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Sofía Wulf: Las voces católicas que no defienden lo indefendible

La coordinadora de Voces Católicas asegura que ellos no están para defender a la Iglesia, sino para mostrar lo qué realmente es. Reconoce que ésta ha perdido credibilidad, que los abusos en su seno la han golpeado, pero eso no significa que no tenga aún una voz interesante de escuchar.

17 de Enero de 2013 | 08:43 | Por María José Errázuriz L.
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El origen de todo está en la polémica visita que realizó el Papa Benedicto XVI a Inglaterra en septiembre de 2010. En los días previos y durante su estada, decenas de grupos protestaron por su presencia, acusándolo, entre otras cosas, de proteger a los curas pederastas.

Fue entonces cuando un grupo de católicos se organizó y levantó la voz. Así surgió Catholics Voices que hoy tiene su filial en Chile, luego de que el creador de este grupo de laicos, Jack Valero, visitara nuestro país y entusiasmara a algunos a replicar el esfuerzo.

Catholics Voices ya tiene presencia en países como Polonia, México, España y está en proceso de formación en Argentina y otras naciones de la región y parte de su misión está definida en exponer la postura de los laicos frente a los temas que afectan a la Iglesia en su conjunto, no sólo a los sacerdotes y la jerarquía.

La comunicadora Sofía Wulf, coordinadora general de Voces Católicas chilena, aclara de entrada que “nosotros somos una voz autorizada, pero no oficial de la Iglesia” y aunque dice que monseñor Ricardo Ezzati les entregó su apoyo, no son los voceros de la Conferencia Episcopal.

El grupo tiene un directorio conformado, entre otros, por José Francisco Zegers, María Paz Lagos, Carolina Dell´Oro, Luis Hernán Cubillos y Emilio Sahli que vienen de distintas vertientes como Legionarios, Opus Dei, Schoenstatt, cercanos a los jesuitas o simplemente parroquianos. “Somos un grupo absolutamente transversal y lo que nos une es que ninguno tiene problemas con el magisterio de la Iglesia”, dice.

“Todos estamos dispuestos a hablar de nuestra experiencia de fe desde lo personal y mostrar la riqueza que tiene ser católico”, agrega.

-¿Por lo que dices, entonces, estos voceros van a tener una postura contraria al divorcio, aborto y anticonceptivos?
“Sí, porque ellos adhieren al magisterio. El Catecismo nos guía y no tenemos problemas para hablar de él. Hablamos y explicamos lo que dice la Iglesia”.

-Vamos al inicio de todo. ¿Por qué los laicos tienen que sacar la voz hoy?
“Porque desde el Concilio Vaticano II quedó demostrado que el 95% de la Iglesia son los laicos y creemos que ellos tienen muchísimo que comunicar. Hay mucha gente apasionada que quiere comunicar lo que es ser católico y no encuentra las vías para hacerlo, no sabe cómo hacerlo y esta instancia permite participar de la opinión pública con una visión positiva, mostrando qué es la Iglesia en su esencia”.

-La visión que se tiene es que la curia es la ordenadora, regidora y castigadora de la Iglesia.
“Nos ha faltado el espacio y la iniciativa para que los laicos dejemos de ser espectadores. De alguna manera tenemos que entrar a los espacios públicos para decir quiénes somos y mostrar qué es lo que hacemos. La gente no sabe todo lo que hace la Iglesia, es sólo noticia por cosas negativas y Voces Católicas cree que cuando hay crisis, ésta se convierte en una oportunidad, una ventana abierta para poder comunicar qué eres realmente.
“Cuando hay un problema de abuso, la gente quiere saber qué piensa la Iglesia de eso y en esas circunstancias, muchas veces la curia no se pronuncia porque no puede o no quiere, pero la gente está ávida de saber”.

-¿Y qué voz debiera pesar más, la de ustedes o la de la jerarquía?
“No se trata de competencia, de cuál debiera pesar más. Dependiendo del contexto y la situación, de repente es mucho más cercano que, por ejemplo, a un católico casado le hable de matrimonio otro católico casado”.

-¿Ustedes podrán tener una voz crítica de la curia?
“No necesariamente crítica, se trata de hablar de la Iglesia y su pensamiento…Tú apuntas a los temas de ahora, pero en eso estamos claro: nunca hay que defender lo indefendible. Si es que hay que dar nuestra opinión como católicos lo vamos a hacer, pero lo importante es tener claro que nosotros somos un servicio y nos ponemos al servicio de los medios de comunicación para hablar de diversos temas porque nosotros entendemos sus tiempos. También somos un servicio a la Iglesia cuando ella no puede hablar”.

-En estos tiempos, ¿la Iglesia necesita defensa?
“Más que defensa, hay que tener presente que la Iglesia ha tenido una crisis de credibilidad y ese es el tema de hoy. Es una crisis que todos sabemos que existe y además porque la credibilidad te la da la gente, no te la otorgas a ti mismo. La credibilidad se construye en base a una imagen y ella ha sido mala por la falta de transparencia. Hoy por hoy, la misión de Voces Católicas no es defender la Iglesia, sino mostrar qué es la Iglesia”.

