SANTIAGO.- Wyatt Gillette nació el 15 de agosto de 2008 y a los cuatro años fue diagnosticado con un raro desorden genético llamado síndrome de Aicardi Goutières, que afecta el cerebro, el sistema inmune y la piel, causado varios problemas médicos, como convulsiones y falla en sus riñones.
De esta manera, durante gran parte de su vida este niño fue un luchador, aunque el mal que padecía ganó la batalla final el domingo recién pasado.
Sin embargo, antes de morir, Wyatt pudo hacer realidad el sueño de su corta vida: convertirse en un marine.
El 30 de julio, un día antes de fallecer, el niño fue llevado hasta Camp Pendleton, en California, donde frente a decenas de marines fue honrado con el águila, el globo y el ancla, el emblema que representa a estos soldados, mientras sus padres lo observaban con orgullo.
El nombramiento honorario de Wyatt se logró luego de que el marine Anthony North levantara una petición en Change.org. Su solicitud alcanzó más de 4 mil firmas.
"De verdad siento que Wyatt ha enfrentado más dificultades que las que cualquier marine ha pasado y por eso se le debería dar el título", escribió North en la petición. "He visto más marines que se unen a causa de él y siento que se ha ganado el derecho de estar entre las mejores fuerzas del combate del mundo" agregó.
Por su parte, el general Robert Neller, comandante del Cuerpo de Marines, destacó la fortaleza del niño. "Espero que este pequeño gesto dé a Wyatt y a su familia un poco de alegría durante la tremenda batalla", declaró el uniformado.
El título recibido por Wyatt solo es otorgado a unas pocas personas cada año y es un reconocimiento a los civiles que han hecho contribuciones extraordinarias al Cuerpo de Marines.
