Quienes madrugan para ir a trabajar o llevar a sus hijos al colegio, se habrán dado cuenta que desde hace algunos días puede escucharse el agradable canto de los pajaritos que nos anuncian la inminente llegada de la primavera.
Otro claro indicio de la proximidad de la que para algunos es la estación más hermosa del año, es que los ciruelos ya han comenzado a florecer. Pequeñas florcitas blancas y rosadas empiezan poco a poco a poblar las ramas que desde hace varios meses están completamente vacías.
Así entonces, el invierno y sus días fríos se van quedando atrás, mientras el calor se acerca a pasos agigantados. Sin embargo, para muchos no todo es tan positivo, ya que la época primaveral se convierte en sinónimo de las molestas alergias.
La lucha contra el polen, el pasto y los plátanos orientales, entre otros, puede hacer de este período una verdadera pesadilla. Para que eso no ocurra, Marcela Zapata, subdirectora de la escuela de Salud del Instituto Profesional AIEP, entrega algunas recomendaciones. Aquí van:
1.- Averiguar qué plantas o agentes generan la reacción alérgica.
2.- Darse una ducha nocturna para eliminar todo rastro de polen del cabello y de la piel.
3.- No salir en días secos y con viento, cuando el polen ronda con más fuerza en el ambiente. Si es inevitable, usar anteojos.
4.- Comer pescado o alimentos con Omega-3, ácido graso que es un buen antiinflamatorio natural, por lo que ayuda a reducir los efectos asmáticos y alérgicos.
5.- Evitar carnes rojas y lácteos, ya que contienen gran cantidad de inmunoglobulinas E. Este anticuerpo resulta muy molesto para los alérgicos, porque agrava el estado de estornudos.
6.- Aumentar el consumo de alimentos altos en vitamina C, ya que tiene efectos antihistamínicos.
7.- Comer alimentos picantes, porque contribuyen a eliminar la congestión.
8.- Tomar agua -mínimo dos litros al día- para evitar la deshidratación.
