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Pestañas: Coquetería pura

Existen muchas técnicas para curvarlas y darles color. La última novedad son las extensiones, que además las dejan largas y con volumen.

28 de Septiembre de 2010 | 08:22 | Por M. Francisca Prieto
Unos labios bien pintados, una prenda sexy o incluso un tatuaje ubicado en alguna zona estratégica del cuerpo son algunas de las formas en que las mujeres pueden mostrar su coquetería. Sin embargo, por años las pestañas han sido consideradas un símbolo de seducción, aunque su función natural diste muchísimo de eso.

Según explica Francisca Sánchez, dermatóloga de Clínica Alemana, las pestañas sirven para proteger a los ojos de la radiación solar. En otras palabras, son como el ala de un sombrero.

El problema es que, por lo general, la utilidad de las pestañas no es lo que más preocupa a las mujeres. En realidad el tema que más les interesa es qué hacer para tenerlas largas, curvas y voluminosas para que efectivamente cumplan su rol de coquetería.

Las técnicas surgidas a través del tiempo para lograr ese objetivo son diversas. La más casera es usar una cuchara para ondulárselas. Otra opción es recurrir a los encrespadores mecánicos, esas herramientas plásticas o metálicas con forma similar a la de una tijera, con las que se aprietan las pestañas hasta que quedan curvas.

Si se quiere un resultado más duradero, la alternativa es el tinte y ondulado que ofrecen peluquerías y centros de belleza. Según explica la esteticista Paula Solorza, el procedimiento es muy similar a hacerse la permanente en el cabello, pero con productos específicos para las pestañas.

"Se pegan las pestañas en un bigudí o tubo pequeño y luego se aplica un líquido permanente que las ondula. Se deja actuar por unos 15 minutos, se limpia y luego se aplica el líquido neutralizante que fija la forma. Se deja 15 minutos más, se limpia y está listo", describe.

Si se elige esta modalidad, las pestañas se mantienen tinturadas como máximo por un mes, en tanto que la ondulación dura un poco más.

Según la dermatóloga Francisca Sánchez, sea cual sea el método por el que se opte para encrespar las pestañas, siempre se produce en mayor o menor grado un trauma hacia el folículo piloso, la cavidad de la piel donde descansa cada cabello.

"Todos pueden afectar el folículo potencialmente. Sin embargo, en general el organismo tolera cierto grado de trauma o abuso sin verse afectado mayormente", sostiene la especialista.

Extensiones: la novedad

Aparte de las técnicas antes indicadas, en la actualidad también existe una menos difundida: las extensiones de pestañas. A juicio de Paula Solorza, se trata de un procedimiento menos invasivo que otros, incluso que las pestañas postizas.

Según explica la esteticista, el método llegó a Chile hace unos tres años y consiste en pegar pelos fabricados de algún material sintético (seda opaca o nylon) sobre las pestañas naturales, a uno o dos milímetros de la raíz. Como se realiza pelo por pelo, todo queda terminado en unas dos horas.

"Es un trabajo sumamente prolijo, meticuloso (...) Yo trabajo con dos pinzas: con una se individualiza cada pestaña con la que se va a trabajar y con la otra tomo la extensión, la paso por pegamento y la poso sobre la pestaña de la clienta", describe Solorza. "Quedan prácticamente como si fueran naturales, no se notan dónde van pegadas y tampoco quedan grumos de pegamento", agrega.

Aunque en otros países pueden encontrarse extensiones de diversos colores, ella prefiere usar las negras, ya que lo que la mayoría de las mujeres busca es quedar con pestañas que se vean. Además, vienen preonduladas, y de distintos tamaños y grosores.

Hasta aquí todo suena ideal, pero la pregunta lógica que surge es ¿cuánto duran? "Mínimo deberían durar un mes, hasta dos meses. Pero a los dos meses no llegas con todas las pestañas como cuando te las hiciste el primer día", afirma la esteticista. ¿La razón? Las pestañas tienen un ciclo natural de renovación de entre un mes y medio y dos meses, es decir, en ese período los pelos se van cayendo paulatinamente y con ellos las extensiones.

Por esta razón, cuando Paula Solorza trabaja con esta técnica, a los 30 y 60 días hace un rellenado, y a los 90 días las hace todas de nuevo.

Las ventajas de las extensiones es que además de color y curvas, dan longitud y volumen a las pestañas. El sueño de toda mujer. Asimismo, no requieren mayor cuidado y la vida continúa con normalidad.