-¿La caída de católicos en Chile y en el mundo es sólo por un problema de credibilidad o prestigio o porque el mundo es cada vez menos espiritual?
“Hay un conjunto de cosas. Hay encuestas que muestran que el tema de los abusos ha golpeado fuerte a la Iglesia, pero también es cierto que las sociedades que están en vías de desarrollo tienden a secularizarse cada vez más, son más individualistas. Es una tendencia mundial que el hombre se va alejando de Dios, pero eso no quiere decir que la Iglesia haya dejado de tener una voz interesante de escuchar; ella tiene una sabiduría de más de 2 mil años, sabe lo que es el hombre en su esencia y qué es lo que lo hace feliz. Por eso tiene la autoridad para hablar en los espacios públicos”.

-¿Los enemigos de la Iglesia son los mismos curas, los evangélicos, quiénes?
“La Iglesia no tiene enemigos; y si me lo preguntas, somos, a veces, los mismos miembros de la Iglesia que no sabemos transmitir el mensaje original”.

-¿Genera ruido que en la curia haya tantas voces diferentes; los Opus Dei o los jesuitas?
“Creo que Voces Católicas tiene esta gran misión que es aunar las voces, intentar ser un espacio en el que caben todos, en que se demuestre que la Iglesia es transversal y que estas divisiones son ficticias. A todos nos une la misma misión que es llevar a Cristo a todos los lugares; todos debemos remar para el mismo lado”.

-¿Hay que hacer un mea culpa por la forma como la curia ha llevado el tema de la pedofilia y homosexualidad en sus filas?
“Creo que el mea culpa se ha hecho. El Papa Benedicto XVI en su carta a los irlandeses fue súper tajante para decirlo…”

-¿Y la curia chilena?
“La Iglesia se está reformando constantemente. Esto ha sido un proceso durísimo y para nosotros, los católicos nos duele muchísimo, porque alguien de la familia ha fallado. Por eso decimos que no se puede justificar lo injustificable, no es aceptable lo que pasó, que no vuelva a suceder y si eso ocurre, que los protocolos funcionen”.

-La percepción es que la Iglesia igual está al debe, que no ha sido lo suficiente acogedora con las víctimas.
“Falta, tenemos mucho por hacer, porque además como católicos sabemos que Cristo siempre estuvo del lado de los más débiles, que hay que acoger a las víctimas, que hay que saber pedir misión. La Iglesia de a poco, ha ido aprendiendo, y como dijo monseñor Ezzati hace poco: la verdad nos hará libre. Queremos que esto se transparente y se limpie y eso lo reclamos los laicos.
“Se han cometidos errores en el camino, estamos aprendiendo, pero la Iglesia puede convertirse en un referente para otras instituciones respecto de la forma cómo reaccionar frente a casos de abusos; la Iglesia va en avanzada”.

-¿La Iglesia chilena siempre ha estado conflictuada entre lo que se llama la ética social y la ética moral y hoy se explica el desencanto por haber cambiado la primera por la segunda?
“La Iglesia no habla de un tema y deja de hablar de otro; en distintos momentos pone diferentes énfasis como derechos humanos, sueldo ético, indulto a los presos, aborto terapéutico, género. No es que la Iglesia hable de una cosa y nunca de la otra; estamos siempre viendo hacia dónde van los tiempos, qué es lo que se está conversando y qué opinión debe dar sobre el hombre”.

-¿La Iglesia va acorde con los tiempos? Muchos apuntan a que no va a la par con el mundo en temas como diversidad sexual, anticoncepción.
“La Iglesia no tiene que amoldarse a las modas del mundo; la Iglesia habla de un ideal de hombre y del camino de felicidad que quiere para él; cree que todos los hombres pueden ser santos, es decir, están llamados a llegar a cielo, que hay una vida en el más allá. En el fondo, la Iglesia no busca caerle bien a la gente por asumir una postura popular. No, la Iglesia busca la felicidad del hombre y tiene certeza, por su sabiduría, de que lo va a hacer feliz es un camino difícil, pero heroico. Propone un ideal que no es fácil, es un desafío de perfección para el hombre”.

-La Unión Pío X celebra misas pre Concilio, en latín. Uno de sus miembros dice que la Iglesia chilena se llenó tanto de Hogares de Cristo o Techos para Chile, que la gente busca la espiritualidad en el yoga. ¿Es así?
“Son cosas distintas. La opción por los pobres es algo que Cristo nos enseñó, pero el hombre es un ser trascendente y eso lo va a buscar en la Iglesia o en el yoga. No son cosas incompatibles, el hombre puede encontrar a Dios entregándose al otro como reflexionando en el silencio. Todos los caminos te pueden llevar a lo mismo.
“Lo que tiene que hacer la Iglesia hoy es reencantar y en eso tenemos mucho que hacer”.
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