SANTIAGO.- ¿Quién cuidará al gato mientras estés de vacaciones? Aunque algunos dueños de felinos no lo crean, es posible llevar al compañero gatuno a vacacionar sin que eso signifique escandalosos maullidos en su jaula, uno que otro rasguño y la angustia de saber que tu mascota está tremendamente estresada.
Es duro para un minino casero alejarse de su territorio, con sus sofás marcados con su olor y sus arañazos y con sus pelos revoloteando por un rincón. Pero sí se puede cambiarlo de hábitat, tanto para irse a una casa de vacaciones como para cambiarse definitivamente de hogar.
Lo primero y fundamental es calmarlo. Ya sea para transportarlo en su jaula o para que se habitúe a su nueva casa, se puede consultar a un veterinario las mejores maneras que existen hoy en día para tranquilizarlo. Por ejemplo, están las feromonas sintéticas, que bien podrían ayudar en el traslado y en la nueva morada para que el gato se sienta más cómodo.
Asimismo, existen alimentos que por sus componentes, pueden ayudar a tranquilizarlos, según explica Francisca Montero, médico veterinario de Royal Canin, quien menciona la línea de comida Calm como una especialmente hecha para situaciones como estas. “Activa la serotonina que es un neurotransmisor que juega un rol esencial en la regulación de la ansiedad”, aseguró.
Antes de llegar al nuevo lugar (el de vacaciones o el hogar definitivo) es importantísimo eliminar los posibles olores de otros gatos, por lo que se recomienda un aseo previo.
Otro dato no menor es mantener, dentro de lo que se pueda, el ambiente del minino con sus propios olores. Esto se puede realizar, en el caso de que el cambio sea solo por vacaciones, llevando las mantitas, juguetes y los cojines favoritos de la mascota.
Si el cambio es definitivo, se pide que dentro de lo posible que no se cambien los muebles. Es decir, intentar mantener el ambiente donde vivirá el felino lo más familiar posible. “Si la familia va con su gato a otra casa de vacaciones, debe llevar su bandeja de arena usada, para que lo identifique como su lugar para hacer sus necesidades”, indica Montero.
Él no sabe si es lunes, sábado, día laboral o vacaciones
Una de las preocupaciones frecuentes de quienes tienen perros y gatos, es el tema de los horarios. Mientras entre semana, los animales están acostumbrados a comer temprano -cuando sus dueños se van a clases o al trabajo-, el fin de semana o en vacaciones, su jornada diaria se desordena porque los encargados de alimentarlos duermen hasta las 11 de la mañana.
Pero Montero aconseja mantener todo lo posible los horarios de comida de la mascota y ojalá, que no se produzcan cambios bruscos en su alimentación. “Si no es posible conseguir el alimento habitual, se debe planificar un cambio paulatino, incorporando poco a poco el alimento nuevo a las croquetas acostumbradas”, recomienda.