SANTIAGO.- Es sabido que la tendencia "ecofriendly" gana día a día más adeptos alrededor del mundo. Y es que este concepto no es solo se traduce en una forma de pensar o de vestir, sino que también consiste en tratar de manera respetuosa y responsable a nuestro planeta con acciones concretas.
Por eso, con motivo del Día Mundial del Agua, vale la pena recordar la importancia que tiene este recurso natural no renovable para la vida, y tener claro que debemos preocuparnos de cuidarla ahora y no en diez o cien años más.
Un concepto necesario de manejar en este sentido es el de la huella hídrica, es decir el volumen de agua dulce que se utiliza tanto a nivel de la producción de bienes y servicio, como también en el ámbito individual. En este punto quizás pienses: "Mi huella hídrica en realidad es pequeña, porque me ducho, tomo agua, me lavo los dientes y las manos, y nada más".
Sin embargo, debes saber que hasta el simple café que muchos se preparan en la mañana como desayuno, es responsable de la huella hídrica que cada uno deja en el planeta.
En este sentido, Felipe Martín, experto en aguas y energía, y gerente general de Más Recursos Naturales, explica que
un café común y corriente implica gastar unos 130 litros de agua, ya que no solo se considera el líquido que uno le agrega a la taza, sino que todo el que se utilizó desde que el café era semillas, hasta que fue servido en una mesa.
"Es importante tomar conciencia que todo lo que hacemos tiene repercusiones en el medio ambiente, desde comerse un trozo de carne, beber algún líquido o desarrollar algún proyecto turístico", aseguró el especialista.
Martín entregó otras cifras impactantes: detrás del consumo de una manzana pueden haber más de 70 litros de agua y, en el caso de las naranjas, 50 litros del líquido vital; consumir tan solo 300 gramos de carne se traduce en aproximadamente 4.500 litros de agua.
Si después de leer esto en lo único que piensas es en disminuir tu huella hídrica y, de paso, darle una mano al planeta en que vivimos, a continuación te proponemos seis sencillos hábitos que puedes adoptar a diario para lograrlo. Además, al implementarlos le estarás haciendo un favor a tu bolsillo, ya que tu gasto en energía será menor.
- Lava los platos con lavaza, en vez de hacerlo con el agua corriendo.
- Toma duchas breves y evita los baños de tina.
- Usa estanques de doble descarga, que ayudan a economizar agua.
- Lava la ropa con la máquina completamente cargada.
- Riega lo justo y necesario, y de preferencia al anochecer.
- Cierra la llave al afeitarte, lavarte los dientes y las manos, y solo ábrela al momento de enjuagarte.
Y si quieres ir un poco más allá, también puedes:
- Consumir menos productos procesados y más alimentos naturales.
- Averiguar la huella hídrica que tiene cada cosa que compras y empezar a adquirir aquellas que tienen la más pequeña.
- Volverte fanático de lo reciclado.
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