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La sexualidad no muere por un cáncer de mama

La enfermedad tampoco provoca un quiebre de la relación. Según la psicóloga y terapeuta Claudia Ferreira, lo importante es que la pareja mantenga una buena comunicación.

26 de Julio de 2010 | 10:10 |
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El diagnóstico de un cáncer de mama puede hacer que la vida de una mujer se desmorone de un momento a otro, no sólo por todo lo que implica la enfermedad, sino que también porque el órgano que está afectado es uno directamente relacionado con la feminidad y la sexualidad.

Y aunque se tienda a pensar que las mujeres que sufren cáncer de mama prefieren hacer a un lado el tema de la intimidad de pareja para centrar su atención en el tratamiento y la recuperación, a veces no es tan así.

Según explica la psicóloga Claudia Ferreira, vicepresidenta de la Corporación "Yo, Mujer", y terapeuta familiar y de pareja, si bien el primer sentimiento que gatilla un diagnóstico de cáncer de mama en una mujer es el de temor -"irreal en términos concretos, pero que tiene mucho peso en términos psicológicos"-, también surge la preocupación respecto a qué ocurrirá con la pareja mientras dura la enfermedad.

Esto no significa que tras conocer el diagnóstico e iniciar el tratamiento y la recuperación, la mujer inmediatamente quiera tener un acercamiento sexual con su pareja.

"El cáncer es un evento que interrumpe la normalidad, lo que uno puede prever", sostiene Ferreira. En este sentido -agrega la especialista-, la enfermedad da origen a una profunda incertidumbre, que a su vez hace que la mujer destine su energía a preocuparse de aspectos propios del mal que la afecta, como es ir al doctor o someterse a las radio y quimioterapias.

Todo esto, explica la psicóloga, converge en una pérdida de la libido, en una disminución del interés sexual.
Charla
El próximo viernes 23 de julio, Claudia Ferreira dictará una charla en la que profundizará sobre cómo afecta el cáncer de mama a la sexualidad de la mujer. Será a las 15:00 horas en la sede de la Corporación "Yo, Mujer" (Calle De Las Claras 0138, 2do piso, Providencia). Quienes deseen asistir deben inscribirse en el teléfono 2250929. La entrada es liberada.

"La primera fase de la enfermedad o fase aguda, es la de mayor impacto", señala Ferreira. Una vez superada, viene un segundo período en el que la mujer vive con el cáncer, pero sin la sintomatología, y su vida comienza a volver poco a poco a la normalidad, también en el aspecto íntimo.

"Vuelve la sexualidad sin ningún problema -asegura la terapeuta- y muchas veces en una forma en que puede ser mucho más enriquecedora, porque la pareja puede aprovechar ese momento para redefinir cosas, para contactarse de una forma distinta a como lo hacía antes".

Aunque esto es lo que ocurre en la mayoría de los casos, también puede haber parejas en las que el cáncer de mama no se transforma en una barrera para vivir su sexualidad.

"Hay muchas parejas que pueden mantener la sexualidad porque es una forma de sentirse más cerca. Hay muchas parejas que también redefinen la sexualidad (...) el estar juntos, la intimidad", afirma la psicóloga.

Comunicación: un factor clave

Y así como no mata la sexualidad, el cáncer de mama tampoco produce un quiebre de la relación. Según explica Claudia Ferreira, en general la tendencia es que el vínculo que existía hasta antes de la aparición de la enfermedad, después se mantenga o acentúe.

"Si había una buena relación, con intimidad, con comprensión, con conversación, satisfactoria sexualmente, lo más probable es que esa pareja sea capaz de absorber el desafío que significa estar por un período en una forma distinta", sostiene la terapeuta.

Lo mismo pasa en el caso contrario: si la pareja tenía una relación difícil, probablemente ésta lo seguirá siendo. Sin embargo -aclara la psicóloga-, esto no significa que la situación vaya a derivar en un quiebre.

"Muchas parejas pueden aprovechar la instancia y pueden mirarse de otra forma, pueden hablar de lo que no han hablado, pueden revalorar el vínculo que tienen frente a la amenaza de pérdida, pueden priorizar otros aspectos de la vida", señala.

Un factor clave en todo esto es la comunicación, "el mejor consejo" -según Ferreira- que se le puede dar a una mujer que atraviesa por un cáncer de mama y a la pareja que la compaña en el proceso.

A juicio de la especialista, también es importante hacerse cargo de la enfermedad, "entender que para la mujer la vida va a ser más difícil, porque ella tiene que adaptarse al nuevo desafío (el cáncer de mama), y el esposo tiene que tener paciencia para tolerar esa diferencia".

Asimismo, es necesario que la mujer pueda expresar "con todas sus letras" lo que necesita. "Las mujeres tienen la tendencia a esperar que el hombre adivine. Él no va a adivinar. Hay que decir 'no puedo', 'no quiero', 'necesito tal cosa'. Mientras más explícita sea, más fácil es que el otro entienda la necesidad de ella y que, por lo tanto, pueda satisfacerla", explica.

Por último, no se puede olvidar lo que le sucede al hombre cuando su pareja sufre un cáncer de mama. "Hay que entender que también está bajo presión. Lo que pasa es que los hombres no hablan, tienen menos fuentes de apoyo, tienen menos capacidad de expresarse, y muchas veces lo viven solos y aislados", puntualiza la terapeuta.
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