SANTIAGO.- Un macabro caso de bullying afectó a Kayden Culp, un niño de 10 años con autismo de Kerrville (Texas, EE.UU.), que fue víctima de un brutal ataque por parte de a quien él consideraba sus "amigos".
Todo ocurrió el domingo pasado, cuando Kayden y otros niños jugaban en el parque. De pronto, un joven se acercó a él y lo roció con bencina, mientras que otro le prendió fuego. El niño quedó con quemaduras en más del 20% de su cuerpo y se encuentra luchando por su vida.
Tristyn Hatchett, la madre de Kayden, ha asegurado a diversos medios que el ataque fue premeditado. "Los demás niños que estaban ahí han estado diciendo en el colegio que no fue un accidente, que fue intencional", declaró la mujer.
"Mi hijo es especial, era ruidoso y le gustaba divertirse. Él creía que los otros niños eran sus amigos, pero ellos se burlaban de él. Comúnmente era víctima de bromas, pero él seguía jugando con ellos", explicó Tristyn al Houston Chronicle.
Alike Richardson, tía de Kayden, confirmó que su sobrino sufría bullying posiblemente porque tenía problemas de lenguaje, discapacidad auditiva y otros problemas de comportamiento.
"Se reían de él. Lo golpeaban cada vez que iba a Carver Park. Así era. Los niños son realmente crueles", declaró al local My San Antonio.
Kayden se encuentra en un coma inducido y ayer tuvo un mal día, ya que sus órganos están fallando. Según informó su madre, el niño está "sufriendo de infecciones y está siendo medicado para estabilizar su corazón"
En tanto, anoche, el jefe de bomberos de Kerrville afirmó que un niño fue detenido y acusado de incendio premeditado en primer grado. Agregó que el joven, cuya identidad ha sido mantenida en reserva, es "responsable de causar quemaduras severas a la víctima".
