Lamentablemente, aquí no funciona la idea de que los polos opuestos se atraen. La sangre humana cuenta con antígenos o proteínas ABO y del factor RH. Esto quiere decir que una persona puede ser de tipo A, B o del grupo O, y además tener un RH que puede ser negativo o positivo.
Todos estos antígenos tienen mecanismos inmunológicos de defensa o anticuerpos, siendo el del RH negativo el más complejo, "por lo que es clínicamente más importante”, sostiene Daniel Pedraza, ginecólogo de la Unidad Materno-Fetal de la Clínica Alemana, quien agrega: “Cuando el feto tiene RH positivo y la madre negativo, el cuerpo del niño genera una señal al sistema inmunológico que es desconocida por el de la madre porque no acepta la señal del RH que presentan los glóbulos rojos de su hijo, generando una respuesta de agresión a ese ‘cuerpo extraño’”, complementa Pedraza.
En Chile, el porcentaje de mujeres con RH negativo es muy reducido, pero existen: “En nuestro país sólo un 5% de la población pertenece a este grupo, por lo que cuando una de las mujeres con este antígeno se casa, probablemente, lo hará con un hombre que tiene RH positivo”, explica Mauro Parra, médico Jefe de la Unidad Materno-Fetal del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Esta incompatibilidad sanguínea o “isoinmunización RH”, fue causa de muchas muertes de niños en el pasado, cuando, como si fueran un virus, fueron atacados por los sistemas inmunológicos de sus madres, produciendo la destrucción de sus glóbulos rojos y dando paso a distintos cuadros clínicos.
Se pueden generar enfermedades desde anemia, ictericia (piel amarilla por alto índice de bilirrubina o glóbulos rojos degradados), hidrops fetal (acumulación de líquido fuera del compartimento vascular manifestada por edemas en la piel, líquido en el tórax y el abdomen), enfermedad hemolítica perinatal (destrucción de glóbulos rojos), o kernicterus (daño a nivel neurológico por altos niveles de bilirrubina que llega al cerebro), entre otras dolencias “que reflejan los mecanismos por el cual se evidencia esta respuesta inmunológica generada desde el cuerpo de la madre”, indica Pedraza.
Las complicaciones se pueden presentar durante la gestación del niño y también en el momento del parto. La “sensibilización” de la madre o la generación de respuesta inmunológica contra el factor RH positivo varía de caso en caso y es progresiva.
“Propio de la respuesta o memoria inmunológica es que, a medida que avanza la gestación, el cuadro se hace más severo y también a medida que ocurre un segundo o tercer embarazo, el cuadro va a ser más precoz y más severo”, añade el ginecólogo de la Clínica Alemana.
Se debe tomar en cuenta que durante el embarazo, en general, no se evidencian manifestaciones de incompatibilidad antes de las primeras 16 semanas. Y si los hay, se ven cambios en la madurez fetal y cambios placentarios que no reflejan compromiso hemolítico del feto.
¿Qué hacer?
Actualmente existen varias formas de revertir esta situación, como exámenes de rutina, para determinar el grupo sanguíneo. “Son muchas personas las que no lo saben. Eso es un problema, porque se podrían evitar muchas sorpresas indeseadas cuando nos damos cuenta que la madre es RH negativo”, indica el doctor Parra. También se realiza la prueba de coombs indirecto, para determinar la existencia de anticuerpos contra glóbulos rojos y con eso tener conocimiento de la intensidad de la respuesta inmunológica de la madre.
En el pasado se obtenía una muestra del líquido amniótico (amniocentesis) para evaluar el nivel de destrucción de glóbulos rojos por medio de la detección de pigmento de bilirrubina (hemoglobina o sangre degradada por esta destrucción). Era una forma de constatar parcialmente el daño causado por la los anticuerpos de la madre.
Sin embargo, actualmente se utiliza una forma mucho menos invasiva y riesgosa que mide el nivel de anemia del feto por la destrucción de sus glóbulos rojos, y que se repite periódicamente. “Por años se evaluó en cuanto a los anticuerpos maternos analizando el líquido amniótico, pero hace poco más de 10 años se desarrollo la técnica Doppler que es un ultrasonido o ecografía que permite la detección de los casos severos examinando la arteria cerebral media del feto y mediante el flujo de la velocidad de la sangre se relaciona con un grado de severidad de la anemia”, revela Pedraza.
En los casos extremos se realiza una transfusión de sangre. Cuando el nivel de anemia es muy alto, se lleva a cabo un método llamado cordocentesis, en donde “se hace una transfusión de sangre, metiendo una aguja dentro del cordón umbilical. Es un procedimiento complejo que se realiza solo en 2 ó 3 lugares aquí en Chile”, señala Parra.
Pero mediante la administración de la vacuna RhoGam (gammaglobulina anti-D o RH), se han podido evitar complicaciones más serias, como la necesidad de sangre en el organismo del feto o niño, debido a que previene la fabricación de anticuerpos. La inyección se recomienda hacia la semana 28 de gestación y, nuevamente, 72 horas después del parto, que es cuando existe una alta probabilidad de que las sangres de la madre y el hijo entren en contacto.
Con todas estas medidas preventivas, la incompatibilidad sanguínea madre-hijo se ha convertido en “un muy buen ejemplo de situación clínica de riesgo en que uno puede prevenir la ocurrencia de ésta”, concluye el doctor Pedraza.
Gracias a estos métodos, la historia de la perinatología (cuidado especial del feto en el útero) cambió y los riesgos de sensibilización de la madre o daño hemolítico en el feto son muy reducidos. Lo importante es contar con un grupo entrenado en manejar estas situaciones, realidad que en Chile está bastante controlada, salvo casos excepcionales en que no hay un adecuado manejo.
“Por definición es una enfermedad en que una estrategia de salud pública puede impactar en resultados perinatales fuertemente, porque si sabemos que las madres tienen el riesgo de desarrollar problemas, si no es en el primero, en el segundo o tercer embarazo con riesgo de muerte del recién nacido, lo que se puede hacer es prevenir la respuesta inmunológica de la madre, administrando estos preparados de anticuerpos para que la madre no reaccione”, dice Pedraza.