SANTIAGO.- No una, ni dos ni tres. Fueron 44 los motivos escritos por una madre en un blog sobre temas de hijos, en el que explicaba por qué su hija había tenido una pataleta tras otra en un solo día.
La mujer, que escribe en Babyology.com.au bajo el seudónimo de Jenna Gallina, aseguró que le encantaría poder decir que inventó los 44 motivos, pero al parecer, estos fueron reales y tuvo que aprender a sobrellevarlos durante esa jornada.
“El pasatiempo favorito de mi hija es gritarme. Pero en lugar de frustrarme por sus exigencias y llantos, decidí estudiar su comportamiento. Cada vez que pataleaba, lloraba, gritaba o pateaba en el suelo, escribía el ‘por qué’”, señaló la mujer antes de entregar la extensa lista:
1. Quería usar la polera de Frozen (que estaba en la pila de ropa sucia).
2. Se puso los calzones al revés.
3. Puse el episodio equivocado de Frutillita.
4. No le serví el desayuno lo suficientemente rápido.
5. No quería cereal, quería avena.
6. Le serví la avena en un plato equivocado. La quería en el pocillo del cereal que no comió.
7. Se manchó con avena las rodillas.
8. Quería usar una chuchara más chica.
9. Le di una frazada amarilla en lugar de una rosada.
10. Quería ponerse el vestido de Frozen en lugar de usar la polera.
11. Hoy no es su cumpleaños.
12. Su cinturón la hacía sentir incómoda.
13. Su hermano la encerró en el auto.
14. El gato no dejó que le tirara la cola.
15. No pudo abrir el envase de su chocolate.
16. Abrí el envase del chocolate mal.
17. EL chocolate se rompió en dos.
18. Pintó por error el vestido de Cenicienta de otro color, en lugar de azul.
19. Me senté sobre su amigo imaginario.
20. Se puso los zapatos en los pies equivocados.
21. Se acabó Pepa Pig.
22. Corté su sándwich en triángulos.
23. Corté su segundo sándwich en cuadrados.
24. No la dejé jugar en el auto.
25. Le sugerí que durmiera siesta.
26. Tiró su sombrero por la carretera.
27. No la dejé contestar el teléfono.
28. Me senté en el lugar equivocado del sillón.
29. Comenzó a llover.
30. Tuve que hacer la cena.
31. Su hermano le habló.
32. Derramó su agua.
33. Usé la toalla roja para limpiar en lugar de la rosada.
34. Me bañé sin ella.
35. Ayudé a su hermano con su tarea.
36. Se perdió el zapato de su muñeca.
37. Le sugerí que tomara un baño.
38. Le pedí que saliera de la tina.
39. La toalla le picaba.
40. Su hermano se puso pijama más rápido que ella.
41. Le leí un cuento y cambié mal de página.
42. Se cayó su oso de la cama.
43. No le rasqué su brazo de forma apropiada.
44. Bostecé.
La próxima vez que tu hijo o hija (…) grite corriendo por toda la casa porque no le cortaste como quería su sándwich, recuerda que somos un universo de padres que se dedica a cortarles los bordes del pan mientras silenciosamente maldecimos al cielo y esperamos que pase rápido esta etapa (…) Pero incluso la peor de las pataletas vale la pena luego de un simple beso y un ‘te quiero, mami’”, concluyó.
