Gentileza de Chilevisión.
Luego de tres años de trabajo, Karol Dance, el otrora rey de los pokemones y hoy “joven esforzado”, dice que se va de vacaciones. Tras haber llegado desde las fiestas diurnas adolescentes directamente a “Yingo”, haberse ganado la popularidad de la audiencia, y luego de varios quiebres y vueltas con su ex polola “Arenita” -asunto que finalizó definitivamente con la caída de ella desde un tercer piso-, este empeñoso y pequeño personaje de 23 años partirá junto a su actual novia, Faloon Larraguibel, a un crucero que los paseará por las costas argentinas y brasileñas, como una manera de celebrar todo este tiempo de cosecha laboral.
No por nada un gran pendón con sólo el rostro de este “loquillo” de ojos verdes da la bienvenida en su casa televisiva, donde además de “Yingo”, protagoniza la miniserie de ese programa juvenil, “Don Diablo”, y coanima “Sin Vergüenza”, que se transmite el fin de semana. Si a eso se le suma su trabajo en Radio Carolina, en el espacio “Domingo Poncea2”, hay que admitir que su horario es algo pesado.
“Como hago lo que me gusta, el estrés no se ha apoderado de mi vida. Además, no carreteo y eso ha ayudado a mantenerme constante. Quiero aprovechar esto. A veces me he agotado, pero tengo un lema, ‘sin sacrificio no hay recompensa’. A través de eso he conseguido muchas cosas”, cuenta el joven, llamado antiguamente por su maestría en el arte del ponceo, “poncio maldito”, antes de comentar que este año le ha ido tan bien, que incluso le regalará a sus papás unas vacaciones donde quieran dentro de Chile.
Mientras conversa, no se percata que en el televisor que está a sus espaldas, en el casino del canal, el programa en el que trabaja está comenzando... en vivo. “Es que soy súper trabajador. Nunca me olvido de donde vengo y tengo súper claro hacia dónde quiero ir”, prosigue.
-¿De dónde vienes?
“Soy de una familia súper humilde, esforzada y trabajadora, y gracias a ella pude entrar a la universidad; me pagaban la mitad y la otra la pagaba yo, trabajando. Creo que nunca hay que olvidarse de eso para tener los pies bien puestos en la tierra. Yo lo he visto en mis pares”.
-¿Te refieres a tu ex polola?
“También es el caso. Ella fue la más popular del programa (‘Yingo’), pero cometía muchos errores en la calle. A veces peleábamos por eso, porque yo me quedaba sacándome fotos con la gente y ella me decía que me apurara. Le cargaba, pero es parte de nuestro trabajo. La vida privada está en la casa, con la familia, pero si sales a comprar, la señora te va a pedir una foto para su hija”.
Karol Jesús Lucero Venegas aún recuerda cuando fue como rostro esporádico de “Icarito” y hasta mini modelo de algunos desfiles infantiles. Incluso cantó en “Cuánto vale el show” y en “Acompáñeme”. Ya más grande, en la educación media, se comenzó a interesar en las comunicaciones y por eso fue hasta un casting de la FMHit, donde no quedó, pero en la fila de espera conoció a un productor que le ofreció la oportunidad de animar las emergentes fiestas pokemonas, lo que derivó en cientos de visitas a su fotolog, muchas fans adolescentes y al propio Karol declarando que era “el Felipe Camiroaga” del público pokemón.
-Antiguo “rey de los pokemones”, ¿quién eres hoy?
“Soy sólo un joven emprendedor de la televisión, nada más, que quiere hacer las cosas bien y tiene mucho miedo a equivocarse. Por eso trato de trabajar harto y por eso no fumo ni tomo, porque es un mal ejemplo para lo que yo quiero ser, un joven líder, de opinión. En mi Twitter siempre escribo cosas y tengo hartos seguidores, casi 100 mil”.
-¿Adónde quieres llegar?
“Quiero ser un comunicador, conducir algún programa de televisión. Aquí en Chilevisión he planteado revivir el ‘Extra jóvenes’, pero no hay nada concreto todavía. Quiero ser un personaje juvenil importante y para eso me esfuerzo, trabajo harto y descanso poco. Creo que hay que sembrar mucho para tener una buena cosecha”.
