José Miguel Pérez, El Mercurio
¿Te ha ocurrido que te alojas en un hotel y a la hora de dejar la habitación pones en tu maleta jabones, shampoo o cualquier otra cosa que, a tu juicio, no está mal llevarse ya que sientes que "pagaste" por ellas?
¿O quizás estando en tu casa te das cuenta de que tu vecino tiene WiFi sin clave secreta y comienzas a utilizarla porque estás convencido de que no estás haciendo nada malo?
Precisamente los dos ejemplos anteriores son los que lideran el ranking elaborado por una empresa británica, respecto a los ítems que las personas más "roban" sin sentirse culpables de hacerlo. Según informó el periódico Daily Mail, también forman parte de la lista lápices de tiendas y fruta de los supermercados.
Para realizar el sondeo, Paintballing.co.uk entrevistó a 1.000 adultos, preguntándoles sobre lo que ellos sentían que podían robar sin sentir cargo de conciencia.
Los resultados arrojaron que un 90% de los encuestados consideraba "normal" llevarse cosas de las piezas de los hoteles, mientras que un 88% creía "aceptable" hacer uso de la red de internet de un vecino, si ésta no tenía clave de acceso.
El tercer y cuarto lugar del ranking de objetos "aceptables" de sustraer, fue ocupado por los condimentos que ponen en los restaurantes y vasos de cervezas de los pub, respectivamente.
La oficina también es un lugar donde las personas se apoderan de objetos sin pensar que está mal. De hecho, un 27% de los participantes en el sondeo admitió que tomar lápices, blocks de notas y sobres es una conducta común en ellos. Asimismo, cerca de un cuarto de los encuestados confesó "robar" té o café a sus compañeros de trabajo.
Por otra parte, un 17% afirmó que al entrar en tiendas de dulces de autoservicio (aquellas en las que los propios clientes van sacando, para luego pasar por la caja), muchas veces toman caramelos y no los pagan. Además, alrededor de una persona en 10 confesó probar frutas en los supermercados y no cancelarlas.
El ranking es completado por lápices de tiendas y flores de los parques, en los puestos nueve y 10 respectivamente.
"A todas las personas les gustan las cosas gratuitas, pero al parecer las líneas entre lo que se considera un regalo de cortesía y lo que es propiedad de otra persona, no siempre son claras", señaló -a modo de conclusión- un vocero de la empresa que realizó el sondeo.
