¿Se imagina tomar un moderno tren que lo lleve por las Tierras Altas de Escocia, donde además de disfrutar de los bellos paisajes y una grata atención se pueda arrancar de su vagón para disfrutar de un reparador masaje en un exclusivo spa?. Pues bien, esto es lo último en turismo de lujo y fue idea de la cadena Belmond, empresa que comenzó a operar el ferrocarril más exclusivo y legendario del país de las gaitas.
El Belmond Royal Scotsman realizó su viaje inaugural a inicios de este mes con 36 afortunados pasajeros que pudieron gozar de sus dos nuevas cabinas donde se puede vivir la mejor experiencia de relajación, además de disponer de otros servicios como terapias holísticas mientras el “caballo de acero” corre velozmente por los rieles del país del norte.
El servicio de masajes y relajación es entregado por la prestigiosa firma británica The bamford Haybarn Spa que ha dispuesto una amplia oferta para su distinguida clientela entre los que se cuentan tratamientos faciales, manicura, pedicura y masajes de tejido profundo, que vienen a complementar el servicio de primer nivel que ofrece el tren administrado por Belmond.
En la agencia de viajes COCHA explicaron que dicha firma es sinónimo de lujo y atención de primerísimo primer nivel ya que “es una compañía de hoteles, cruceros fluviales, y trenes de lujo”.
Basta con mencionar, añaden en la empresa de turismo, que esta cadena es la responsable de materializar el sofisticado Belmond Hiram Bingham, que hace el tramo Cusco-Machu Picchu” y que destaca por la atención a bordo y su increíble vagón observatorio que permiten una visión en 360 grados del bello paisaje alguna vez gobernado por los incas.
En el caso del Belmond Royal Scotsman, en COCHA explicaron que sus nuevos servicios hacen de este tren el más lujoso y cómodo del mundo lo que convierte sus viajes en una experiencia “memorable y única”.
El recorrido en este ferrocarril dura de tres a ocho días y comienza en la estación Waverley de Edimburgo. De ahí el tren se interna en los increíbles paisajes de las Tierras Altas escocesas (Highlands), pasando por los castillos de Ballindalloch y Glamis, además de las ciudades de Kyle of Lochalsh e Inverness, sin contar una visita a una antigua destilería de whisky.
Caída la noche, la recomendación es disfrutar de los cócteles y cenas que se sirven en el tren para luego retirarse a descansar en las cómodas y lujosos cabinas. Los vagones dormitorios de este tren cuentan con 14 habitaciones o cabinas que cuentan con baño privado con ducha y todas las comodidades que se pueden encontrar en un hotel 5 estrellas, incluyendo el servicio de mucama.
La atención gastronómica también es un elemento a destacar, ya que durante el viaje los alimentos son preparados por chefs profesionales con basta experiencia que destacan por sus preparaciones de la cocina local. Las cenas pueden ser formales o informales, siendo las primeras todo un evento ya que el protocolo recomienda a los hombres vestir de esmoquin o bien con kilt (falda escocesa) y las mujeres con trajes de noche.