-¿Cuánto influye en ti la opinión de la gente?
“Para mí es súper importante. En todo caso, con los hombres tengo muy buena onda. Creo que mi postura de no ser el mijito rico de la tele me ha ayudado bastante, porque mucha gente se siente identificada. Soy gordo, chico...”.
-No te ves gordo.
“Siempre me he visto flaco, pero tengo mis rollos. Me saco la polera y tengo los flotadores. No voy al gimnasio por falta de tiempo, pero en el edificio donde vivo bajo a usar la trotadora, por un verano sin polera”.
-Hace tiempo decías que lo que has hecho en tu trabajo se lo debes a tus ojos claros.
“De algún modo sí, porque físicamente no soy bonito, y los ojos ayudan mucho. Álex (Hernández, director de ‘Yingo’) nos dijo una vez que en la televisión los ojos eran súper importantes, porque reflejaban mucho la personalidad y la gente se identifica. Si no tuviera los ojos verdes sería distinto, porque siendo chico y gordo, la gente puede decir ‘ah, por lo menos tiene los ojos lindos’. Muchas veces me dijeron que si no tuviera los ojos verdes, no tendría ningún brillo”.
-Igual desde siempre tuviste un fan club.
“Sí un pequeño grupo de niñas de Maipú, sin ser yo de Maipú. Yo iba los domingos no más a animar. Aunque más que fans, eran como amigas que me apoyaban mucho”.
-¿Qué tan amigas? Por esa época decías ser un imán para las mujeres.
“Ah, es que ahí era ‘el maldito poncio’. Ponceaba con 7, a veces 15, niñas”.
-Y al decir “ponciar” te refieres exactamente a...
“A que les daba besos. Es que cuando uno es animador pasa así. Sobre todo con las mujeres adolescentes, que son interesadas. Tal vez no estaban ni ahí conmigo, pero al agarrarme tenían la posibilidad de entrar a la próxima fiesta gratis porque decía que me conocía. Muchas veces fue por eso”.
-¿Cómo lo haces hoy para ser fiel?
“Los primeros meses con mi ex polola me costó, pero me convertí en un poncio rehabilitado. Hoy soy sólo un loquillo, uno va aprendiendo y es parte del proceso de maduración. En esa época no estaba ni ahí con comprometerme. Además, cuando era adolescente, era súper perno. Iba a un colegio de hombres, me iban a buscar y a dejar, y me daban permiso hasta las 2 de la mañana para las fiestas. No tenía mucha posibilidad de agarrar. De hecho, mi primer carrete fue la fiesta mechona de la universidad (estudió hasta 2° de Derecho). Pero después, cuando empecé a animar las fiestas pokemonas, empecé a descubrir este mundo donde carreteaban de día, y con niñas de 16 y 17 años, que no eran tan lejanas a mi edad. Para mí fue pasar a otra etapa y me volví loco”.
-¿Excesos?
“No, sólo cambié en ese aspecto. Todavía no tomo ni fumo. Soy muy ahorrador, hasta medio cagado, porque pienso mucho en mi futuro. Junté mucha plata en mi primer año en la televisión, porque quería comprarme un auto, y ahora quiero un departamento. También ayudo a mis papás y junto plata para mi futuro. Quiero tener una familia numerosa, me proyecto harto. Los excesos que tengo son laborales no más. No le digo que no a nada, agarro todo y cuando no me lo dan, lo reclamo. Por esto he dejado un poco de lado a mi familia y sobre todo a mis amigos, que los he postergado por mi trabajo. Igual a mi mamá la veo harto porque va a mi casa y hace el aseo, me lava la ropa...”.
-¿Vives solo de mentira?
“Vivo solo, pero mi mamá me ayuda. Igual me cocino, pero ella me lava los platos el fin de semana (sonríe)”.
En medio de la entrevista y ya avanzado su programa en vivo, una productora algo molesta llama a Karol a su celular. El “loquillo” le cuenta que está ocupado, a lo que la mujer le responde que lo va a buscar inmediatamente. Él deja su teléfono con cara de asustado y no alcanza a hablar mucho más, hasta que llegan por él.
-Antes que te vayas, ¿cuál es tu vicio privado?
“(Piensa) Me gusta mucho internet y el sexo (ríe, mientras camina hacia el estudio)”.