Primero quiero dar las gracias a cada uno de ustedes por leer mi primer posteo en este blog, y sobre todo, a quienes me respondieron. No pensé haber tenido ese feedback; parece que el resultado fue un poco inesperado.
A partir de este sentimiento creo que es mi obligación invitar a cada uno de ustedes a atreverse para cocinar. La cocina es un patio de muchos sentimientos, muchas tensiones y es algo que realmente nos apasiona.
Yo me considero muy afortunado ya que dentro la cocina encontré no sólo mi trabajo, encontré a la mujer de mi vida.
No creo que todos tengamos tanta suerte pero sí tenemos todos una oportunidad de poder crear situaciones para lucirnos. Nada mejor que cocinar un rico plato dedicado a ‘él’ o ‘ella’ que más amamos. Por eso quiero aprovechar esta oportunidad para que todos ustedes se atrevan a cocinar. No es nada complicado: se debe seguir un sentimiento, un pensamiento, y a partir de eso, cualquier resultado será bueno.
Intenten alguna vez preparar ese plato que más le gusta a su pareja, hijo o madre. Recrear un ambiente lleno de recuerdos, de buenos momentos o simplemente amor.
Les cuento una pequeña historia que me pasó. No hace mucho preparé lo que hoy es un clásico en el restaurante Ópera: “Vlaamse Rijstpap”, o mejor dicho, arroz con leche. Un postre muy bien preparado en mi ciudad natal, Gent (Bélgica). Es una de esas delicias que nunca deja nadie sin conmoverse. Bueno, salí hace más de 8 años de mi país y cuando lo preparé por primera vez en conjunto con mis pasteleros, todos me miraron extrañados: eran tantos los recuerdos que la emoción se tradujo en lágrimas.
No tengo un mejor ejemplo para que ustedes hagan lo mismo. Sólo hay que investigar un poco, lo que más se echa de menos de sus seres queridos, y ¡manos a la obra!
Si tienen problema con alguna receta, les puedo dar algunos consejos…
Mathieu Michel
Si quieres interactuar con él, ingresa a nuestro BLOG de PuntoMujer.
