EMOLTV

¿Usas agua hervida para preparar un té? Experto revela los secretos para beber la mejor taza

Hablamos con Kurush Bharucha, quien lleva 40 años probando los tés del mundo, para saber cómo mejorar la experiencia al beber este placentero brebaje.

26 de Marzo de 2017 | 08:38 | Por Ángela Tapia Fariña, Emol.
imagen
AP
SANTIAGO.- “Yo no elegí la industria del té, ella me eligió a mí”, dice Kurush Bharucha, quien tras terminar sus estudios universitarios en la India, decidió dedicarse a un mundo que le ha enseñado mil sabores.

Desde hace 40 años bebe té por razones de trabajo. Y de hecho, cuando se estaba especializando en este rubro, siendo un joven aprendiz, llegó a probar cientos en un solo día para desarrollar la memoria en su paladar, y dominar las sutilezas del aroma y sabor de este milenario brebaje.

Hoy ya no vive en su natal Bombay. Asentado en Inglaterra, trabaja como Tea Expertise Director para Lipton, y suele viajar por el mundo no solo para seguir probando tés, sino que también para enseñar un poco más sobre la bebida que lo enamoró.

A mediados de marzo estuvo en Chile realizando una masterclass, y aprovechamos su paso por aquí para preguntarle al experto cómo preparar la taza de té perfecta.

-Suele decir que "el agua es la madre del té”. En Chile es muy común que se ocupe agua recién hervida para preparar tés o cafés. ¿Está bien esto?
“Depende. Chile tiene mucha cultura de té negro, que tiene un cuerpo intenso y necesita ser preparado con agua, justo cuando alcanza el punto de ebullición. Los tés que entran en el rango de té negro son robustos y necesitan el agua en el punto de ebullición para extraer su color, sabor y gusto.
“Por contraste, los tés verdes son más delicados y es mejor prepararlos con agua que está bajo ese punto – idealmente, alrededor de 80 a 90 grados–. Dada su naturaleza delicada, este tipo de té corre el riesgo de ser quemado, y pueden quedar con un sabor amargo y áspero si se prepara con agua hirviendo”.

-¿Existen algunas reglas para preparar un buen té?
“Sí, son pequeñas y simples. Lo primero es asegurarse de que el té estuvo bien almacenado. Es decir, lejos de la humedad, del calor y de sustancias con olores fuertes. Esto es porque el té es muy higroscópico, toma de inmediato la contaminación y la humedad, y pierde su calidad. Y segundo, hay que usar agua de buena calidad. Si el agua sabe raro, tu té sabrá raro. Finalmente, hay que respetar las diferencias entre los tés negros o verdes y asegurarse de elaborarlos de forma diferenciada; no solo con las temperaturas adecuadas del agua, sino que también con el tiempo adecuado de reposo [té negro en bolsita: 2-3 minutos; té verde en bolsita: 2 minutos; y a granel, 3-5 minutos, según informaron desde Lipton].

-¿Hay algún beneficio -digestivo, por ejemplo- al acompañar las comidas con té?
“No hay evidencia científica que sugiera que beber té tenga un impacto en la digestión. Pero la cultura popular indica que puede aminorar las probabilidades de sufrir una indigestión cuando se comen grasas. Un fuerte ‘English Breakfast Tea’ para acompañar un abundante desayuno inglés con huevos, jamón, salame, salchichas, jugo y tostadas, es un apoyo adecuado”.

-¿Y qué hay de su maridaje con esas comidas?
“Se dice que nuestras bocas gustan de mantener un cuidadoso balance. Así que las bebidas con cierta astringencia como el té, el vino tinto o la cerveza, podrían realizar un buen trabajo en contrarrestar la comida grasosa. Eso sí, uno nunca debe olvidar que el objetivo principal detrás del maridaje entre comida y té, es elevar la experiencia sensorial. Cuando el té es cuidadosamente acompañado con el plato correcto, se mejora toda la experiencia”.

Una propuesta de este “tea sommelier” es acompañar mariscos con té verde japonés.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?