NUEVA YORK. - La Semana de la Moda de Nueva York está causando sensación con la presencia de diseñadores famosos, que mientras hacen desfilar sus colecciones primavera 2011 sobre la pasarela, también celebran aniversarios o inauguran tiendas.
Hoy fue el turno de la venezolana Carolina Herrera, que desplegó su propuesta en el Lincoln Center. Según reportes locales, la silueta que delineó la colección fue una envolvente blusa blanca de sarga con cintura alta y pantalones largos, sueltos y levemente plisados combinados con un sombrero jardinero negro de ala gigante.
La tradicional vestimenta coreana inspiró detalles en la indumentaria y el peinado, desde delicados lazos en hombros o cintura, hasta el cabello recogido con típicas horquillas. Las estampas botánicas y de pájaros surcaron los vestidos de cóctel, que admitieron escotes palabra de honor fusionando colores de una forma novedosa, como el torso frambuesa y la falda monárquica en un tono jengibre.
Con calzado exclusivo de Manolo Blahnik, las modelos lucieron piernas contorneadas con faldas lápiz bajo la rodilla, de color rojo fuego, con chaquetas satinadas en colorado y faja ancha, siempre marcando una postura erguida y almidonada, típica de la silueta Carolina Herrera.
Esta edición de la Semana de la Moda distingue a la diseñadora con el premio "Mercedes-Benz Presents" -por el uso de materiales de alta calidad, estilo único y diseño innovador en los últimos siete años-, al tiempo que coincide con la inauguración de una segunda boutique sobre la Avenida Madison, para su línea CH Carolina Herrera.
Por su parte, el diseñador Tommy Hilfiger celebró los 25 años de su marca con un desfile el domingo, y con una fiesta posterior a la que se accedía por la explanada del Metropolitan Opera.
La escolta inmóvil de la alfombra roja por la cual circularían los selectos invitados a la celebración fueron cientos de muchachos vestidos con pantalones beige, camisa blanca, corbata a rayas diagonales y chaqueta azul, paraguas en mano, como si fueran miembros de un club tradicional.
Abundaron los guiños a lo americano, como el propio Hilfiger usando su trío cromático favorito al cerrar el desfile, con pantalón rojo, chaqueta azul y camisa blanca. La escenografía del ingreso a la fiesta incluyó un gigantesco arbusto podado con la forma de la bandera estadounidense, incluyendo las estrellas.
La paleta tricolor pintó cinturones y se trasladó a infinidad de prendas. Las mujeres lucieron vestidos tableados y minifaldas plisadas en blanco total, shorts levemente acampanados con minichaquetas de la misma tela, y breves soleros en estampado óptico lila y celeste, de escote halter y enlazados en el cuello.
El look marinero, un recurso clásico de las últimas décadas para la temporada primavera-verano, se logró con rayas azules o rojas surcando discretamente vestidos y bolsos blancos, así como con zapatos náuticos acordonados.
Los hombres lucieron exclusivamente pantalones estrechos, al tobillo o a la rodilla, con chaquetas al tono y corbata. Fiel al estilo del diseñador, combinaron celeste y rosado con algún toque estridente, mientras la nota la dio un smoking blanco con cuello y pajarita azul marino.
"Estoy listo para los próximos 25 (años)", dijo Hilfiger y añadió: "Si Giorgio (Armani), Karl (Lagerfeld) y Ralph (Lauren) pueden continuar, yo también puedo!".