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Wedding planners criollos desclasifican secretos

Organizar un matrimonio no es algo menor y para eso están los organizadores de bodas o wedding planners, oficio y arte que se generó en Estados Unidos y que de a poco ha ido ganando fuerza en nuestro país. Ellos buscan la perfección pero no siempre es alcanzable. Aquí unos wedding planners criollos cuentan ceremonias memorables por su extravagancia y por lo accidentadas que fueron.

16 de Marzo de 2010 | 17:03 |
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El primero más publicitado fue Tomás Cox, quien a fines de los 80, organizó la primera boda de Cecilia Bolocco. Luego, el cine ayudó a popularizarlos, pero es un hecho que hoy, los “wedding planners” llegaron para quedarse.

¿Qué estilo de vestido será el mejor?, ¿cuáles argollas serán las más indicadas?, ¿con quién consigo el auto perfecto?, ¿por dónde parto con el banquete?, son algunas de las preocupaciones que estos organizadores de bodas se ocupan de solucionar.

Y ellos tienen mucho que contar. Mal que mal, organizar una ceremonia de matrimonio no es algo simple y exento de eventualidades.

Ellos están ahí para tratar de hacer realidad lo que los novios han soñado para el momento más importante en sus vidas de pareja. “Preparamos algo en base a las ideas que los novios tienen en mente, y así ellos no tengan ninguna preocupación”, precisa Alberto Gutiérrez de “Wedding planner Chile”.

En general se ve que los novios chilenos mezclan elementos de lo tradicional junto con lo vanguardista o exótico, pese que muchas parejas “temen a probar algo distinto, porque piensan que no es eclesiástico o no tiene tanta validez como una ceremonia tradicional”, agrega Gutiérrez.

Sin embargo, hay otros que se han atrevido a elementos nuevos. Bastante atípicos por decirlo de alguna manera. “Recuerdo una pareja que me pidió que ella llegara en un camión a la ceremonia. Sus papás eran transportistas y habían trabajado muchos años en la feria y como ellos eran la primera generación de profesionales, querían simbolizar el compromiso con sus raíces”, cuenta Soledad Provens, destacada organizadora de bodas.

Esa solicitud y la de muchos otros novios no dejan de sorprender. Una de las muchas parejas que Soledad ha atendido quiso un helicóptero y otra una moto para llegar al lugar de la boda. Y ella no pone límites. “Lo importante es que no deben jugar a ser otra persona. Tienen que conservar su esencia y representar lo que ellos son en la boda”, dice.

Patricia Solis, otra connotada wedding planner de “Bianco novios”, también puede contar muchas extravagancias, entre ellas que le pidieron una escultura de frutas y verduras como “toque especial” para su boda. Ese es uno de los tantos ejemplos, que también incluyen otros más místicos. “Una vez nos pidieron una cascada de agua justo en medio de la fiesta. Se supone que era algo espiritual y relacionado con el feng shui. Fue súper insólito pero logramos hacerlo”, explica.

Ellos están “para los detalles y para una asesoría absoluta”, recalca Provens. Están ahí para el antes, durante y después de la boda de lujo que no está libre de infaltables anécdotas e indeseables eventualidades.

Patricia ha tenido que verse en la necesidad de “hacer milagros” para salvar muchas fiestas que no están funcionando como deberían. “Una vez había un matrimonio tan fome porque nadie bailaba, era terrible, entonces llamamos a un bailarín de la nada para que hiciera un baile entretenido y le fue maravilloso. Llego como a las 2 de la mañana y le pusimos el cotillón a él y a las bailarinas y lo sacamos a la fiesta. Fue la hora que bailó la gente”, dice.

Esta organizadora de bodas también se ha visto enfrentada a situaciones inesperadas. Desde que a la novia no le gusta el ramo y quiere cambiarlo antes de entrar a la ceremonia a que una persona manche con vino a los flamantes novios o que ellos tomen más de la cuenta de tanta emoción. Las emergencias no dejan de aparecer y cuando pasan situaciones como que “el novio se esté quedando dormido porque estaba muy cansado lo llevamos a la “pieza especial” dispuesta para pasar los bochornos que se solucionan con un buen café o una bebida energética”, revela Patricia.

“Wedding planner Chile” también tiene claro que en la mayoría de los matrimonios sucede algún imprevisto, “pero lo importante es que los novios no se den cuenta”.

“Nos ha pasado de todo. Desde que los Djs empiezan a tomar y no paran la música, hasta que los fotógrafos, si no los vigilas, se sientan con los invitados a comer”, apunta Andrea Gutiérrez, hermana de Alberto. Al final pudieron salir de los dos problemas victoriosamente. Al Dj, que era el hermano de la novia, lograron sacarlo de los equipos y pusieron música envasada. Un café negro más tarde solucionaría la falta de lucidez. Y el fotógrafo se alejo de las mesas solo, apenas se dio cuenta de que tenía los ojos encima de todo el staff de wedding planners.

En tanto, Alberto Gutiérrez y su empresa tuvieron que lidiar con un corte de luz en un centro de eventos en La Florida cuando la fiesta estaba en medio de la noche. “El lugar era bastante alejado, entonces tenían generadores de luz y el principal falló. Después probaron con otro de emergencia pero también falló. El apagón fue eterno”, recuerda Gutiérrez.

No obstante, nada se compara a lo que Soledad ha tenido que enfrentar. Hace poco una de las invitadas, la tía de la novia, tuvo un infarto. “La señora está bien ahora porque siempre nos hemos preocupado de tener en nuestro staff alguien del área de salud. Fue algo muy fuerte, pero como equipo pudimos actuar rápido”, expresa.

Tanto ella como mucho otros wedding planners se preocupan dedicadamente de todo, al punto de generar un vínculo especial con los novios. Incluso cuando suceden hechos inesperados que cambian todo el panorama, como el que enfrentó Soledad el pasado 27 de febrero, día del terremoto.

“Ese sábado teníamos un matrimonio muy especial. Era una novia que había esperado el momento con muchas ansias y tuvo que cancelar todo porque habíamos dejado las cosas listas el viernes, en una casona de Huechuraba. Pero todo se quebró y aparte de eso, ella se quedó encerrada con sus hijas después del terremoto. Nos afectó mucho este caso, así que le dimos las facilidades para que tuviera su matrimonio en el futuro. Ella dijo en noviembre “cuando saliera el sol”. En esos casos la plata es lo que menos importa”, dice muy conmovida.


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