A un mes del terremoto un 37% de los niños todavía se despierta en la noche, más de un 27% de ellos no quiere estar lejos de sus padres y un 17% requiere estar acompañado de un adulto cerca para poder quedarse dormido.
Además, un 63% de los niños siente que está temblando todo el tiempo.
Sin embargo, según los especialistas, estos síntomas de estrés agudo que se repiten en los niños que viven en las zonas afectadas por el terremoto son normales y podrían mantenerse por otros dos meses más sin que por ello se tenga que hablar de que los niños y adolescentes sufren alguna patología.
“Es normal que después de un evento traumático como el vivido, niños y adultos tengan estas reacciones”, asegura la psicóloga Soledad Larraín al comentar los datos que obtuvo la Unicef en Chile al realizar una encuesta entre niños y adolescentes de Santiago, Talca y Concepción.
La investigación hecha la última semana de marzo, a un mes del sismo, recogió que un 31% de los niños no quiere quedarse solo en su casa, que un 28% anda cansado y un 21% tiene pesadillas.
Soledad Larraín, de Unicef, indica que estos síntomas no puede ser catalogados de estrés post traumático, porque de esta patología no se puede hablar antes de tres meses de ocurrido el evento.
“Son reacciones normales frente a hechos que generaron angustia y pánico. Podemos hablar de estrés post traumático cuando esta sintomatología se quede pasado un tiempo”, dice.
Según explica los niños y los adultos están experimentando hoy un estrés agudo que se verifica en problemas para dormir y estar solos, pero que eso es normal ante un hecho de esta naturaleza.
Si los síntomas se mantienen y son agudos más adelante, entonces si será necesario recurrir a un especialista, señala.
“Es importante no patologizar algo que es una reacción normal”, afirma y agrega que si bien hay niños bajo tratamiento médico, lo que requieren hoy es un manejo adecuado de padres y profesores. Esto pasa por escucharlos, dejar expresar sus medios y acompañarlos si lo demandan.
El estudio de la Unicef recogió que un 69% de los niños recuerda con mucho detalles el momento del terremoto y que un 88% declara haber tenido miedo en ese instante. Sólo un 15% tiene miedo de que se produzca un nuevo cataclismo.
