Enzo Corsi: “Me siento muy solo”

“Espero no suene soberbio, pero ojalá hubiera un poco más de Enzos Corsi, para que dejáramos de callarnos. En este país, si te sirven la comida fría, no importa, se la comen fría. ¡Pero no! ¡Yo quiero un país mejor, gente mejor! ¡No tengamos filtros! ¡Dejémonos de ser cínicos! Sería tan lindo decir las cosas como son”.

Apenas ha tocado su café, y a medida que la entrevista avance, el vaso de la cafetería permanecerá intacto, mientras Enzo Corsi (42 años, humorista, ex “40 o 20”, “ex Fiebre de Baile”) despotrique en contra de la producción del programa de Chilevisión, con la que aún está enojada por considerar que trataron de perjudicarlo. “Después (de que me fui) les dije que iban a bajar de rating, como ha pasado con todos los programas en los que me he ido. Y no es soberbia, es valorizarme un poco”, remata.

En este día, el creador del pegajoso coro de “Do-do-do-Dominique”, que musicalizó varios capítulos del más reciente programa de citas de Canal 13, ha llegado desde Viña a Santiago. En la Quinta Región, Enzo anima varios shows en la discoteque Kmasu, donde -como cuenta- le permiten bailar, cantar y mostrar gran parte de su talento.

Fue en 1992 que Corsi se subió, con solo 22 años, al escenario de la Quinta Vergara. Orgulloso, le gusta recalcar que es el humorista más joven que enfrentó al Monstruo en toda su historia. Mejor aún, se llevó hasta una gaviota de plata.

Es por eso que él tenía tanta fe con la idea de volver en esta versión 2012, pero por una “mano negra”, y por el error de haber adelantado en los medios que estaba en conversaciones para su regreso a Viña, dice, las cosas no resultaron. “(Viña) se perdió un show novedoso, porque iba a haber magia, humor, música... Pensaba hasta levitar, aunque eso me costara la mitad de la plata del show. Iba a mostrar todas mis facetas”, cuenta, mientras una señora se acerca para saludarlo, y le dice que es más lindo en persona que en la tv.

“Tengo una llegada que no creía. Camino por la calle y es tan emocionante para mí... Yo creí que había tirado todo por un caño, que la gente me odiaría, por ser peleón y enojón (en el reality)”, dice el humorista.

Fue en ese mismo programa de tv, que Enzo dio a conocer diversos aspectos de su vida, como que la muerte de su padre le había traído una gran depresión, que luego se reinventó, encontró el cristianismo e hizo un pacto espiritual -que seguía manteniendo desde hace un año- en el que se abstenía de tener relaciones sexuales.

Hoy, junto con aclarar que tal compromiso vio su fin a manos de Anita Alvarado, recuerda que fue en los días de “40 o 20” que su primera esposa (se ha casado tres veces), la comentarista Macarena Tondreau informó a la prensa las penurias económicas que ella debió sufrir con el hijo de ambos, Gianpiero (17), debido a la ausencia de Corsi, tanto física como económica.

Casi paralelamente, el resto de los competidores del reality de citas reclamaba por lo bueno para hablar que parecía ser Corsi, y lo acusaban de autorreferente, fome y hasta de chanta. “Con tantas críticas que me hicieron, yo pensaba que al salir a la calle me iban a matar, a pifiar, pero me adoran. La gente empezó a decirme que estaba conmigo, sobre todo, porque en la televisión me habían hecho bulliyng”.

-¿Cuándo?
“En las pruebas de Jorge López. Fueron dieciocho en contra mía. Tuve que tomar vinagre, me hicieron el calzón chino... Fue una cuestión que a mi vieja en la casa le daban ganas de llorar, y decía: ‘El Enzo les va a pegar un combo’, porque me conoce. Pero ahí me las comí”.

-¿La gente te da su apoyo porque te ve sufrido?
“No es por pena, pero me dicen: ‘Perro, eres luchador. Aguantas lo que te dicen y ahí estás parado. Eres jugado. Más encima eres decente, gente’. Porque ellos le tienen mala a muchos chicos que los encuentran como pasados para la punta y ordinarios. Así que estoy contento.
“Lograr reinventarse a la edad mía, no lo hace cualquiera. Tengo 42, aunque dicen que no lo parezco. Y hoy puedo decir que -si no soy el primero- soy uno de los hombres más mediáticos de Chile”.

-El año pasado no solo tuviste que enfrentar las críticas, sino que un tema más delicado como el de tu hijo y Macarena Tondreau.
“Mira, la voy a hacer súper corta porque nunca había querido hablar de ella, pero me cansé de muchas cosas. Ella alegaba que por qué hablaba de ella y de mi hijo, pero yo pregunto, ¿quién habló primero de mí? Yo nunca hablé de ella, que me muestre un video. Yo, estando en el reality, me llegó un diario en el que salía ella hablando de mí, diciendo que ella y mi hijo no habían tenido ni para tomar una taza de té. Pero, si yo hubiese sido un descriteriado, ¿su familia tampoco era capaz de ayudarle? ¡Qué no mienta, que no se haga la víctima! A mí me dolió mucho eso, la victimización exagerada que hizo con el fin de dejarme mal”.

