Mathieu Michel: ¿Qué nos venden en plazas, mercados y ferias?

Hola, ¿cómo están? Cuando ayer caminaba por las calles de Bellas Artes me acordé mucho de Bélgica... Me imaginaba uno de nuestros mercados al aire libre. Aquellos mercados o ferias donde uno goza con cantidades de frutas, verduras, carnes, pescados y mucho más productos, de primerísima calidad.

En Bélgica (y en Europa en general), instalan los mercados en las plazas, en el medio de la cuidad, en lugares muy concurridos y muy identificados con los ciudadanos.

Me acuerdo que es algo muy especial, poder ir, por ejemplo, a la Plaza de Armas y pasear por los pasillos, buscar aquellos productos que uno no conoce, y maravillarse al ser atendido por los propios productores.

Después de varias veces, uno logra tener amistades con ellos, y ellos, a su vez, te van informando y sorprendiendo con sus productos nuevos. Imaginemos una feria donde realmente se pueda comprar la mejor carne, el mejor pescado y, obviamente, frutas, verduras y quesos, todo muy ordenado y guardado como corresponde.

No quiero faltarle el respeto a los feriantes de Chile, que son gente muy esforzada, pero me quiero referir a lo fantástico que podría ser poder comprar cada viernes en la Plaza de la Constitución, un mercado especializado en venta de productor a consumidor; poder dialogar con aquellos mismos quienes trabajan la tierra o quienes crían los animales o productos, poder discutir o llegar a productos nuevos, cortes distintos, peces menos conocidos.

Yo entiendo que mi visión puede ser distinta, y de verdad que lo que menos quiero es despreciar a las ferias actuales, pero a veces me resulta difícil entender por qué dejan tanta basura, por qué alteran los precios o por qué solamente ponen los mejores productos arriba. Siento que tengo que estar más pendiente de lo que me venden...

Me encantaría estar más pendiente de las nuevas cosas que hay. Pero insisto, lo digo con mucho respeto y espero que no ofenda a nadie. Les deseo un muy buen fin de semana y espero poder encontrarme con ustedes en tres semanas más.

Un cariñoso saludo de un belga medio loco.

Mathieu Michel chef ejecutivo de los restoranes Ópera y Catedral.

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