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Siete cosas que debes hacer si visitas Alto del Carmen

Si buscas tranquilidad y una completa desconexión con el mundo, tu lugar es Alto del Carmen, Región de Atacama, donde podrás descansar y disfrutar del turismo vivencial.

20 de Diciembre de 2016 | 17:34 | EMOL
ATACAMA.- Alto del Carmen es una comuna de Chile ubicada en el Valle del Huasco. El lugar destaca por su tranquilidad y por el turismo vivencial, que invita a las personas a experimentar un destino de la mano de sus pobladores, viviendo en primera persona sus tradiciones y su cultura.

Si visitas la zona (idealmente en auto), los siguientes son algunos de los imperdibles.

1. Aprender a ordeñar cabras en Tambo Huasco Alto



Si alguna vez te preguntaste cómo es ordeñar una cabra debes, sí o sí, visitar la propiedad de Alejandra Araya en Alto del Carmen.

Además de conocer sus simpáticas cabritas (todas tienen nombres y, según su dueña, creen que son niñas pequeñas) podrás degustar las mermeladas y el queso que ella y su familia preparan de forma artesanal.

Si te hospedas con ella podrás, además, comer huevos frescos de campo al desayuno y jugo de alguna de las muchas frutas que producen sus árboles.

2. Probar el pajarete artesanal que se produce en San Félix


El pajarete es uno de los vinos más antiguos con denominación de origen de América; es dulce y, en el caso de Chile, solo se produce en las regiones del norte (Atacama y Coquimbo).


En San Félix es producido por la gente de la cooperativa Glaciares del Alto, quienes además cuentan con un museo donde podrás conocer todo lo referente a la llegada del pajarete a nuestro país y algunos datos rosa de su producción en la zona norte.

3. Ir a buscar la muñeca que te representa


Paula Carvajal es una artesana y gestora cultural que rescata una tradición antigua de su familia, legado del linaje femenino. Por años su madre, su abuela y otras mujeres antes que ellas elaboraban muñecas como amuleto para la salud.


Las muñecas están rellenas de hierbas aromáticas medicinales de río y cordillera, y otras más que la misma Paula cultiva.

Cada muñeca tiene un oficio, definido por los accesorios que porta. Ese oficio determina para quién fue hecha cada muñeca. Cuando Paula elabora una muñeca (todas son distintas y hechas a mano) se imagina a su dueña/o y empieza a darle características de esa persona. Por ejemplo, la pastora está hecha para una persona que es guía de un grupo, como un profesor o un líder,etc...

4. Visitar el Museo Paleontológico de Pinte


Si te gusta la naturaleza y buscas desconexión total, Pinte es tu lugar. La zona está ubicada en medio de coloridos cerros de donde se extrae tierra para hacer tinturas. Además, la zona es conocida por su riqueza arqueológica.


En Quebrada de Pinte puedes preguntar por "don Gavito" y pedirle que te muestre el Museo Paleontológico del lugar. No hay un monto fijo para ingresar, pero se sugiere dar una colaboración.

A don Gavito debes decirle, sí o sí, que te cuente la historia del famoso "gigante de Pinte", un chiquillo de la zona que llegó a medir más de 2.40 metros de altura y que murió muy joven. En las afueras del museo se conserva una estatua que lo recuerda, así como una zona de camping donde puedes quedarte. Eso sí, si piensas acampar allí, asegúrate de empacar mucho protector de sol, repelente de mosquitos y comida, pues en la zona no hay restaurantes ni supermercados.

5. Recorrer la Viña El Rosario


En la Viña El Rosario, muy cerca del pueblo de Alto del Carmen, podrás no solo recorrer la viña sino también las cavas donde se guarda el famoso pisco artesanal Bou Barroeta.


Si tienes suerte, te atenderá la señora Teresa, esposa el mismísimo creador del pisco (ya fallecido), quien te contará la historia de la viña y te dejará degustar alguno de los varios tipos de pisco que se producen.

6. Tomarte una foto en el Embalse Santa Juana


Algo que no muchos saben antes de ir a Alto del Carmen es que entre el pueblo y Vallenar está el Embalse Santa Juana, cuya agua es de color azul turquesa muy fuerte. Inclusive sacando una foto con un celular de cámara mala es imposible que te quede mal, pues la belleza escénica es impresionante.


En medio del camino hay un mirador donde puedes parar y apreciar el entorno.

7. Comer helado de nieve en El Tránsito


En el pueblo llamado El Tránsito podrás probar el helado de nieve, un postre de canela "enfriado" nada más y nada menos que con hielo de la cordillera.


La señora Ana, con sus 91 años, cuenta que se trata de una tradición ancestral de su familia, quienes muchos años atrás iban a la cordillera con caravanas de burros a traer el hielo. Hoy el proceso es más sencillo pues uno de sus hijos va en camioneta a buscar el hielo que usa en la elaboración del helado artesanal.

Si visitas el lugar, pídele a Ana que te permita ver su cocina, ubicada dentro de una construcción de barro y completamente tiznada por el humo, una joya de antaño en un lugar casi mágico.
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