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El biomagnetismo, la terapia complementaria que trata enfermedades físicas

Utiliza un par de imanes para erradicar hongos, virus y bacterias que serían el origen de cualquier dolencia.

12 de Noviembre de 2012 | 08:52 | Por Francisca Vargas V.
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www.clinicabiomagnetismo.cl

“La energía biomagnética es nuestra fuerza de vida, tanto como lo es el aire, el agua y la luz del sol”, afirma Alejandro Pizarro, terapeuta en biomagnetismo y bioenergética.

Agrega que es una terapia no invasiva y preventiva, que fundamentalmente ayuda a la restauración de la homeostasis interna de un sistema vivo.

“El biomagnetismo ha demostrado con creces que es una efectiva terapia de sanación. No tiene efectos colaterales, no necesitas medicamentos y tiene muy bajo costo en comparación a la medicina convencional”, detalla.

Según su experiencia, los campos magnéticos aplicados en par en una persona acostada en una camilla, vestida y con zapatos, producen una pequeña corriente eléctrica debajo de la piel, lo suficientemente fuerte como para causar efectos biológicos.

“Un campo magnético atrae y repele las partículas cargadas de la sangre, creando movimiento y calor. Esto dilata los vasos sanguíneos, incrementando la circulación de la sangre y acelerando los procesos de curación y de recuperación. Esto, entre muchos otros beneficios comprobados”, detalla.

Alejandro Pizarro (stratojano@yahoo.es) expone que con la energía que entregan los imanes se provocan cambios en la migración de los iones de calcio, lo que proporcionaría calcio a los huesos y que por otro lado, incrementaría la producción de hormonas de las glándulas endocrinas. Y por si fuera poco, también dice que modifica el pH de los líquidos, reduce el dolor y ayuda a la regeneración de células y nervios.

¿Es posible tanta maravilla? Los terapeutas que entregan esta terapia y sus pacientes afirman que sí.

¿Cómo funciona?

No tiene nada que ver con la magnoterapia que es unipolar y usa imanes de menor potencia. Esta técnica es relativamente nueva aunque en la medicina china y en la antigüedad se conoce sus beneficios hace miles de años.

El biomagnetismo nace en México en 1988. Su precursor es el doctor Isaac Goiz, quien se dio cuenta de la ingerencia que tenían los imanes en el cuerpo, cuando trataba a un paciente desahuciado de VIH-SIDA.

“El descubrió el par biomagnético, al rastrear a través de los pies con un imán de carga negativa, qué le pasaba al paciente en sus diferentes órganos y se encontró con el acortamiento del hemicuerpo derecho, cuando llego al punto del timo, e intuyó que con un imán de carga contraria podía empujar las cargas y neutralizarlas en otro punto del cuerpo, el recto, donde consiguió la igualdad de los miembros inferiores, logrando, por primera vez, curar al primer paciente de VIH SIDA”, declara Francisco Mena, pionero del biomagnetismo en Chile e instructor autorizado por el Dr. Isaac Gooiz Duran.

La técnica, continúa el experto de nacionalidad ecuatoriana, consiste en la aplicación de campos magnéticos de mediana intensidad, que se impactan en lugares específicos del cuerpo, que equilibran el ph, del cual del depende nuestra salud.

“El ph se altera por la presencia de microorganismos patógenos, virus, bacterias, hongos y parásitos, que necesitan de acidosis y alcalosis para sobrevivir”, señala. Entonces, al impactar el par biomagnético se restablece el ph neutro y afirma, que con ello, desaparecerían por completo, los microorganismos, que a su juicio, son los causantes del 98% de la patología humana.

“Usamos pares de imanes de más de 1000 gauss de carga contraria y los ponemos en lugares específicos del cuerpo que logran quitar la acidez, la alcalosis y restablecer la salud. Los virus y hongos patógenos necesitan de acidez para sobrevivir y las bacterias y parásitos necesitan de alcalosis”, detalla. El diagnóstico se hace a través de un test o prueba muscular de la herramienta llamada kinesiología, que se conoce como diagnóstico bioenergético, donde es el propio cuerpo que acusa, dónde se encuentran los pares biomagnéticos o puntos específicos hermanados, en desequilibrio.

Hasta la fecha la revisión se realiza en más de 350. “Ese es el aporte del Dr. Goiz , fue él quien determinó la ubicación de estos pares biomagnéticos y con esa información comienzas a trabajar”, señala el terapeuta Alejandro Pizarro.

Las enfermedades

Francisco Mena, que ha tratado a más de 20.000 pacientes en Ecuador, Chile, Perú, Argentina, Uruguay, Brasil, Suiza y Alemania, explica que para ver resultados se necesitan máximo tres terapias de treinta minutos cada vez y que este tratamiento se complementa con cualquier otra terapia e incluso, con la medicina alópata. Es una técnica eficiente en la prevención y detección de cualquier enfermedad.

“No tiene efectos secundarios y se puede aplicar a todas las personas sin límite de edad. La única contraindicación es en pacientes que han sido o vayan a ser sometidos a la quimioterapia o radioterapia”, declara Los especialistas, señalan que el biomagnetismo es aplicable en cualquier enfermedad, ya que éste detecta su origen biológico o patógeno.

“No es una terapia paliativa sino curativa. Por tanto responde a le ley del todo o nada. El paciente se sana o no”, subraya Mena. En esa línea, las enfermedades que nombra como las más tratadas son cáncer, VIH Sida, artritis, fibromialgia, diabetes, esclerosis, migrañas, lumbalgias, problemas digestivos, infertilidad, herpes, gastritis, colon, problemas pulmonares, digestivos, bronquiales, emocionales y mentales, entre otros.

¿Funciona efectivamente? Al parecer y de acuerdo a los datos que entregan en el Centro doctor Goiz de Chile, el experto mexicano, ha tratado a más de 300.000 pacientes en todo el mundo y ya tiene más de 20.000 “discípulos” trabajando en toda America, Europa y China.

“Sus resultados han sido avalados por varias universidades y ministerios de salud publica en México, España, Ecuador y Cuba, donde en estos dos últimos países se aplica en hospitales de atención primaria”, destaca Francisco Mena.


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