Este 20 de marzo se dará a conocer, como todos los años, el informe mundial sobre la felicidad elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que hace un ranking sobre un total de 156 países al rededor del mundo.
En la última versión (2016) Chile ocupó el puesto 24 de una lista encabezada por Dinamarca, Suiza, Islandia, Noruega, Finlandia, Canadá, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Australia y Suecia.
En esta exclusiva nómina no solo hay naciones alegres, sino también excelentes destinos para un viaje de placer que se puede, además, transformar en una aventura que permita desentrañar sus secretos para conseguir este estado de alegría.
"La forma que tienen de vivir, con ritmo pausado y disfrutando lo simple de la vida, es lo que convierte a estas naciones en destinos ideales para visitar”
COCHA
Así al menos lo comentan en COCHA donde explican que estos países son definitivamente un excelente destino turístico ya que tienen bellos paisajes que conocer, una población amable y una rica cultura que descubrir en un ambiente seguro y confortable.
“Que países como Suecia o Dinamarca sean considerados como los más felices del mundo, sólo tiene justificación en su cultura”, comentan en la agencia de viajes.
Añaden que “si bien son lugares donde el frío es intenso en el invierno y cuentan con pocos días de sol en el año; la forma que tienen de vivir, con ritmo pausado y disfrutando lo simple de la vida, es lo que convierte a estas naciones en destinos ideales para visitar”. A ello se suma el hecho que estas naciones presentan muy buenos índices económicos, psicológicos, estadísticas nacionales, de salud y laborales, entre otros.
“Esta filosofía es lo que se conoce como el Fika (en Suecia) o Hygge (en Dinamarca), donde destacan las pausas para tomarse un café en las mañanas y disfrutar de un buen libro en las tardes, entre otras actividades”, añaden en COCHA.
Kirsti Baggethum, traductora y antigua agregada cultural de la Embajada de Noruega en España, dijo hace un tiempo a un medio de comunicación de ese país (huffingtonpost.es) que su forma de felicidad no se atribuye a grandes emociones o esa euforia tan propia de los pueblos latinos. Para ellos, añadió, la felicidad es más bien un estado sosegado que nace de una sociedad desarrollada donde se tienen más que cubiertas las necesidades básicas y de ahí que esa alegría no sea producto de una motivación ambiciosa sino más bien de un estado de bienestar cotidiano.