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"Para mí el tema del físico no es un problema”

“No me he puesto una fecha límite. No me lo permito”. Así de decidida es una de las deportistas locales más exitosas del último tiempo y que parece proyectar toda esa fuerza interior en su cuerpo, el cual alaba, pese a estar en contra del modelo actual de mujer flaca y delicada.

29 de Abril de 2010 | 11:16 |
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Natalia Duco, la gran lanzadora de bala chilena, no tiene límites ni se permite tenerlos, porque su fuerza no tiene fin. Eso quedó demostrado cuando superó el límite del terreno en un campeonato escolar y mandó la bala a un bosque aledaño a la cancha en Valdivia. O cuando consiguió el oro en el campeonato mundial de atletismo juvenil en Polonia en 2008. Lanzó 17,23 metros la bala de 4 kilos que ha acompañado sus sueños y su vida completa.

Ella no se contenta con ser destacada en su deporte. Natalia entrena para ser la mejor del mundo y en eso ha trabajado junto a su entrenadora, Dulce Margarita García, con quien ha ganado varias preseas. Además de la medalla ganada en el Mundial de Polonia, Natalia ostenta records nacionales, sudamericanos y panamericanos. Desde 2005 que no lanza la bala a una distancia menor a los 15 metros y todo dice que muy pronto logrará superar la barrera de los 20.

Esta mujer es fuerte por dentro y por fuera. Mientras estuvo en el Colegio Alemán de San Felipe alzó su voz como presidente del centro de alumnos, y a sus 20 años lo sigue haciendo, sin miedo a mostrar lo que piensa frente al estado de la administración del deporte en nuestro país, como lo vivido con ADO (Asociación de Deportistas Olímpicos) por el cese de la ayuda de este organismo a su carrera.

Su historia es una de esfuerzo y pasión para su deporte. Dejó su natal San Felipe hace cinco años para radicarse en Santiago, donde comenzaría un entrenamiento estricto con Dulce Margarita, en condiciones modestas. “Yo he dejado todo, mi vida personal, mis estudios. Pero nací para esto, entonces, no puedo no hacerlo”, revela convencida.

Pero también dentro de esta potente aura se esconde una Natalia, cálida, amena, apasionada por la vida, que pone la música a todo volumen cuando maneja su auto y que le encanta compartir con sus amigos. Ella se siente orgullosa por lo que ha hecho y por lo que es y así lo proyecta. Natalia se gusta a sí misma y particularmente destaca su buen estado y desarrollo físico alcanzado.

-¿Qué hace que una mujer elija un deporte que tiene fama de masculino? ¿Qué te inclinó a practicar el lanzamiento de bala?
“Lo que pasa es que desde chica tuve mucha fuerza. Era como miles de niñitas que estaban ‘fuertecitas’ y había probado con varios deportes hasta que me di cuenta que tenía potencial para la bala”.

-¿Cómo manejas el tema de la femineidad? ¿Crees que hay mucho prejuicio?
“Sí, creo que lo hay. A veces me dicen que soy fuerte y todo, pero todas las cosas me las tomo con full sentido del humor. Yo les digo que estoy más fuerte que ellos y que les voy a ganar y me pongo a reír. Con eso las personas me dan por incorregible y también se ríen. De verdad, para mí el tema del físico no es un problema, al contrario, me gusta mucho mi cuerpo”.

-¿Qué opinas del modelo actual de belleza que favorece a las más delgadas?
“Eso no me afecta mucho. Reconozco que existen esos modelos, pero no es algo que me afecte”.

-Entonces, el peso no es tema para ti...
“La verdad, tengo un grave problema porque ninguna mujer entiende lo que siento. Todas quieren bajar de peso, pero yo tengo que preocuparme de subir de peso... Por eso me dicen ‘tú estás loca, ¿qué te pasa?!’ cuando me quejo porque bajé de peso. Mi entrenadora me pesa todas las semanas y cuando bajo dos kilos me lamento mucho, y cuando me dicen que estoy flaca es lo peor que me pueden decir. Entonces todo el mundo se ríe, pero yo me entiendo”.

