Las piscinas en los hoteles al rededor del mundo han dejado de ser un servicio complementario y en la actualidad son un factor de peso que exigen los viajeros al momento de reservar alojamiento.
Por eso no resulta extraño observar, cada vez más seguido, cómo la industria hotelera internacional hace noticia al anunciar la inauguración de una nueva alberca con características únicas que asombran hasta los más entendidos en la materia.
Sin ir más lejos solo hace unos días la prestigiosa cadena Palladium Hotels & Resorts dio a conocer sus planes de renovación en su complejo de Rivera Maya, los que contemplan cerrar las instalaciones del actual The Royal Suites Yucatán desde el 1 de julio próximo hasta el 15 de noviembre para realizar importantes obras de transformación en su infraestructura y, por cierto, en su piscina principal y la de agua salada, para entregar un servicio de primer nivel a sus pasajeros.
No todos quieren lo mismo
Pero no todos los hoteles buscan tener las mismas piletas, ya que todo depende del perfil que tengan sus clientes y las necesidades que ellos manifiesten. Si el hotel normalmente recibe a personas que van de paso o por negocios, lo habitual es que la piscina sea rectangular pensada para el nado y el relajo del pasajero.
"Cuando se trata de viajes de placer, la piscina es un factor fundamental para elegir un hotel"
Gabriel Orellana - COCHA
Ahora bien, si es para el ocio y la diversión, la piscina debe tener características especiales que permitan combinar las necesidades de un público heterogéneo que va desde los niños a personas de edad avanzada, con playas de acceso, decoración con mucha vegetación y de formar entretenidas e irregulares.
“Cuando se trata de viajes de placer, la piscina es un factor fundamental para elegir un hotel. Independiente del destino donde se vaya, aún en el caribe, estas instalaciones tienen un especial protagonismo, ya que uno destina mucho más tiempo a disfrutar dentro del hotel que fuera de éste”, explica Gabriel Orellana, Product Owner Hoteles de COCHA.com.
Cosa contraria ocurre cuando se da un viaje de negocios, dijo el ejecutivo de la agencia, quien explicó que en estos casos “es más común que se busquen hoteles con gimnasios, y de tener estadías prolongadas; se busca que cuente con piscina más bien tradicionales, ya que es una excelente forma de romper con la rutina y liberar las tensiones de largas jornadas de trabajo”.
Lo cierto es que las piscinas ya no son un lujo, sino una necesidad para las cadenas hoteleras y de ahí en su empeño de presentar al público construcciones que les permitan diferenciarse del resto con una alberca personalizada y que responda a las necesidades de su clientela.
