Sergio López, El Mercurio
Una compañía de California lanzó un producto que puede ser señal de un avance importante en la pérdida de peso según un artículo publicado en
How Life Works. La compañia SENSA inventó un producto que ayuda a convencer al cerebro a que deje de comer en exceso. Lo que sucede es que comemos más de lo que debemos porque esa es la forma en que nuestros cerebros están programados.
A lo largo de la historia evolutiva, la comida era escasa, entonces con el fin de asegurar la sobrevivencia, los humanos han sido condicionados para comer todo lo que puedan cuando hay comida disponible.
Desafortunadamente, cuando hay comida en abundancia y rica en calorias, los resultados pueden ser indeseables.
Sin embargo, el doctor Alan Hirsch, un médico y científico cuya especialidad ha sido lograr entender cómo funcionan nuestros sentidos, particularmente el olfato y el sabor, y ver la forma en que afectan el funcionamiento del cerebro.
El doctor Hirsh notó que los pacientes que han perdido el sentido del olor y el sabor debido a un accidente o enfermedad suben de peso fácilmente.
Ciertos olores y sabores aparentemente actúan en el cerebro para controlar el apetito.
El Dr. Hirsch ha estudiado cientos de diferentes compuestos y tras años de investigación, desarolló un polvo –sin sabor y olor- que se le echa a la comida.
Estos han demostrado tener un impacto fuerte en el control del apetito, lo que el doctor denomina como “Tastants”.
Los resultados fueron significativos. En un periodo de seis meses 1.436 mujeres y hombres echaron este polvo a todo lo que comían y perdieron un promedio de 30.5 libras, casi un 15 por ciento del total de su peso.
Los participantes lograron estos resultados sin haber seguido una dieta especial o rutina de ejercicio.
Como no contiene estimulantes, no interactúa directamente con el sistema digestivo, y no hay efectos secundarios.