-Debes tener una dieta especial, ¿no es cierto? ¿En qué consiste?
“Tomo suplementos que me los da mi nutricionista, Carlos Jorquera, y tengo los horarios muy estrictos. Tengo todo muy medido y con muchas proteínas y frutas. Uno tiene que ser bien ordenada para esto. Además, trato de comer cosas naturales, no tanto por el peso, sino que por una decisión mía. Yo como lo que me haga sentir bien, no cosas tan elaboradas, ni preparadas”.

-Pese a tu ritmo de entrenamiento, ¿cómo disfrutas así de bien la vida?
“Creo que lo más importante es disfrutar lo que uno hace. Si no, no vale la pena. Yo trato de pasarla bien en los entrenamientos y me describen como una persona que entrena mucho y muy fuerte. Se nota por encima de la ropa que para entrenar soy a morir, pero para mí no es un sufrimiento entrenar fuerte, al contrario”.

-También se nota que particularmente te gusta la música...
“Sí! Me encanta la música romántica y el reggaeton. También la salsa que me gusta mucho bailarla. Todo lo que sea bailar me encanta y no puedo estar sin escuchar música. Me levanto y la prendo a full de fuerte en el auto y en el entrenamiento. Es una gran compañía en todo momento”.

-¿Tienes pareja de baile?
“Sí, obvio (ríe). En Cuba, el que me enseñó y otros amigos que bailan conmigo”.

-Eres deportista de alto rendimiento. ¿El camino ha sido difícil? -
“Ha sido más que difícil porque he tenido momentos de apoyo y momentos de abandono total. La gente que siempre ha estado conmigo es Gerdau Aza, que es una empresa de acero, y en el fondo no ganan ni pierden conmigo, sino que es por un tema de imagen solamente. Pero la ayuda del Estado o de sus instituciones no ha sido buena. Hay un tema de valores y moral porque no se le da la importancia al deporte y, aparte de eso, hay muchas cosas turbias, mucho pituto y mucho de ‘si le caíste bien o no’. Pero como yo soy tan profesional con lo que hago y mi entrenadora también, no entro en eso. Por eso he tenido todos los problemas que he tenido. A mí, ADO Chile no me da nada, al igual que el gobierno”.

-¿Cuáles son los costos que has debido asumir con esta carrera? Estás entrenando en Cuba
“El entrenamiento de alto rendimiento de cualquier deporte te exige toda tu vida. O sea, tus 24 horas se las regalaste al lanzamiento a la bala y toda tu vida, por lo menos 15 años. Es una decisión que es súper fuerte de tomar. No cualquiera puede ser deportista de alto rendimiento, y los que tomamos esta opción somos diferentes, pensamos diferente y actuamos diferente. Por eso, “los civiles”, o la gente de la calle que no hace deporte como decimos, no nos entienden. No voy a negar que es difícil y que me gustaría estar con mi familia y tener más tiempo para salir con mis amigos, pero es una cosa que uno decide. No hay límites de edad para pasarla bien, mientras que el deporte sí los tiene. Es ahora o nunca, y con esa variante la decisión ya está tomada.”

Natalia se declara “gitana” con tantos viajes que hace. Acaba de estar tres meses en Cuba y ahora estará tres semanas en Chile. Su próximo destino será Europa, por dos meses, “entre Madrid y el país donde sea la competencia”, y después, estará de nuevo un mes en Chile para luego asistir a los Odesur en Colombia.

“Así estoy siempre. En cada país estoy máximo tres meses seguidos, y esto es hace cinco años. Imagínate que cuando estoy en Chile, me voy a la playa, a Maitencillo, después a Osorno, Iquique y, finalmente, a Santiago. Si al final somos yo y las maletas listas para un nuevo destino. Me he acostumbrado porque no tengo opción. Además, tengo como una familia en cada país que voy”.

