La posible extensión del post natal a 6 meses trajo a la memoria de muchos las disputas de las alcaldesas de Concepción y Huechuraba por querer retornar al trabajo antes de lo que estipulaba la ley.
Este tema, que está siendo estudiado en una comisión presidencial, no deja indiferente a las ejecutivas que han logrado desarrollar su carrera y que ven un alejamiento tan extenso de su puesto como un posible tope en su carrera.
La socia de Humanitas Executive Search, Alejandra Aranda, aborda el tema a partir de lo que ven en el mercado de las altas profesionales, las cuales cada vez son más requeridas, pero encuentran trabas permanentes derivadas del costo que implica en la mujer la maternidad.
Y esto resulta interesante en momentos en que, como asegura esta head hunter, el mercado de los altos ejecutivos está “muy movido”.
-¿Por qué tan movido?
“Está movido porque con el cambio de gobierno se produjo una transferencia importante de profesionales del área privada al sector público, en todos los niveles y en todo tipo de organizaciones. Ahora esto significa una oportunidad para el crecimiento de otros ejecutivos y ejecutivas; hay una alta demanda por la toma de gente muy buena.
“Además, los grupos económicos grandes, aún en estos momentos difíciles, están movidos también no sólo por la reconstrucción, sino porque vienen crecimiento económico. Están en proyectos de desarrollo, ya pasaron los momentos difíciles de racionalizaciones”.
-¿Y que está pasando con las mujeres en términos concretos?
“Sigue habiendo escasez, pero ellas están súper validadas para los cargos de alto nivel, inclusive los directorios. Siguen siendo escasas, eso está claro, en el alto nivel, por eso cuando se está en proceso de búsqueda hay que vestir un santo para desvestir otro; son siempre las mismas. Si uno mira los ministerios, las fundaciones y otras posiciones, donde las mujeres han sido muy importantes y han llegado a desarrollar en pleno el cargo, han sido un aporte”.
-¿Además de escasas, la mujer tiene una tendencia a no moverse?
“Sí, eso es efectivo. En general, las mujeres tienden a ser un poco más permanentes en las organizaciones y en los cargos y eso tiene muchas explicaciones. Uno, es que cuando toma una decisión, se queda en ella y profundiza en la materia, a lo que suma el tema de los equilibrios que busca entre todos los multi roles que tenemos. Hay otras que son escaladoras, pero son menos”.
-¿Y es bueno ser tan estable en este mercado?
“Depende lo que consideremos estabilidad. Lo estable siempre ha sido positivo, pero se transforma en algo negativo cuando la persona deja de crecer dentro del mismo cargo. Uno puede ser estable en la organización, pero moverse mucho por distintas áreas, lo que significa un desarrollo. Si eso entendemos por estable, es apetecible; si es el mismo cargo haciendo lo mismo toda la vida, es estancamiento porque se le quita valor a la persona, a la pega y no es conveniente, en general. Pero no es bueno estar cambiándose a cada rato, hay que darle cierta profundidad a todo”.
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-Los estudios no son traba hoy, pero si lo son la experiencia y la maternidad. ¿Se mantienen como condicionantes para la mujer?
“La maternidad es un tema, porque las mujeres tienen como prioridad, en general, a la familia; es un tema que puede interferir con una carrera porque hay que optar. Hay ciertos grados de sustitución con el padre que son posibles, pero otros no, como el amamantamiento. Este es un tema en ciertos cargos, en algunas etapas de la vida donde las mujeres renuncian a un desarrollo, especialmente cuando son cargos de mucho viaje”.
-Las estadísticas dicen que ahora las mujeres se casan más tarde y son madres más tarde. ¿Lo percibes en el mercado?
“Absolutamente. Vemos un cambio generacional importante, no valórico, sino que cultural donde los jóvenes, ambos, se casan más tarde, con post grado, armados profesionalmente y donde sus metas y objetivos son claros, quedando la familia para después. Además, tienen mucho más compartidos los roles. Esto, donde la maternidad es atrasada es una tendencia hace rato y marca a las nuevas generaciones.
“Para ellos el empleador es muy importante, el tipo de pega que tienen, se cambian de país si pueden”.
-Está en estudio la extensión del post natal a 6 meses. ¿Qué efectos tendrá en las ejecutivas?
“Le tengo un poco de susto a ese posible alargamiento. Está claro que se quiere favorecer el hecho de que la madre no es sustituible en la etapa de amamantamiento y probablemente los 84 días de hoy no serían suficientes. Además, se abusa de la parte médica y se piden licencias por enfermedad que está significando un costo país.
“Pero alargarlo es peligroso porque el mal uso de las licencias puede que siga igual; no seriamente lo van a dejar de hacer después de los 6 meses. Además, es negativo para la mujer que trabaja ya que podría incidir negativamente en su discriminación”.
-¿Así de claro?
“Sí, las mujeres que estamos en fase productiva que dejan su trabajo por seis meses tienen un costo para la empresa que es evidente. Eso puede implicar dejar a medias proyectos, una tarea, lo que tiene un costo muy alto para la madre.
“El tema es si esto va a ser obligatorio o no, porque hay mujeres que puede que estén dispuestas a regresar antes y si no lo van a poder hacer, van a tener que truncar el desarrollo de su carrera. Creo que tiene hartos contras”.
-¿O sea, para ustedes, de aplicarse, debiera ser un modelo flexible?
“Sí, debiera ser posible volver part time, de manera de no descontinuar la atención ni con la guagua ni con el trabajo. Una jornada flexible para hombres y mujeres debiera existir más allá del tema del post natal, debe ser un mecanismo de trabajo permanente.
“Someter a todas las mujeres en el mismo régimen podría hacer, incluso, que muchas resuelvan atrasar su maternidad, más si están preocupadas de su carrera. Y esto puede ser un desincentivo a tener más hijos”.
-Junto con lo anterior está el riesgo de sacar a la mujer del mercado.
“Obvio, lo primero es que está la posibilidad de que la contratación de mujeres en el mercado laboral se dificulte y que además se discrimine en contra de ellas, siendo contratadas en forma más barata que los hombres. Hoy tener una mujer, implica un costo más alto para la empresa y eso lo asume hoy sólo la mujer”.
