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La Paz se llena de colores con la tradicional fiesta de la Alasita

La celebración es una de las más tradicionales del vecino país y festeja a la deidad del Ekeko, Dios de la Abundancia. En esta fiesta todos los asistentes compran miniaturas de lo que desean tener en la vida real con la esperanza de que se haga realidad.

24 de Enero de 2017 | 16:52 | Emol
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Ekeko - Dios de la Abundancia

El Mercurio
Los turistas que viajen desde hoy hasta el próximo 19 de febrero a la Paz, Bolivia, tendrán la oportunidad de vivir una increíble experiencia; ya que este 24 de enero comenzó la tradicional fiesta de la Alasita, que se toma las principales calles de la capital para agradecer la buena fortuna y pedir para que se cumplan las aspiraciones terrenales de las personas.

Conocida como la festividad de la abundancia y la miniatura, esta actividad popular congrega a más de 5 mil comerciantes del país altiplánico y a cientos de amautas (Término quechua que significa sabios) cuyo principal objetivo es hacer sahumerio a las diminutas piezas adquiridas por los visitantes y que representan sus deseos materiales.

La festividad comienza al mediodía cuando llega el tradicional Ekeko, representación del Dios de la Abundancia, cargado de objetos que son el sueño de los asistentes.

En COCHA explican que esta celebración es muy popular y llama la atención de los cientos de turistas extranjeros que llegan a estas tierras durante este periodo.

“Es un evento anual que dura aproximadamente un mes, donde cientos de bolivianos celebran la abundancia. El evento destaca por ser una gran feria donde puedes adquirir miniaturas de todo lo imaginable; con el propósito de obtenerlo en la realidad"

COCHA

“Es un evento anual que dura aproximadamente un mes, donde cientos de bolivianos celebran la abundancia. El evento destaca por ser una gran feria donde puedes adquirir miniaturas de todo lo imaginable; con el propósito de obtenerlo en la realidad. Autos, certificados de matrimonio, pasaportes, visas, computadores, dinero, muebles, casas, comida… lo que sea. Lo que deseas y sueñas, lo puedes comprar, pero en miniatura”, explican en la agencia de viajes.

Este año, como consecuencia de la grave sequía que afecta al país, uno de los objetos más vendidos son pequeñas casas con tanques de agua para enfrentar el racionamiento que vive la población.

Como anécdota, el actual alcalde de la Paz, Luis Revilla, comentó hace unos días que en una fiesta pasada le regalaron una miniatura de un bebé y hoy su esposa ya espera familia.


En la actualidad esta celebración tiene su epicentro en el campo ferial, ex zoológico, hasta donde llegan cientos de bolivianos para participar de la fiesta y pedir para que se cumplan sus anhelos.

Según cuenta la historia, esta celebración data de 1781 cuando el gobernador intendente de La Paz, José Sebastián de Segurola, dispuso que la población realizara una fiesta en honor al Ekeko en agradecimiento luego que la ciudad soportara un duro asedio indígena organizado por Túpac Katari.

Aunque esta fiesta está radicada en la capital boliviana, otras ciudades del país también tienen sus celebraciones. Incluso se han realizado fiestas similares en Buenos Aires (Argentina), Puno (Perú) y Estocolmo (Suecia).
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