También los escogí porque me gusta trabajar con ellos porque me permite jugar más e inventar recetas y mezclas novedosas.
Sin embargo, hay un tema en nuestro país con el consumo de pescados y es que el chileno no sabe comerlos; no quiero decir que el consumo sea bajo, pero si analizamos la extensa variedad que tenemos nos daremos cuenta de que siempre elegimos los mismos tipos.
Por mi experiencia gastronómica me doy cuenta de que el congrio, la reineta o el lenguado se han convertido en los hits de nuestra vida y ahora ha entrado con fuerza el atún, todas especies absolutamente masivas y que se caracterizan por ser pescados sin mucho sabor.
Sin embargo, hay una gran gama que nadie considera y que en el exterior son una revelación para los amantes de la buena mesa.
Un clásico ejemplo es el de nuestro querido jurel que en restaurants extranjeros han bautizado como Pacific Jack Mackerel y que se caracteriza por ser un pescado con sabor muy marcado, con acentos de nuestra costa, características únicas y ricas pero que los chilenos consideran malo y muy popular, por tanto lo miran en menos.
Otro ejemplo es la caballa. En fin no los quiero aburrir demasiado pero quiero decirles que nosotros los chilenos tenemos una gran ventaja comparativa con otros países y esa es nuestra gran diversidad de productos sobre todo del mar, entonces aprovechémoslos y apreciemos lo que tenemos.
Si quieren ser verdaderos gourmet deben aprender a comer y sacarse los prejuicios, porque no hay nada mejor que saber comer de verdad.
Saludos
Giancarlo Mazzarelli, chef propietario de Puerto Fuy.
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