SANTIAGO.- Italia definitivamente tiene ciudades hermosas e históricas, pero algunas de ellas sobresalen por mucho y son un destino más que recomendable para quienes quieren recorrer esta zona del Viejo Continente. Es el caso de Florencia (
Firenze), una acogedora ciudad ubicada al norte de la zona central del país con forma de bota.
Su casco antiguo impacta por la belleza de su arquitectura, su potente pasado, sus personajes históricos y su amplio abanico de posibilidades para disfrutar de una urbe que no tarda en enamorar a quienes la visitan.
Emplazada en la
región de Toscana, Florencia ofrece arte y cultura en cada una de sus calles, a la vuelta de una esquina o simplemente en sus monumentales museos. Y era que no, si esta metrópolis es considerada
la cuna del Renacimiento durante la segunda mitad del siglo XIV.
De ahí que su centro histórico fuera declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias, por ejemplo, a imponentes construcciones como
la cúpula de Santa María del Fiore,
el Ponte Vecchio y
la Basílica de Santa Cruz.
A ellos se suman el
Palazzo Vecchio y museos como los
Uffizi, el
Bargello o la
Galería de la Academia, que acoge al David de Miguel Ángel.
"Florencia es reconocida como la cuna del arte del renacimiento, donde encontrarás piezas importantísimas de la historia, como el David de Miguel Ángel o Basílica de Santa María de las Flores. Algunos de los rincones imperdibles de esta ciudad de la Toscana son el Palazzo Pitti y el Ponte Vecchio, donde abundan tiendas de joyería y talleres de orfebres", dice Humberto Crestuzzo, Subgerente de Destinos en COCHA.
Nunca fue tan entretenido caminar
Lo mejor de todo es que a estos sectores se puede llegar fácilmente caminando, lo que permite disfrutar de mejor manera los regalos de esta ciudad y sorprenderse, por ejemplo, con la Plaza de la Señoría (
Piazza della Signoria) que hace de "plaza de armas" y que no es otra cosa que un gran zócalo con forma de "L" desde donde se puede contemplar el Palacio Viejo (
Palazzo Vecchio), además de su increíble galería de estatuas donde sobresale "
Perseo con la cabeza de Medusa" (Cellini, 1554).
Por las calles de esta ciudad transitaron hombres de la talla de
Leonardo Da Vinci y
Maquiavelo, cuyas estatuas adornan un pasaje lateral de Uffizi que da desde la Piazza della Signoria a la rivera del
río Arno desde donde se puede apreciar el bello Puente Vecchio de la época medieval y que es ícono de la ciudad.
La historia cuenta que este puente fue el único que quedó en pie en toda la zona durante la Segunda Guerra Mundial, ya que el propio Hitler dio la orden de no tocarlo dada se majestuosa belleza, razón más que suficiente para conocer este metrópolis italiana.