Sufrir de insomnio es, sin duda, una situación terrible para cualquiera. No poder conciliar el sueño y ver cómo las agujas del reloj avanzan sin detenerse, o caer en los brazos de Morfeo y despertarse a las pocas horas sin poder volver a dormir, son escenarios que a nadie le gusta vivir. Sobre todo si éstos se repiten noche tras noche, y al final irse a la cama se transforma en una verdadera pesadilla.
Los episodios de insomnio o desvelo son bastante comunes. "En el mundo entre el 18 y el 20% de la población, tanto adultos como niños, presentan insomnio crónico, esto es una alteración del sueño que dura más de 30 días y que afecta la calidad de vida", dice Walter Avdaloff, neurólogo especialista en trastornos del sueño y director del
Instituto del Sueño Neurodiagnos.
La dificultad para dormir puede ser gatillada por diversas causas, las cuales pueden agruparse en: alteraciones fisiopsicológicas (ruidos, temperatura o disposición innata de ciertas personas a tener un despertar muy fácil); trastornos de tipo ansioso, de estrés o nervioso; y problemas psiquiátricos (en especial la enfermedad depresiva).
Asimismo -explica Avdaloff-, existen diferentes tipos de insomnio. Está el de conciliación, que corresponde a la dificultad para lograr el sueño. "Habitualmente se considera insomnio cuando el tiempo para quedarse dormido es igual o mayor a una hora", acota el neurólogo. También está el de mantención, que afecta a las personas que inician el sueño de forma adecuada, pero a las pocas horas despiertan y de ahí en adelante tienen un dormir muy superficial. Y por último está el despertar precoz, que lo sufren quienes habitualmente despiertan a una hora determinada y de pronto comienzan a hacerlo antes sin que les dé más sueño.
¿Qué consecuencias tiene un mal dormir? "Son muy graves y la mayoría de las personas no evalúan esa gravedad adecuadamente", enfatiza el especialista en trastornos del sueño. Las más inmediatas -sostiene- son una disminución en la calidad de vida, y la aparición de alteraciones de memoria y concentración. "Si el insomnio es crónico, comienzan a haber cambios en el humor, en el ánimo y lleva, por lo tanto, a un estado depresivo a corto plazo", agrega.
En tanto, los efectos de un desvelo permanente son bastante más serios. "Se ha demostrado que hay una correlación entre el insomnio crónico, y los infartos al miocardio y la hipertensión arterial", afirma Walter Avdaloff, y agrega que además quienes sufren este problema padecen más enfermedades infecciosas, ya que disminuye su inmunidad. "Hay una mayor incidencia de cáncer e incluso la expectativa de vida se ve reducida", sentencia.
Cama flotante: una innovadora soluciónComúnmente el insomnio se trata desde dos frentes: uno farmacológico, que se prolonga por un período de tres o cuatro meses, y uno conductual, que implica que la persona debe cambiar hábitos, mejorar la higiene del sueño y, eventualmente, recurrir a un psiquiatra.
Asimismo, existen un sinnúmero de remedios naturales para combatir la dificultad para dormir, desde tomarse un vaso de leche tibia antes de irse a la cama, hasta aguas de hierbas e infusiones que tienen efectos relajantes.
Sin embargo, en Estados Unidos una empresa de diseño ideó una solución bastante innovadora para terminar con el insomnio: una cama flotante. La firma, que de hecho se llama "The Floating Bed Company" ("La Compañía de la Cama Flotante"), asegura que sus productos -que se asemejan a las carpas teepee de los indios Sioux, pero colgantes- promueven una amplia gama de beneficios para la salud, a la vez que el suave balanceo otorga un mejor dormir.
Según se afirma en su
sitio web, la inusual cama viene con un colchón con espuma viscoelástica (que se adapta a la forma del cuerpo), es durable, resistente a la intemperie (de hecho puede ser colgada dentro o fuera de la casa) y soporta hasta 453 kilos de peso.
Los fabricantes también aseguran que el movimiento flotante -que está inspirado en la manera en que los bebés "flotan" en el vientre materno- crea un efecto calmante, activa una profunda y poderosa relajación e incluso mejora los sueños. Además, aumenta los niveles de energía, mejora la circulación y ayuda a la oxigenación de los pulmones.
"El mecer crea una acción de bombeo que aumenta la circulación entre los discos de la columna y otras articulaciones, bañando tus células de nutrientes frescos. El sistema nervioso reconoce esto y envía señales de placer para animarte a continuar", señala el sitio web.
Y como si esto fuera poco, "The Floating Bed Company" también sostiene que su producto es de gran ayuda para los niños con necesidades especiales, entre ellos los que presentan autismo, síndrome de Asperger y un amplio rango de de dificultades de aprendizaje. Esto porque les sirve como terapia para el sistema vestibular -que se relaciona con el equilibrio y el control espacial- y además les provee de una "zona segura".
A juicio de Walter Avdaloff, la cama flotante como arma para combatir el insomnio es muy similar a otras ideas que han sido creadas con el mismo fin y, en este sentido, recuerda a las camas con colchón de agua. "Todavía por ahí pueden existir, pero ya pasaron al olvido porque en realidad no tenían ningún efecto, no lograban relajar o mejorar el insomnio", afirma.
"Luego aparecieron unas camas que generaban una carga magnética, de tal modo que la persona dormía dentro de un campo magnético. Esto tendría por objeto también modificar la posición del sistema vestibular y con ello se pretendía que las personas durmieran mejor", agrega el neurólogo.
Pero, ¿qué ocurre con las camas flotantes? ¿Serán realmente efectivas? "En algunas personas puede ser, pero en la mayoría es difícil pensarlo", sostiene Walter Avdaloff. Asimismo, añade que hay que considerar que son aparatos difíciles de instalar y que es probable que la pareja de la persona que sufre de insomnio no quiera dormir en ellas.
De esta manera, según el especialista en trastornos del sueño las camas flotantes pueden concebirse como una ayuda para aquellas personas que están al límite de la tolerancia del problema, es decir, que están en un estado emocional muy afectado producto del insomnio y que, por otra parte, no quieren someterse a tratamientos farmacológicos o de tipo conductual.
"A lo mejor para ellos podría ser de alguna utilidad y en especial para aquellos insomnios que no son graves. El insomnio leve probablemente se pueda beneficiar de ellas", concluye.
