Dicen que errar es humano y errores cometemos a diario en cosas tan simples y sencillas como marcar mal una tecla del teléfono, lo bueno es que estos errores casi no tienen consecuencias y digo casi porque hasta divorcios hay por “errores” de este tipo.
Cosas cotidianas como tragarse un botón por la noche en vez del medicamento, ponerse la ropa al revés o incluso errores que, sin querer, cuestan la propia vida o la ajena se producen a diario en cada rincón del planeta. Por estos ejemplos, decimos que hay errores y errores.
El ámbito de la medicina tampoco se escapa de los errores, pero primero que todo es importante hacer la diferencia entre cometer un error y una imprudencia. Esta última es grave y suele ser por una acción temeraria; por ejemplo, aplicar silicona líquida de relleno en alguna zona de cuerpo cuando no hace falta ser un erudito para saber que es un productos peligroso y no autorizado para esos fines, porque si en su momento ve bien con el paso del tiempo se generan graves trastornos en el cuerpo.
¿Otro tipo de errores? Los que se comenten con el manejo del volumen. Como siempre les digo y mantengo mi opinión… menos es más. Esto significa que exagerar un resultado solo le resta naturalidad y calidad.
Cierto es que con paso el paso de los años se produce una atrofia de los tejidos que reduce el volumen en ciertas zonas, lo que junto a las arrugas es un signo de envejecimiento, y ante esto miles de mujeres de someten a tratamientos donde el exceso en los labios, pómulos y busto, es el mayor error.
Cuando lo que interesa es rejuvenecer, el reponer estos volumen perdido es la clave y de vital importancia en el tratamiento, pero ¡cuidado! Sin exageraciones.
Afortunadamente hoy en día la mayoría del aumento se hace con un producto que tenemos en nuestros tejidos y el famoso ácido hialurónico. Si se coloca en exceso solo hay esperar unos meses para que se reabsorba o bien aplicar una enzima, la hialuronidasa, que disuelve el exceso en solo un par de horas.
En errores quirúrgicos, son comunes los que suceden en una lipoaspiración. Hay casos que terminan con muchas irregularidades y flacidez ya que la piel que se trabajó no tenía la elasticidad suficiente, o tenía embarazos anteriores, etc.
Como solución sólo queda someterse a otro tratamiento para quitar la piel sobrante, pero lo mejor, para que no se cometa este error, es que el cirujano calibre muy bien la elasticidad de la piel de la paciente para así escoger la técnica quirúrgica más apropiada. En resumen ¿solución a errores?
A afortunadamente muchas, pero lo mejor es disfrutar de la juventud, belleza y estética al igual que del alcohol, el chocolate o la buena mesa: con moderación. Siempre son malos los excesos.
Saludos, Dr. Héctor Valdés