes de meterte en la tina, o usando cremas hidratantes que la contengan, un gel de ducha, un agua refrescante o un aceite para masajes.

Los aceites esenciales no sólo relajan, también le hacen bien a la piel. La rosa ayuda a los cutis secos o sensibles. Para los grasos, la lavanda regula el exceso de grasa.

Cuando escojas sales, geles o algún aceite esencial ten en cuenta el efecto que quieres conseguir. La lavanda y la manzanilla son relajantes por excelencia, ayudan a disipar el estrés, la rabia y el miedo. Inducen a la calma y alejan preocupaciones. El jazmín calma los nervios y levanta el ánimo; el sándalo reduce la tensión y la ansiedad. Y si lo que necesitas es cargarte de energía, es mejor acudir a productos enriquecidos con cítricos como la naranja, mandarina y limón.

Cara

El primer paso es la limpieza, por eso antes de meterte a la tina debes partir por lavar la cara con un gel, seguido por un tónico que ayude a sacar el exceso de suciedad y cierre los poros. Una vez en la tina puedes seguir con el segundo paso, la aplicación de una mascarilla facial. Puedes escoger entre una relajante que refuerce la hidratación o una purificadora que ayude a eliminar impurezas. En ambos casos debes seguir las instrucciones del envase, por lo general hay que dejarla actuar entre 5 y 10 minutos y enjuagar con agua tibia. Después siempre es recomendable sellar la piel con hidratante.

Y si has estado estudiando mucho y acostándote tarde, otro gesto útil para desestresar la piel y ayudarte con el descanso es descongestionar el contorno de los ojos. Para eso puedes usar compresas de manzanilla sobre los ojos. Y sobre ellos puedes usar un antifaz relleno con gel de los que se congelan en el refrigerador, y actúan como mascarilla fría. Con eso se refresca la mirada, se disminuye la hinchazón y se consigue una sensación de alivio en la zona.

Cuerpo

El gesto básico es la exfoliación para retirar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel y hacen que se vea opaca. Necesitas un exfoliante corporal, el que debe aplicarse con movimientos circulares repasando en las zonas que se vean más oscuras, como rodillas y codos. El ideal es aplicar el producto al final del baño, así luego puedes ducharte sin problemas para retirarlo.

Tu piel quedará más suave, y lo que apliques después se absorberá más fácil. Una vez fuera del agua, no debes olvidar hidratar todo el cuerpo para combatir la deshidratación producida por el contacto con agua caliente. El ideal es hacerlo inmediatamente después, ya que ahí la piel está más permeable y favorece una mejor absorción de la crema. Se recomienda un producto no demasiado untuoso.

Como toque final, tras el baño, la mascarilla y la exfoliación, puedes usar un eau de toilette o colonia enriquecida con las propiedades de la aromaterapia. Verás como no sólo perfuman delicadamente tu piel, sino que además ayudan a despertar tus sentidos.