SANTIAGO.- Definitivamente Japón es un país que ofrece miles de alternativas a los turistas y aburrirse es casi imposible, ya que existen múltiples opciones para conocer, hacer y disfrutar. Esta vez, y aunque usted no lo crea, el país del sol naciente sorprende nuevamente con un teléfono para hablar con los muertos.
Naturalmente es difícil establecer si la comunicación realmente se da. Lo concreto es que desde que se instaló el equipo se ha transformado en un lugar de peregrinación donde llegan personas con la esperanza de poder comunicarse con sus seres queridos y expresar cosas que quizá jamás se dijeron.
Así partió todo
La historia parte en 2011 tras el terremoto y posterior tsunami que sacudió ese país ocasionando la muerte y desaparición de miles de personas. Otsuchi fue una de las ciudades más afectadas por este desastre natural y donde se debió lamentar el fallecimiento de unos 400 vecinos del poblado.
En la agencia COCHA explican que si bien esta ciudad “no es una de las más visitadas de Japón, se hizo mundialmente conocida por ser uno de los lugares más golpeados por el tsunami que ocurrió en el país en el 2011 y cuya tragedia fue seguida en vivo por Internet con miles de videos y fotografías que registraron el avance del mar luego del terremoto”.
Precisamente en esta ciudad vive Pila Itaru Sasaki, un japonés de 71 años que en 2009 se puso la misión de construir un jardín cuando un familiar fue diagnosticado concáncer. La tragedia del 11 de marzo de 2011 no afectó el terreno de este profesional de la metalurgia ya que se encuentra por sobre los 50 metros sobre el nivel del mar.
Testigo de la catástrofe decidió pintar la cabina telefónica que tenía como una “obra de arte” en medio del parque y darle un tono blanco con vivos verdes para que la gente que había perdido a algún ser querido pudiera ir y tener la posibilidad de expresar, aunque sea por medio de una llamada, sus sentimientos a quienes ya no estaban con ellos.
Al poco tiempo, este jardín comenzó a recibir más y más personas que llegaban para usar la cabina. Más allá de si pudieron tener algún contacto, lo claro es que muchos dejaron el lugar sin dolor y con el alma tranquila. “Ellos vinieron, hablaban y transmitían sus sentimientos. Después, decían que estaban curados (...) Expresar nuestras emociones es una cosa difícil de hacer. Entonces las personas que vienen aquí vierten sus sentimientos, aquello que guardan en el fondo del alma. Es como rezar. Cuando oramos nos sentimos sanos”, explicó a la BBC el propio Itaru Sasaki.
Dónde queda Otsuchi
Sin quererlo esta pequeña ciudad japonesa se ha transformado en un lugar que concita a viajeros de todas las latitudes y que llegan a este lugar en busca de paz y tranquilidad.
En la agencia COCHA nos indicaron que Otsuchi “es una pequeña localidad que se encuentra a 7 horas de viaje desde Tokio” y que el recorrido se puede realizar en tren o bien en automóvil.
Su principal actividad económica es la pesca y a pesar de los años los efectos del terremoto y tsunami aún se dejan ver mientras las obras de reconstrucción continúan y se estima que se extenderán hasta el 2021.