En los cachos de los animales. Ahí se encuentra la keratina, una proteína natural del organismo que hoy causa furor dentro de los tratamientos para el pelo.
La keratina o queratina se encuentra en nuestro pelo y uñas, (la blanda está en la piel) es rica en azufre que da elasticidad al cabello y también resistencia. Por eso, la cosmetología ha intentado generar productos de belleza que la contengan para que cumpla su rol. Es así como las hay en shampoo y otros productos, incluso en los endurecedores de uña.
Pero el tema es que para que la keratina cumpla su misión debe fijarse al pelo y para ello requiere de calor, ya que sólo las altas temperaturas rompen la estructura de la hebra y consigue que ésta se impregne dándole brillo, sedosidad y protección a la hebra..
¿Cuál se usa en el cabello? Hace algunos años, en Brasil, se comenzó a aplicar la keratina con un agregado llamado formol, que consiguió alisar esos cabellos propios de la raza negra. Luego, Argentina la popularizó, llegando a Chile hace más de dos años.
¿Qué es el formol?
Las primeras formulaciones de keratina para cabello contenían altos concentrados de formol, un químico que sirve para endurecer los cuerpos (se usa mucho para embalsamar cadáveres) y resultó muy tóxico. Su aplicación puede generar irritaciones y complicaciones pulmonares. Según explica la dermatóloga Cecilia Orlandi, de la
Clínica Orlandi, la principal reacción del cuerpo es la dermatitis cutánea por contacto.
Las regulaciones internacionales establecen que el uso del formol en cualquier producto no debe superar la norma de 0,2 %. En el caso de los tratamientos para cabello, el formol logra cambiar su PH logrando que se ponga tieso.
¿Existen keratinas sin formol?
La peluquera
Oly Vera, señala que existe keratina para cabello sin formol, pero coincide con Cecilia Orlandi en que no consiguen su objetivo en su totalidad. Algunas tienen agregados de chocolate que sólo buscan esconder el olor fuerte de la keratina.
Cecilia Orlandi explica que la keratina puede ser usada sin restricción de tiempo, pero sí tiene otras contraindicaciones.
¿Quiénes pueden usarla?
No se debe aplicar este producto, dice Oly Vera, a mujeres embarazadas, con soriasis o dermatitis, tampoco niños o alguna persona que presente una herida en el cuero cabelludo. En cambio, no hay restricciones en cuanto al tipo de pelo, es decir, puede ser aplicado en cabellos teñidos, desteñidos o con visos, siendo ideales para pelos de mucho volumen, indisciplinados y con frizz.
Su forma de aplicación es bastante sencilla: luego de lavar el cabello con un shampoo de limpieza profunda, se aplica mecha por mecha y se deja a exposición por unos 20 minutos. Luego, se peina. 48 horas más tarde el cabello se debe lavar porque el formol no debe permanecer por más tiempo en contacto con la piel. “Hay que tener cuidado de no dejar caer el producto sobre la piel, el cuello o los ojos y debe hacerse en un lugar ventilado”, explica la estilista.
¿Lisos o rizados?
Aunque la primera opción es aplicar la keratina para alisar el cabello, también se pueden obtener buenos resultados en los rizados; todo depende de la técnica que se use. Si se quiere alisar, tras secar el cabello se debe planchar; para el rizado, se ondula o seca sólo con mano. En ambos casos, es eficiente en el término del frizz.
¿Quema el pelo?
Oly Vera dice que en los tres años que lleva usando el producto nunca ha tenido problemas, pero aclara que eso dependerá del producto que se aplique. Cecilia Orlandi, en cambio, dice que es preferible usar keratina son formol aunque dure menos su efecto.
Algunas personas señalan que se les ha caído el pelo tras usarlo, pero Oly Vera aclara que eso tiene que ver con la calidad del producto usado, especialmente si han aplicado el de origen brasileño que tiene demasiado formol.
¿Cuál es su valor?
Todo dependerá de la calidad del producto aplicado, pero los buenos, según el largo del pelo parte en los $ 30 mil y pueden llegar a los 60 u 80 mil pesos. Oly Vera reconoce que otros con precios menos criteriosos que pueden llegar a cobrar $ 200.000.
“Mi recomendación como profesional es que el tratamiento se realice cada tres meses”, concluye Oly.