"Sólo hay que tener algunas precauciones básicas como no refregarse los ojos, no encresparlas porque se pueden quebrar o no ponerles rímel porque después no se pueden desmaquillar", señala la esteticista.

Un factor importante a tomar en cuenta es que deben ser hechas en ojos sanos. "Personas que tengan dermatitis en los párpados o conjuntivitis no pueden hacérselas. Tampoco quienes son muy alérgicas a los cosméticos", aclara Solorza. "No hay ningún problema para quienes usan lentes de contacto", añade.

Lo que ofrece el mercado

Otra variable que no hay que pasar por alto es el costo, que para algunos bolsillos puede ser bastante considerable. El procedimiento que realiza Paula Solorza cuesta $45.000 la sesión en que se aplican las extensiones, $25.000 el primer relleno y $15.000 el segundo.

En Internet también se pueden encontrar opciones más baratas e incluso algunas ofertas con atención a domicilio, pero la esteticista advierte que en esos casos hay que poner atención ya que a veces no se usan materiales o herramientas de primera calidad.

Pero, si no se cuenta con el presupuesto para alcanzar al sueño de las pestañas perfectas, en el mercado siempre se puede encontrar un sinnúmero de productos que prometen alargarlas, encresparlas y protegerlas, entre otros beneficios. Eso sí -advierte la dermatóloga Francisca Sánchez- no hay que esperar obtener los resultados que se muestran en los comerciales, porque lograr tener pestañas así es imposible. Aquí hay algunos ejemplos.

La Marvelous Mineral Mascara de Kiehl's alarga y da volumen a las pestañas, además de dejarlas con un color intenso y brillante.

Para su cuidado L'Oréal tiene el Sérum re-activante y para maquillaje la máscara Double Extension con pro peoppide y arginina.

Maybelline New York cuenta con Lash Stiletto, que promete alargar las pestañas al extremo, además de protegerlas y reforzarlas.

La Supercurlacious de Avon es una máscara con efecto curvo, fibras alargadoras y máxima extensión. La Anew Lash Transforming, en tanto, tiene como objetivo mantenerlas sanas, fuertes y abundantes, además de darles volumen.

MAC ofrece pestañas postizas hechas a mano. Las Pestañas Lash 4 están disponibles en color negro o marrón, y si se cuidan de manera adecuada se les puede dar forma y decorar.

El Prep + Prime Lash también de MAC es un acondicionador que se aplica previo a la máscara y que las prepara para el maquillaje, permitiendo un mejor acabado, efecto y duración.

Y la máscara Plush Lash las curva, separa, alarga y da volumen.

Everything Mascara de Bobbi Brown alarga, define y separa las pestañas, otorgando una duración prolongada.

Clinique tiene la High Impact Mascara que cuenta con un cepillo que las levanta y las encrespa al máximo. Asimismo, hace que los ojos parezcan más grandes.

La Turbo Lash de Estée Lauder es una máscara "todo en uno" que da a las pestañas volumen, longitud, rizo y separación. Su fórmula en gel las satura de color de una sola pasada.

Finalmente, Lancôme cuenta con el Hypnose Precious Cells, una máscara regeneradora que las densifica y fortalece; y el Bi-facil, un desmaquillante rápido y de efecto no graso, que elimina todo tipo de maquillaje de ojos y evita el desprendimiento de las pestañas.

¿Cómo cuidarlas?
Una interrogante que frecuentemente surge entre las mujeres es si las pestañas que se caen vuelven a crecer. Según Francisca Sánchez, lo que sucede con ellas es similar a lo que ocurre con el pelo del resto del cuerpo: se pierden cuando termina su ciclo y el folículo piloso comienza uno nuevo.

Paula Solorza refuerza la idea: "Las pestañas se caen, se renuevan y no están ahí de por vida. Es decir, si sufren un daño, eso en dos o tres meses se te va y crecen nuevas pestañas".

No obstante, igualmente requieren de algún grado de cuidado diario, sobre todo al desmaquillarlas. Para ello, la dermatóloga de Clínica Alemana recomienda "movimientos suaves desde el ángulo interno hacia afuera, con un producto adecuado que no irrite la conjuntiva".

Otra alternativa es masajearlas con aceite de almendras o de oliva para lubricarlas y "activar la circulación a nivel del folículo piloso".
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