¿Te has preguntado por qué te resfrías constantemente o las razones de que tu cabello esté reseco y quebradizo? Una de las causas es la mala nutrición de la vida actual, lo cual repercute en distintos aspectos de nuestro bienestar.
"Vivimos en un mundo en el que lo normal es estar mal alimentado", afirmó hace poco Lawrence Haddad, del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, al presentar el estudio "Global Nutrition Report". Según el informe, cada vez más países combaten el sobrepeso y la malnutrición, y una de cada tres personas sufre alguna deficiencia en su alimentación.
Los estilos de vida actuales parecen conjurar contra la buena alimentación, con productos altamente procesados, y donde el consumo de vitaminas y nutrientes es deficiente.
Esto ha llevado a la tendencia en países desarrollados a consumir suplementos alimenticios, una costumbre cada vez más fuerte en Estados Unidos y Europa. En esta última existen tiendas como las herbolarias, que venden suplementos alimenticios, semillas y fibras.
El suplemento es tomado como un complemento de la alimentación. No es un medicamento ni un remedio para enfermedades, pese a que a veces se presente en cápsulas o jarabe.
Un suplemento alimenticio está compuesto por ingredientes que se extraen de alimentos y plantas.
¿Cuándo son recomendables? Se deben tomar cuando vemos que nuestra alimentación es deficiente y no aporta los nutrientes necesarios para mantener en buenas condiciones nuestra salud.
Asimismo, cuando tenemos antecedentes familiares con determinadas patologías, podemos disminuir el riesgo de padecerlas consumiendo suplementos alimenticios que ayudan a prevenirlas (no a curarlas). Un ejemplo es el ajo desodorizado, que mejora la circulación sanguínea y disminuye el riesgo de infarto. También está el colágeno para reducir la incidencia de problemas articulares en las rodillas.
Para retardar procesos de envejecimiento prematuro del organismo y la piel, está el
maqui que actúa como antioxidante para proteger a las células del ataque degenerativo de los radicales libres.
Para defender al organismo ante situaciones vulnerables como resfríos en invierno y contaminación ambiental, nuevos ingredientes como la levadura de pan, se suman al propóleo y vitamina C para fortalecer las defensas.
También existen suplementos para afrontar situaciones estresantes y exigentes para el organismo como el cansancio laboral o los deportes. Energizantes como el guaraná y adaptógenos como schizandra, permiten adaptarse al entorno y aumentar la resistencia.
Hasta hace un par de décadas sólo consumíamos suplementos de vitamina C y calcio. La globalización permitió integrar en nuestra alimentación ingredientes nativos y otros que provienen de distintas partes del mundo, especialmente de oriente, recogiendo métodos probados en esas regiones.
En la agitada vida actual, debemos tratar de compatibilizar una buena alimentación, beber agua, hacer ejercicio y descansar para que nuestro organismo tenga buenas condiciones de funcionamiento y reparación, que permitan una vida extensa y también saludable.
Saludos,
Orlando Araneda, químico farmacéutico de ANC American Nutrition (www.ancnatural.cl).
