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El secreto de los besos: la forma de testear al otro

Son símbolos de cariño, deseo y afecto, pero también una poderosa forma de “testear” químicamente a nuestro compañero. Averigua por qué.

08 de Noviembre de 2013 | 16:01 | Emol
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Un beso apasionado entre dos amantes es un acto de amor, entrega y el medio ideal, para manifestar el deseo de amar y ser amado. Besamos y nos parece la forma más natural de comunicación y contacto entre dos personas que se aman.

Sin embargo, al comenzar una relación, el primer beso será decisivo. Si besas bien caerás en un paraíso. Pero si sucede todo lo contrario, y la química del intercambio de fluidos, sensaciones y emociones no te llega ¡uf! mejor será, que pase el siguiente.

¿Existirán malos besadores? ¿O el beso es algo más que un contacto íntimo? Un estudio reciente de la Universidad de Oxford, publicados en la revista Archives of Sexual Behaviour (www.springer.com) perteneciente a la Academia Internacional de Investigación Sexual, sugiere que besar ayuda a dimensionar al candidato o candidata.

Es decir, que a través de los primeros besos, las personas harían una especie de casting de apareamiento. Por tanto, no existirían malos besadores.

El equipo de Oxford para entregar estas revelaciones, realizó una encuesta por internet a 900 adultos y descubrió que el beso ayuda a las personas a juzgar la calidad del otro a través del gusto, el olfato y la salud física.

“La atracción inicial puede incluir cara, cuerpo y convenciones sociales, pero que la evaluación se va haciendo cada vez más íntima en la medida que nos adentramos en las etapas del cortejo, hasta que se llega el beso", declaró el profesor Robin Dunbar, del departamento de psicología experimental de la Universidad de Oxford, a la BBC Mundo.

Además, determinaron que el beso es crucial para dar inicio al sexo en relaciones cortas y en varios momentos durante cualquier relación a largo plazo, lo cual es más avalado por las mujeres que por ellos.

Los expertos explicaron también que esta alta valoración se debe a que los besos fueron calificados como el medio más rápido para aumentar los sentimientos y mantener los lazos de la pareja, ya que son descritos como una forma “sencilla” de comunicación y amplificación del afecto y el apego. Y, aunque suene extraño, los besos resultaron ser más importantes que el sexo en relaciones de calidad.

Ante estos hallazgos, los investigadores comprobaron que aunque los besos producen excitación, la excitación no parece ser lo que lleve a la gente a seguir besándose.

Aparte, la investigación concluyó que los hombres y las mujeres que eran más atractivos y con más encuentros sexuales ocasionales en el cuerpo, eran más selectivos a la hora de escoger pareja.

"Depende de la mano de póker que tengas. Si tienes una mano muy fuerte, puedes permitirte ser mucho más exigente y quisquilloso cuando se trata de parejas candidatas", señaló el experto.

¿Qué es un beso?

Para la psicóloga, Claudia Badilla Piñeiro de la Clínica Ciudad del Mar y especialista en neuropsicología, un ósculo es una conducta que involucra una participación de factores neurobiológicos, psicológicos y socio culturales.

“La neuropsicología revela que zona oral representa una importante región sensitiva de nuestro cuerpo, mediante ella percibimos una serie de sensaciones de distinta modalidad sensorial, gracias a sus terminaciones nerviosas que conducen información del entorno a nuestro cerebro”, dice.

Desde esa perspectiva, explica que los besos permiten activar circuitos cerebrales y se produce una secreción de sustancias involucradas en el comportamiento romántico, es decir, en la forma que pensamos, sentimos y actuamos en relación a un otro por el que se siente atracción.

“Es así como por ejemplo, se plantea que los besos estimulan un aumento de testosterona que alimenta el deseo sexual y lo mismo pasada con la producción de adrenalina y noradrenalina, que tienen que ver con la activación del organismo que se orienta a la búsqueda del otro y de experiencias sensuales”, detalla.

Aparte los besos en la interacción de la pareja, según opina la experta, estimulan la dopamina y oxitocina también secretadas que se relacionan con la posibilidad de experimentar placer y que favorece el establecimiento de relaciones de pareja.

“También se ha planteado que estimula la feniletilamina, llamada la ‘hormona del amor’, porque tiene que ver con la sensación de bienestar, comodidad y confianza con el otro que favorece el deseo de permanecer juntos en el tiempo”, afirma la psicóloga.

¿Para qué sirven?

En un sentido evolutivo, Claudia Badilla indica que los besos favorecen la conducta sexual y asegura la procreación. Ahora como conducta, corrobora la aseveración de Oxford, en el entendido que activan una respuesta en el organismo que favorece el inicio y mantención de la interacción, comunicación y erotización de la relación de pareja.

Y en ese sentido, revela que ayudan a reactivar emociones en una relación que ha logrado estabilidad en el tiempo. “Las endorfinas liberadas en el beso ayudan a regular el ánimo, la ansiedad y proporcionar sensación de bienestar. Algunas personas refieren que calma la necesidad de sentirse aceptado y perteneciente, proporcionando seguridad”, subraya.

Ahora si uno se considera o le han dicho que es un mal besador, además de revisar la relación propone:
- Cuidar higiene bucal, aliento.
- Estimular el contacto corporal durante un beso.
- Centrarse en lo sensorial más que en pensar en el aspecto técnico o mecánica del beso.
- Buscar ese contacto favorecerá establecer sintonía con el otro.

“Eso es lo que finalmente guiará el estilo y duración de este encuentro con esa persona en particular”, recomienda.
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