SANTIAGO.- Acumular ropa que no se usa es un estorbo en el clóset y si se piensa bien, es un potencial negocio que no se está aprovechando. ¿Por qué no mejor vender las prendas y, de paso, cooperar con el reciclaje textil?
Si bien sectores de la industria están luchando por potenciar la sustentabilidad en el rubro, esto no se ha logrado masificar del todo. Pero existen personas que por su cuenta y a un nivel de menor escala, buscan contribuir en este sentido y han creado plataformas para fomentar el no-desperdicio de las prendas en desuso.
Es por eso que, a pesar de que la venta de ropa usada ha existido desde siempre, la posibilidad de hacerlo en distintas páginas web y redes sociales la ha transformado en una tendencia al alcance de la mano.
No es raro ver en Facebook publicaciones de personas que le sacan fotos a sus prendas y las suben con el precio en su descripción. Y ahora último, se puede ver a muchos ofreciendo lo mismo, a través del nuevo Marketplace de esta red, que ofrece a los usuarios vender todo tipo de artículos.
Ropa colaborativa en Chile
Pero si bien existen distintas páginas para vender cosas, en el último tiempo han surgido algunas dedicadas exclusivamente a la compra y venta de ropa usada, que contribuyen al ahorro y al consumo responsable. En Chile ya existen varios sitios web que ofrecen este servicio, llamando a la gente a dejar de acumular lo que ya no usa.
Renueva tu clóset, es uno de estos. Un sitio creado para que las mujeres puedan vender sus prendas y comprar las de otros usuarios, a precios convenientes. Lo importante, es que cada polera, vestido o zapato debe encontrarse en perfecto estado, lo cual es corroborado por los administradores de la página antes de la publicación de cualquier artículo.
Según su creadora, Cecilia Membrado, "la idea es vender algo que le prestarías a una amiga. Hemos formado una comunidad en que tanto vendedora como compradora tienen confianza de que van a comprar o vender en las mejores condiciones".
Esta página se presenta como una buena opción para renovarse y ganar dinero. Sin embargo, el servicio se queda con un 25% de comisión.
Otro de los sitios que se dedica a esto es Prilov. Un espacio web de venta online creada por Andrea Tapia y Cony Sepulveda, ingenieras comerciales de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde al igual que la anterior, se puede vender todo tipo de artículos relacionados con el vestuario femenino.
Esta plataforma, como bien aseguran sus creadoras, funciona bajo el modelo de economía colaborativa, una tendencia mundial que lleva a los usuarios a generar un vínculo de confianza entre comprador y vendedor, a través de evaluaciones recíprocas que son públicas en la web. La comisión en este caso, corresponde a un 20%.
Feria Ferió, también es uno de los sitios chilenos que aporta a esta tendencia, y al igual que Prilov, cobra un 20% de comisión por venta. Y a diferencia de los dos casos anteriores, ofrece ropa para hombres y mujeres.
La economía colaborativa de las novias
El consumo inteligente no solo está ligado a la ropa urbana. Weddalia, es una página web dedicada exclusivamente a la compra y venta online de vestidos de novia usados.
Los altos precios de los vestidos y la casi nula probabilidad de que una mujer use el suyo más de una vez en la vida, son algunos de los motivos por los cuales esta páginas se presenta como una buena opción para quienes van casarse o que ya se casaron.
Otra página que ofrece un servicio similar es DeNovios.cl, una plataforma donde se exponen vestidos de distintas mujeres y se ofrecen los datos para contactarlas. Es decir, la venta es directa con la vendedora.
Gabriela Beaumont, solía vender vestidos de novia en su sitio Supernovias.cl, pero aseguró que el negocio empezó a no ser tan rentable, debido a que las clientas estaban prefiriendo comprar sus trajes en sitios de importación china.
Como bien señala, los bajos costos del país asiático están significando una competencia para el reciclaje de ropa usada en el país. Sin embargo, no deja de ser una buena opción para el bolsillo, ya sea comprando o vendiendo las prendas en buen estado que no se utilizan. Demás está decir que regalarlas es un gesto que siempre será bienvenido para quienes lo necesiten; quizás no llena el bolsillo, pero sí el corazón.
