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Pesa tu vida: No te enfoques en el síntoma y dale valor a la causa

Nuestra bloguera Denisse Fuentes asegura que la anorexia se puede prevenir y, si ya está, se puede curar y sanar, si se le da la verdadera importancia a la causa, ya que es ahí donde están las respuestas de todos los porqué y para qué.

07 de Octubre de 2016 | 15:02 | Por Denisse Fuentes
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Fotobanco
"La anorexia infantil ya está aquí". Si han seguido mi historia y mis columnas, saben que este titular capturó mi atención. Más aún, porque una de las tantas actividades que hago consiste en realizar charlas de imagen saludable en diferentes colegios, a niños de octavo básico a II año medio. Pero en el artículo no hablaban de niños de 12 o 13 años, sino que de pequeños de 6 o 7 años.

La nota de la "Revista Ya" partía con la historia de Isidora, un caso que se me hizo muy familiar, porque los patrones, conductas y similitudes que presentan las personas que hemos padecido o padecen este tipo de enfermedades, son muy similares y se repiten casi siempre.

Diferentes expertos hablaban del caso de Isidora y de otros niños a los que les ha tocado tratar. Opinaban de lo preocupante y alarmante que se ha vuelto este tema en nuestros días, de la necesidad de prevenir, de que se hagan estudios, del importante incremento en niños -ya que antes se presentaba más en mujeres-, de lo transversal que se ha vuelto.

Atrás quedaron los mitos de que es una enfermedad solo del nivel socioeconómico alto, ya que hoy se presenta de la misma manera en una niña que se va de vacaciones a Disney, como en otra que sueña con hacerlo.

Los profesionales citados en el artículo intentaban generar conciencia y resaltar la importancia de estos trastornos. Hacían referencia a los estudios que tienen otros países y criticaban que la sociedad ve el exitismo ligado a una delgadez extrema, por lo que es imposible de alcanzar de la mano de la salud.

Comparto y me sumo a cada una de sus palabras, y a medida que sigo avanzando y continúo leyendo, no me quedo solo con la frase del patrón de la niña o niño anoréxico, sino que me quedo con la historia de Isidora, esa niña que con poquitos años de vida empezó a vivir en la soledad y tristeza de esta enfermedad. No puedo dejar de citar una frase que para mí dice todo: "Isidora había encontrado en el control exagerado de su alimentación y obsesión por las calorías, la respuesta a su angustia".

Sí, porque más allá del perfil de un niño anoréxico, de las teorías, de sus consecuencias y tratamientos, de sus por qué y para qué, lo importante no es situarse en el síntoma, sino en la causa. Ya que si nos situamos y focalizamos solo en el síntoma, solo vamos a hacer más grande una enfermedad que de por sí sola ya es bastante imponente y protagonista, dejándote prácticamente sin identidad.

Y es ahí donde me duele, porque no puedo dejar de recordar años en los que deambulé de un tratamiento a otro, de un especialista a otro, de una hospitalización clínica al terror de una psiquiátrica. Y no puede dejar de doler y no puedo dejar de llorar, ya que fueron años terribles, donde no se me veía, ni se me escuchaba, donde todo lo que de mí salía era cuestionado, porque no se me creía nada. Ya que la maldita adicción y obsesión por restringirme la vida a través de la comida, me había llevado a mentir mucho.

Menos mal, todas las mentiras se referían a temas de alimentación porque lo demás era todo genuino y real. Seguía con el mismo corazón puro, inocente y noble con el que mis papás me dieron la vida, solo que no se me veía, porque las personas solo veían mi síntoma y no mi causa.

Sé que todos los profesionales por los que pasé trataron de dar lo mejor dentro de sus capacidades. Se equivocaron, sí, pero ¿quién soy yo para juzgar? Además, ese era el camino que tenía que recorrer, ya que gracias a esas equivocaciones es que yo decidí pararme y decir "alto, ya no más. No soy un ente, soy un ser humano. Y aquí está mi voz y este es mi límite. Ahora me toca a mí diagnosticar, sanar y curar. Ya que fue mi decisión trabajar en la causa y dejarle el síntoma a la teoría y a la ciencia".

La anorexia infantil, la anorexia masculina, femenina, la anorexia en sí se puede prevenir y, si ya está, se puede curar y sanar si dejamos de enfocar y engrandecer el síntoma, y le damos valor, importancia y lugar a la causa, ya que es ahí donde está el por qué y sus respuestas a todos esos para qué.

Si pudiera hacer una analogía, diría que la anorexia es como el Titanic, que se empezó a hundir cuando chocó con un iceberg, pero el iceberg siempre estuvo ahí.

Denisse Fuentes, Fundadora & Directora Fundación "Pesa Tu Vida" (www.pesatuvida.cl; Facebook: Pesa Tu Vida; Twitter: @PesaTuVida/@D_FUENTESE; Instagram: Pesa Tu Vida/Denisse.fuentes.e); autora de "La Dieta de la Muerte"; Joven Líder 2015; Diplomada Internacional en Coaching Neurolingüístico.
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