-¿Por cuánto tiempo te proyectas en esto?
“Hasta que mi cuerpo y mi mente quiera. Nunca me he puesto una fecha límite. No me lo permito. Hasta que tenga la motivación para entrenar y mi cuerpo me lo aguante, yo voy a ser lanzadora de bala”.

-¿Lograste solucionar el conflicto con ADO?
“Nunca se dijo como va todo eso. Si yo hablara, podría salir de portada hasta en LUN pero todavía no es el momento de hablar. Ya va a llegar ese momento. Yo siempre digo es muy fácil ir con la corriente, pero no soy así, no puedo. Tengo mis ideales, al igual que mi entrenadora, y para mí eso es más importante que me aprueben un proyecto. Y solamente por eso he tenido problemas. Yo hago esto de corazón, yo lo disfruto, es mi vida, es mi pasión y no voy a entrar ni aceptar todas las cosas turbias que sé que están pasando.

-¿Cómo has financiado tu carrera, entonces?
“Gracias a la beca de Gerdau Aza, el Club Manquehue, mi familia, yo y mi entrenadora, somos los que somos. Yo, “Natalia Ducó, medallista olímpica”, sé que puedo ser la mejor, si no, no estaría entrenando. Estoy luchando hasta la muerte, hasta que no me corra sangre por las venas, pero a pesar de eso no me están ayudando. Y después, cuando llega el momento de las competencias, todo Chile te está viendo por las pantallas y se preguntan por qué no lancé más, pero todo el esfuerzo fue a base de sangre y del grupito que me está apoyando”.

-¿Qué te parece que le hayan dado US$1 millón a De Gavardo?
“Yo me enteré de eso en Cuba y, estando allá, es súper fácil desconectarse porque me concentro totalmente en mi entrenamiento. Pero me metí a Internet un día a revisar eso y me alegró mucho que lo apoyaran. A lo mejor, a mí no me tocó pero me puede tocar. Fue una gran iniciativa, pero debería ser para todos por igual, ojala”.

-¿Que harías para superar la crisis de la administración del deporte?
“Más que problemas de dinero, el tema está en la mente de las personas. Acá hay un problema mental crítico (enfatiza). De hecho, la base de la psicología de los chilenos está mal. Hay que cambiar la mentalidad de fondo, la educación deportiva, la cultura deportiva. Si no se hace un trabajo de raíz, nunca va a haber un cambio”.

-¿Ayudaría, por ejemplo, la creación de un ministerio del deporte, para partir?
“Sí ayudaría mucho, pero son mil cosas las que suceden aquí en Chile. Cuba tiene muchas cosas malas pero lo bueno es que el pueblo sabe de deporte, conoce las disciplinas, conoce los nombres de todos sus deportistas, es full patriota. Yo también lo soy aunque Chile no me dé un peso. (Muestra su celular con carcaza de bandera de Chile). Si uno no ama lo que quiere y no ama su tierra, imagínate”.

En tanto, Natalia comenzó en octubre pasado un proyecto que estaba en su mente desde hace un tiempo: la “Escuela de Campeones, Natalia Duco, Dulce Margarita”. La iniciativa dirigida a niños y jóvenes entre 7 y 17 años, ya tiene a más de 35 alumnos entrenando y cuenta con tres preparadores físicos con el fin de formar a futuras promesas del atletismo local en distintas disciplinas.

“Mi escuela es lo mejor que me ha pasado últimamente. Estoy demasiado feliz con eso. Fue idea mía y de mi entrenadora. Somos socias 50 y 50 y nos ha ido súper bien con eso. Como soy de San Felipe la quise hacer allá, porque estoy construyendo un camino real y posible para hacer atletismo de alto rendimiento. A corta edad aprendí que si acá, en Chile, no hay nada, yo lo voy a hacer. Yo decía que iba a ser campeona mundial y nadie me creía y ahora voy a hacer un camino, para el que quiera ser deportista pueda hacerlo. Así como me han llamado loca, he logrado ganar campeonatos mundiales, levantar la escuela, lograr la medalla olímpica que quiero y todo lo que me proponga”, remata.
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