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El yin y yang en nuestra comida

30 de Marzo de 2010 | 11:31 |
La forma cómo la energía se moviliza a través de nuestro cuerpo, puede ser determinante en el estado físico y contextura de éste y también decidor a la hora de comer.

Según el libro “La cocina de la abuela” de Montse Bradford, editorial Océano-Ámbar los personas yin tienen su energía en expansión, mientras que las yang tienen su energía en contracción.

Con esta definición sobre la mesa da pautas para definir qué tipo de constitución tenemos y a partir de ella, cuál es el tipo de comida que debiéramos comer y cuál, no.

Las personas de constitución más yin tienden a ser altos y delgados. Su cabeza es más pequeña en proporción al cuerpo (la ideal es 1/7) y sus huesos son alargados y ligeros.

También tienen un contorno de la cara alargado y sus manos largas, suelen estar húmedas y frías. Midiendo el dedo del corazón (el del medio), la tendencia yin se indica si éste es más largo que la distancia que hay entre la muñeca y el nacimiento de los dedos. También los tobillos se tienden a hinchar y tienen orejas pequeñas, así como una lengua pálida.

Por todo lo anterior, todo lo que come l proceso de forma más eficaz y suelen tener un cuerpo más delgado, pero su flora intestinal puede estar en malas condiciones por falta de energía yang.

Las personas de constitución yang son más pequeñas y robustas. Su esqueleto es fuerte y pesado, con tobillos y muñecas robustas. Su cara tiende a ser más cuadrada igual que la mandíbula.

Tiene manos secas y sus dedos son cortos y densos. Si se juntan bien no queda ni un espacio entre ellos donde pueda pasar luz. Los pies suelen mostrar durezas y sus orejas tienen lóbulos pronunciados. La lengua es amarilla o roja de aspecto seco.

Según estas definiciones las personas yin tienden a ser más creativos, más emocionales, introvertidas y volátil. Se relacionan mejor con actividades intelectuales.

Las personas yang, en cambio, tienen un temperamento más bien práctico y social, competitivo y necesitan de actividades que requieren movimiento.

Condiciones extremas

Montse Bradford sostiene que las personas pueden cambiar su condición presente a través de la energía de manera de mejorar su estado de vida y para ello, sólo requiere modificar sus hábitos.

A partir de ello hace una serie de recomendaciones de que debe reducir o suprimir de su dieta y qué cosas debe aumentar en ella.

La persona que se encuentra en una condición extrema yang se levanta y acuesta temprano, tiene carácter hiperactivo y con tendencia al estreñimiento y obesidad. Le gusta comer demasiado, sobre todo dulces. En el plano emocional puede estar irritable en las mañanas y es de ideas fijas.

Reducir o suprimir de la dieta: los productos salados y la sal cruda en las comidas; productos de origen animal como carnes, aves y huevos; horneados especialmente con harina blanca; productos lácteos como quesos; pescado en conserva, productos ahumados y aderezos.

Aumentar: verduras de todo tipo, ligeramente cocidas o crudas; proteínas vegetales que vienen de las legumbres; frutas de estación.

La persona que se encuentra en una condición extrema yin necesita muchas horas de descanso, y tiene tendencia a estar cansado. Sus piernas y músculos pueden estar débiles y se resfría con facilidad. En el plano emocional tiene tendencia a de la depresión y llanto y tiene problemas de concentración.

Reducir y suprimir: grasas saturadas; comidas y bebidas heladas; verduras congeladas; exceso de picante y vinagre; colorantes y azúcares refinados; endulzantes concentrados como la miel y el sirup; sacarina y fructosa; todo tipo de dulces, frutas y zumos tropicales, estimulantes como el café, té y bebidas gaseosas y todo tipo de alcohol.

Aumentar: consumo de cereales integrales; pescado y marisco; proteínas vegetales; toda la variedad de verduras, especialmente de raíz; los condimentos en las comidas como sal y soya; la fruta, si se consume debe ser cocinada con una pizca de sal y hacer cocciones más largas de los platos, en general.

El libro, que contiene una serie de recetas, aborda en sus diferentes capítulos temas tan importantes como las necesidades proteicas según la edad, las características del cuerpo emocional que puede determinar qué comemos y un esquema de menú semanal, entre otros.
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