"Si la mujer fuese buena, Dios también tendría una”, “el silencio es el mejor adorno de las mujeres” o “mientras tú reposas, yo descanso” -escrito en el epitafio de una dama- son algunas de las frases recolectadas por Isidoro Loi en su libro “La mujer”.
Tan crueles declaraciones son sólo la punta de un inmenso iceberg de chistes y dichos que rescatan una percepción, sobre todo masculina, de que ellas, sus compañeras en este mundo, las que salieron de su costilla, son complicadas.
¿Qué hace pensar que el sexo femenino es tan complejo en su trato? ¿Son los cambios hormonales que desde temprana edad varían cada mes hasta que la naturaleza les dice que ya no podrán tener más hijos? ¿Es la sensibilidad, a veces exacerbada, que no permite decirles una opinión sincera sin que se lo tomen a pecho, o es el hastío de llevar siglos encargadas de las mismas funciones?
“Si nosotros comparamos las hormonas de las mujeres y los hombres, claramente ellos tienen una producción mucho más constante de la hormona masculina, que es la testosterona”, indica el doctor Manuel Parra, de la Unidad de Clímaterio y Endocrinología Ginecológica de Clínica Alemana.
Parra menciona el factor de que entre el 15 y 20% de las mujeres sufre el síndrome premenstrual y otro porcentaje que padecen el trastorno disfórico premenstrual, que se manifiesta con depresión severa e irritabilidad antes de la menstruación.
“Hay situaciones muy complejas en las relaciones interpersonales de la mujer, porque, sin tener ninguna razón, tiene cambios de ánimo y reacciones que nadie esperaba”, comenta el doctor.
”Las fluctuaciones en los niveles hormonales puede que sean la clave para descubrir por qué la depresión es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres”, comenta la doctora Marianne J. Legato, en su libro “Por qué los hombres nunca recuerdan y las mujeres nunca olvidan”, para justificar en parte la sentencia de que ellas son más depresivas que ellos.
Por su parte, Parra comenta que “uno, como hombre, conoce a su mujer y tiene que aceptar las diferencias que existen entre los dos sexos. Y en esa condición, uno debe tener claro que la s mujeres son más bien cíclicas, y aceptar eso como parte de la relación de pareja”. El que los malestares más graves desaparezcan el día que baja la regla, el doctor lo considera un “milagro”.
...Los pies más pequeños para llegar mejor al lavaplatosNo todo se trata de hormonas. La sociedad y la cultura han hecho lo suyo en la pesadumbre femenina.
Basta saber que ellas se sienten más culpables que los hombres, como concluyó una investigación de la Universidad del País Vasco, publicada en la revista Española de Psicología. Los académicos de dicha institución declararon que no sólo ellas sienten las emociones más intensamente que ellos, sino que también los varones sienten muy poco cargo de conciencia cuando se han portado mal.
Itziar Etxebarria, quien dirigió el estudio, explicó que ellas se sienten más culpables, no por elementos biológicos, sino porque están socialmente condicionadas a hacerlo “debido a determinadas prácticas educativas que exigen más de las mujeres, y que todavía están en uso a pesar de que se cree lo contrario”.
Mientras Legato en su libro menciona la presión por verse bellas como otra de las causas que presionan y estresan a las mujeres, otras investigaciones, como la hecha por la psicóloga Susan Nolen-Hoeksena y otros colegas, declaran que el género femenino suele quedar más atrapado en un ciclo de desesperación y pasividad por la sensación de que no controlan las partes más importantes de su vida, acompañado de la carga de ser ellas las que suelen hacerse cargo de la crianza de los hijos y de las tareas domésticas.
No es una realidad fácil, sobre todo para las mujeres que deben trabajar lo que llaman “la doble jornada” en su carrera profesional en la mañana y en la tarde, en sus tareas como madre y dueña de casa, obligaciones que parecen pertenecerles sólo por ser mujer.
“Las mujeres se van a encontrar muchas veces con escollos, porque claramente existe hoy en día una discriminación por sexo que aún se puede ver en nuestros países latinoamericanos (...) Sus propios colegas de trabajo no les creen sus capacidades y en Chile vemos que ellas ganan entre un 20 y un 30% menos que los hombres en cargos similares”, comenta Parra.
¿La solución a la crisis permanente está en masculinizarse, entonces? Para la psicóloga argentina y autora de variados libros sobre las relaciones de pareja y la comprensión de hombres y mujeres, Beatriz Goldberg, la pérdida de la esencia femenina que ha pregonado el feminismo ha contribuido a que el sexo femenino sea más complicado aún.
“Estamos perdiendo la capacidad intuitiva intelectual”, advierte desde Buenos Aires a PuntoMujer, refiriéndose a la capacidad del cerebro femenino para concentrarse en una conversación con alguna amiga, mientras se está preocupada de la comida que se cocina en el horno y del hijo que acaba de llegar llorando porque se rasmilló la rodilla.
De igual manera, el doctor Parra destaca un hombre que acepta los cambios de humor naturales de una mujer, no sólo está viendo a un ser humano cíclico y una fuerte presión social, sino que además se está frente a uno capaz de “estar amamantando y salir a la calle a buscar el sustento, y hacerlo bien. Esas son capacidades que los hombres no tenemos”, confiesa.
| Otros factores: Lo que la ciencia dice de ellas |
Cada día diferentes estudios realizados por investigadores tan a conocer nuevas informaciones sobre el comportamiento humano. La forma de ser de las mujeres no ha estado exenta de conclusiones científicas, las que no siempre son favorables para el orgullo femenino y otras veces ayudan a comprender por qué se las conoce como “las complicadas”.
-Las mujeres necesitan dormir 20 minutos más que los hombres: el profesor Jim Horne, director del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, reveló esta información, luego de concluir que "Las mujeres necesitan 20 minutos más sueño que el hombre medio. Esto es porque los cerebros de las mujeres se conectan de manera diferente que el de los hombres y son más complejos, por lo que su necesidad de sueño es un poco mayor”.
-Mujeres y hombres homosexuales son peores conductores: Esta discriminatoria conclusión la sacaron psicólogos de la Universidad Queen Mary de Londres, quienes aseguraron que mujeres, lesbianas y gays comparten los mismos puntos débiles en la conducción de un vehículo y la conciencia espacial en comparación a los hombres heterosexuales.
-Diferentes hasta para pecar: Aunque se trate de un secreto de confesión, la Iglesia también ha revelado los resultados de sus estudios concernientes a los pecados de hombres y mujeres. Según publicó la Santa Sede en L’Osservatore Romano, ellos suelen confesarse por ser lujuriosos, seguido por la gula, y ellas, por la soberbia y luego la envidia. |
