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Vacunarse contra el Virus Papiloma Humano igual obliga a hacerse el PAP

Quienes están vacunadas, no deben confiarse y dejar de realizarse el examen citológico de forma anual. "Vacunación y tamizaje no se excluyen, sino que son totalmente complementarios", dice un experto.

11 de Octubre de 2013 | 16:15 | Por M. Francisca Prieto, Emol
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EFE
"El 10% de la población mundial está infectada. Se sabe que el 50% de hombres y mujeres en algún momento van a desarrollar una enfermedad ligada a él. Desafortunadamente, la mayoría de las mujeres al llegar a los 50 años van a padecer alguna de ellas".

Las palabras son de Miguel Cashat, Director Médico Regional de Vacunas para América Latina y el Caribe de Merck/MSD, y se refieren al renombrado Virus del Papiloma Humano (VPH), considerado como la infección de transmisión sexual más común a nivel global y responsable de una gran gama de males, de los cuales el más conocido es el cáncer cervicouterino, que en algunos países ocupa el segundo lugar entre las causas de muertes femeninas después del cáncer de mama.

"La gran diferencia es que en éste (el cáncer cervicouterino) hay medidas que se pueden tomar para evitarlo", afirma el especialista. ¿Cuáles son? La vacunación y el tamizaje o Papanicolau, la "pareja ideal" como la llama Cashat. "No se excluyen, sino que son totalmente complementarios", enfatiza, ante la posibilidad de que quienes estén vacunadas se sientan más confiadas y dejen de realizarse el examen citológico de forma anual.

Actualmente existen dos vacunas contra el VPH -Gardasil, de Merck/MSD, y Cevarix, de Glaxosmithkline-, las cuales previenen contra dos de los virus papiloma más frecuentes (16 y 18) y que están asociados a cánceres en un 70%. Sin embargo, pronto se dispondrá de una nueva con una cobertura mayor.

"Merck/MSD se ha enfocado a desarrollar una nueva vacuna, que ya está en fase 3, que es nonavalente. Tiene siete tipos oncogénicos, es decir, asociados a cáncer, más dos que están asociados a verrugas genitales", cuenta Cashat.

"Será un avance muy importante", opina el especialista, y augura que generará "un gran precedente", tal como ocurrió con la introducción de la primera vacuna contra el VPH en 2006.

La más cuestionada

Miguel Cashat -quien expuso en el XI Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud que tuvo lugar en Boston, Estados Unidos- afirma que América Latina es una de las zonas del mundo donde las vacunas contra el VPH se han adoptado más rápidamente en forma pública. México, Panamá, Puerto Rico, varias islas del Caribe, Perú, Colombia, Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil son algunos ejemplos de ello. "Es algo que nos debe hacer sentir orgullosos como región", sostiene el infectólogo. No obstante, el experto agrega que también han sido muy cuestionadas por los grupos antivacunas, a pesar de que han sido de las más vigiladas en la historia de las vacunas. "Al día de hoy no ha habido un solo caso de evento adverso serio, grave, que sea atribuible a su aplicación", asegura.

Cabe recordar que en junio pasado, el Ministerio de Salud de Japón decidió suspender la recomendación de las vacunas contra el VPH , a raíz de que algunas adolescentes presentaron dolores corporales luego de la inyección. Según Cashat, detrás de esa medida estuvo la presión de los grupos antivacunas, "muy fuertes" en el país oriental, que obligaron a las autoridades a crear un comité para evaluar la efectividad de ellas.

"En ese proceso decidieron no recomendar proactivamente la vacunación (…) Y lo que están haciendo actualmente es hacer una revisión de toda la evidencia científica", explica el especialista, quien recuerda que las vacunas ya han sido respaldadas por importantes organismos.

"La Organización Mundial de la Salud sacó hace algunas semanas una declaración sobre las vacunas de VPH. Y está por publicarse un análisis que hizo la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), que básicamente ratifica la seguridad de ellas. El CDC también ha sido muy claro, porque aquí lo importante más allá de todas las presiones, es revisar la evidencia científica", enfatiza.

Excelentes resultados

Miguel Cashat sostiene que, al contrario de lo ocurrido en Japón, en muchos otros países hay reportes que aseguran que las vacunas contra el VPH son efectivas. En este sentido, el médico pone como ejemplo a Estados Unidos, país que comenzó a aplicarlas en 2006 a niñas que no habían iniciado su vida sexual, pero con una cobertura muy baja, ya que no eran obligatorias.

"Sin embargo, análisis de algunas organizaciones médicas demostraron que el impacto de las vacunas ha sido realmente asombroso: en el 50% de la población femenina que fue estudiada se logró detener el virus del papiloma humano", dice el especialista, y añade que eso motivó a que los niños también comenzaran a ser vacunados. ¿La razón? Los hombres son portadores asintomáticos del virus.

En tanto, en Australia, las vacunas fueron implementadas en 2007 en un programa que inicialmente incluyó a las mujeres con vida sexual activa y a las niñas. "Recientemente salió publicado en la revista Journal of Medicine un recopilado de estos prácticamente seis años de seguimiento. Los resultados que ha habido son realmente sorprendentes: una reducción casi a cero de las verrugas genitales e incluso se ha observado reducción en las lesiones que anteceden al cáncer cervicouterino", concluye.
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