-Es cierto que no estabas presente, entonces.
“Sí, lo he asumido y ella puede decir que lo pasó mal porque yo no estuve, pero mi padre sí estaba por mí. Tenemos fotos que acreditan eso... Cuando pololeábamos, la Maca me pidió que nos arrancáramos, porque sus papás nos querían separar. Ella me tomó de la mano y me subió a un taxi. Estuvimos dos meses escondidos, viviendo en un hotel. Y después dice que no se casó enamorada de mí. ¿Eso es cuidar a su hijo? ¿Decirle que no fue un hijo del amor? Yo sí me casé enamorado”.

-¿Por qué no le gustabas como yerno a sus papás?
“Porque en ese minuto yo era artista. Después, pasé por un momento complicado en mi vida, pero mi padre hasta le pagó la carrera de producción y dirección... Entonces, por qué llenarse la boca... Yo asumí que en un tiempo estuve ausente y mi hijo me perdonó en ese minuto. Pero, ¿por qué no decir que fui bueno con ella, que nunca le levanté la mano, que paseábamos para todas partes, que ayudé harto a su familia? Se olvida de todo lo que hice por ella... Y después, cuando estuve mal, me fui. Y a la semana el portero del edificio me decía que la iba a buscar un hombre en moto”.

-Lo importante es que, como dices, tu hijo te perdonó.
“Sí, todos tenemos derecho a reivindicarnos. Le he dicho: ‘Hijo, yo soy lo que te tocó como padre’. Así que ella no tiene que buscar un papá para sus hijos, que se busque un marido, porque papá tienen. ¿Sabes lo que es que mi hijo me diga: ‘no te trates de hacer famoso a costa de mi mamá’? Porque la mamá nunca le dijo que cuando ella estaba en el colegio, su papá estaba en el Festival de Viña. Así que ¿quién hizo famoso a quién?
“No estoy diciendo que ella es mala como mujer, pero me encantaría que un día me dijera: ‘Sabes Enzo, dejemos esto de lado. Tengo que reconocer que cuando estuviste conmigo fuiste un excelente padre y tuviste más paciencia que yo’. ¿Sabes por qué ella se alejó de mí? Porque por un tiempo yo fui nombrado como el gallo de los problemas económicos. Sería lindo que dijera: ‘Sí, yo amé a Enzo, tuve un hijo con él, pero ese tiempo pasó y ahora amo a mi pareja’. Ella piensa que si dice que me amó, la pareja se le va a poner celosa”.

-¿Estás pololeando?
“Sí, llevo muy poquito. Es muy guapa, y estoy feliz. Me siento lleno de energía y de ganas de hacer cosas. Tengo un talento que quiero mostrar, y me gustaría que los canales dejaran soltarse más al artista. Yo soy músico, canto... No soy pura polémica”.

-¿Por qué cambias el tema de tu polola?
“Es que estoy conociéndola, y creo que es lo que necesito para estar bien. En toda mi vida (silencio)... Es un tema complicado. Me emociona, porque yo necesito estar con alguien. Estoy lleno de gente que me abraza y me saluda, pero me siento muy solo, muy solo (se quiebra y llora)”.

-¿Y los amigos?
“No tengo muchos. Por eso me desbando a veces, porque, de repente, llega una niña y por aferrarme, vuelvo a hacer cosas estúpidas, tonteras”.

-¿Qué cosas?
“Dejo de enfocarme en la pega y no voy ni a cobrar los trabajos. Y como, tal vez, mi autoestima no está bien, empiezo a comprar a la gente y gasto y gasto. Entonces, veo las cuentas y la herencia se fue a la cresta. Pero no es de malo, es que siento que me están queriendo”.

-¿Qué pasó con tu seguridad de ser el mejor y de contar con el cariño de la gente? ¿Es solo un escudo?
“Quizás. Pero yo soy un hombre seguro y si hay que poner un escudo para las competencias, lo pongo. Lo que pasa es que mi padre se fue y él era el que me quería como yo era. ¿De dónde saco un hombro para mostrar al Enzo persona, con su parte sensible? ¿Quién me dice ‘ven, te hicieron mierda en televisión durante meses’? (se emociona de nuevo). Y la gente que me saluda en la calle ha hecho que yo me pare, pero en algún minuto claro que me dolió todo lo que dijeron de mí. Tengo cojones, pero si me clavan una aguja tengo que botar por algún lado.
“Es fome decir que me está yendo bien, porque ¿para qué? ¿Cuál es el sentido de eso? ¿Mis hijos? Sí, pero ellos cuando crezcan me van a pegar una patada en el poto y van a ir con sus mujeres. Yo también necesito hablar mis problemas con una mina que me quiera y me ayude, pero no por lo que tengo, no porque soy famoso, sino por lo que soy”.

-¿Es eso lo que buscas hoy?
“Sí, es lo que estoy tratando de encontrar; que si un día lo pierdo todo, ella me diga ‘bueno, no importa. Yo creo en ti. Emprendamos otra cosa’. Ella tendría un Enzo derechito, el mejor partner”.

-¿Cuál es tu vicio privado?
“Tengo manías. Se me pegó de mi mamá prender y apagar las cosas; el gas, dos o tres veces. El número siete, siendo cristiano, es importante y ojalá que todo termine en ese número. También soy excéntrico para los vestuarios. Uso transparencias...”.