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Galliano cumple 50 años llenando París de excentricidad y fantasía

26 de Noviembre de 2010 | 13:58 | Por Stefanie Schtte, DPA
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Agencias

PARIS.- John Galliano siendo un "joven salvaje". Al menos así se le ve al final de sus desfiles, cuando sube a la pasalera vestido siempre con algún atuendo espectacular, tanto de pirata como de Napoleón o astronauta.


Convertido en toda una institución en París, el excéntrico diseñador londinense de origen español cumple 50 años el domingo.


Ya cayeron en el olvido los comentarios de los diarios franceses, que en 1996 ponían el grito en el cielo cuando se dio a conocer que un británico poco convencional llevaría la batuta de la tradicional casa francesa Dior.


Galliano había conquistado años antes a los modistas parisinos con sus propias colecciones, pero cuando primero lo llamó Bernard Arnault para convertirlo en diseñador de Givenchy y poco después Dior, la alarma saltó entre los medios más conservadores.


 Además, tampoco fue fácil de digerir que su también temperamental colega Alexander McQueen tomara su relevo en Givenchy. Pero sus detractores pronto tuvieron que admitir que el británico sabe lo que hace.


Junto a McQueen, que falleció en 11 de febrero, John Galliano no sólo vinculó el estudio al Central Saint Martins College of Art & Design de Londres, sino que los desfiles de ambos se convirtieron en los más esperados de la temporada. Trabajaban los efectos y las historias.


 En el caso de Galliano, parecía que a veces una novela se convertía en tejidos, contando el viaje de una colegiala a orillas del Nilo hacia Hollywood.


Y destacó con sus exóticos escenarios: Unas veces en el hipódromo y otras en la estación de tren Gare d’Austerlitz, donde los invitados esperaban al "Diorient Express" con una copa de champán.


Aún hoy, las descripciones de las colecciones de Galliano -tanto en su propia marca como para Dior- contienen coloridas asociaciones. El desfile de alta costura para la temporada otoño/invierno 2010/11, con sus vestidos que quitaban el aliento, sus centelleantes flores y sus cálices, dejó claro que sigue gozando de una desbordante fantasía.


Sus modelos se mueven por la pasarela de forma tan teatral como seductora, aunque Galliano experimente con pantalones o abrigos de caballero.


 El modisto se recrea en las pieles exhuberantes, finos patrones y vestidos de seda. Y su pasión por las grandes puestas en escena le viene de niño.


Galliano nació en Gibraltar, donde fue bautizado como Juan Carlos Antonio Galliano. Cuando de niño se mudó a Londres con su familia, su madre, que era española, le enseño a bailar flamenco sobre la mesa de la cocina. Además, ella le confeccionaba trajes que "habrían sido dignos de un pequeño príncipe", como cuenta el escritor Colin McDowell en su libro sobre el modisto.


Quizá aquella ropa lo convirtiera de niño en blanco de bromas, pero le ayudó como estudiante de moda. Tras terminar su formación trabajó como ayudante de vestuario en un teatro, y se hizo un nombre en el agitado panorama social del Londres de los 80 con sus diseños propios. Así, no es difícil entender por qué le gustan tanto sus particulares puestas en escena.


Hoy en día, el británico es uno de los favoritos entre los parisinos. Uno se sorprende si concede a la encantadora Alexandra Golovanoff una de sus raras entrevistas para "Paris Premire", y en sus declaraciones se muestra amable y soñador, rebatiendo su imagen de creador narcisista y con fama de difícil.


Y es que Galliano tiene una enorme capacidad de resistencia. Sólo Marc Bohan tuvo en sus manos la receta creativa de Dior más tiempo que él: 26 años. El británico ya lleva la mitad, y parece que aún le quedan unas cuantas colecciones al frente de la casa de moda parisina.


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