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Emeterio Guzmán, el jinete de 71 años que aún triunfa en el Club Hípico

La semana pasada, el longevo corredor sorprendió a todos al ganar una competencia que con amor dedicó a sus cuatro nietos. "Son lo único que tengo atrás", afirmó en entrevista con Emol.

26 de Enero de 2017 | 10:33 | Por Ignacia Rudolph, Emol
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Con 71 años, el jinete ha dedicado 57 años de su vida a las carreras.

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SANTIAGO.- Con solo 12 años, su padre lo llevó a ver su primera carrera al Hipódromo Chile. "Fue amor a primera vista con los caballos", afirma Emeterio Guzmán, quien dice que la primera vez que pudo montar uno, fue "como si a un niño le regalaran un chocolate".

Tres años después de ese encuentro, a "Don Emeterio", como le dicen sus cercanos en el mundo hípico, le presentaron la oportunidad de irse de Santiago a correr a Punta Arenas. Con el amor que el jinete sentía por los caballos no lo pensó dos veces, y viajó para alcanzar su sueño. "Me fui y gané todo allá", dice. Según Guzmán, desde que compitió por primera vez le dijeron que tenía habilidad.

Ahora con 71 años, el jinete ha dedicado 57 años de su vida a las carreras y no tiene planes de retirarse, dice que esto se lo deja a Dios. "Él sabrá cuando me dice 'hasta aquí no más'", declara a Emol.

Pero si bien ahora no está pensando en dejar las pistas, sí lo hizo en un momento pero volvió arrepentido. "El año 2013, dije aquí se termina mi ciclo y no monto más", cuenta. Sin embargo, solo duró dos meses alejado de los caballos. No sabía qué hacer, estaba entrando en una especie de depresión; la hípica se había vuelto su vida, así que arrepentido, volvió al club donde lo recibieron con las puertas abiertas.

Dejando su retiro atrás, el jinete ahora disfruta sus carreras y sus triunfos. Es por eso que tras ganar la 18° carrera del programa del pasado lunes 16, dedicó su éxito a sus queridos nietos. "Son lo único que tengo atrás", asegura.

¿Le gustaría que se dedicaran a esto?
No, porque son dos mujeres y dos hombres. Y los varones miden un metro setenta y son gorditos, no tengo esperanza.

Un galope sin miedo

Con su padre como principal soporte en los primeros años de su carrera, Emeterio fue poco a poco ganando competencias. Pero cuando el jinete tenía 48 años, su gran pilar falleció. En ese momento, su madre tuvo que tomar su lugar. Sin embargo, el temor que ella sentía al ver correr a su hijo no le permitía verlo desde la tribuna.

Para el jinete, su triunfo más memorable fue la primera carrera que ganó en Santiago. "Corrí con el caballo 'Arrocero', debuté y gané, creo que por cuatro cuerpos", relata. Según Guzmán, ese día fue uno de los más memorables de su vida, pero nadie estuvo allí para verlo, situación que dice no complicarlo, debido a que entiende el sufrimiento que se siente cuando un jinete sale a correr. "No se sabe si uno va a llegar muerto o quebrado, entonces es preferible que haya sido así", explica.

A lo largo de su "carrera en las carreras", Emeterio se ha quebrado la tibia dos veces y en una ocasión, estuvo a punto de que le amputaran la pierna. Pese a todo, el jinete asegura que compite sin miedo. "Yo mientras corro no pienso en nada, solo en correr. Aunque no gane, me siento feliz arriba del caballo", detalla.

¿Su familia le ha pedido que deje de competir?
Bueno, tengo un hijo mayor y me pide que no corra más, pero él en su profesión y yo en la mía.

¿Tiene algún amuleto de la suerte?
Siempre cuando salgo me encomiendo a la Virgen, nada más.

"Yo peleo por montar un caballo"

Con 71 años y más de un millón de carreras corridas, el jinete ha ganado 950 a la fecha, una cifra que puede sonar impresionante pero que Guzmán le baja el perfil, diciendo que otros competidores han hecho más. "Hay jinetes que han ganado 4.000, pero yo me siento conforme y doy gracias a Dios por lo que he ganado", comenta.

A tan longeva edad, muchos podrían pensar que Emeterio tiene una rutina de entrenamiento más suave que la de los jinetes más jóvenes, pero como bien asegura él, es uno de los que más trabaja en las pistas del Club Hípico. Llega a las siete de la mañana y no termina de entrenar hasta las 11:00 o al mediodía.

Al ser uno de los que más monta (en los entrenamientos), ¿tiene problemas con otros jinetes por los caballos que están disponibles?
Extrañamente los jinetes no se pelean por quien galopa, sino que por no galopar. Es al revés, yo peleo por montar un caballo y los otros pelean por no montar. Siempre ha sido así, hay algunos más dejados para el galope. El que quiere disfruta, el que no, no.

Corriendo por pasión y necesidad

Si bien Don Emeterio dice que sigue dedicándose a las carreras por el amor que le tiene a los caballos y a su profesión, también lo hace por una necesidad económica. Según el longevo jinete, necesita seguir corriendo porque de otra forma no le alcanzaría para vivir. "Las pensiones que hay aquí en Chile son muy malas", señala.

Es por eso que luego de sus exhaustivas mañanas de entrenamiento, Guzmán parte a su casa directo a dormir, siendo este descanso su único hobby además de la hípica.

¿Pero además de dormir, qué le gusta hacer durante la tarde?
Ver teleseries no más, ahora veo Elif (teleserie turca de TVN).

¿Y tiene alguna polola que lo acompañe?
A esta edad qué polola voy a tener.