AP
SANTIAGO.- La noticia impactó a todo el mundo esta semana: un ataque químico perpetrado en la localidad de Jan Shijún, en el norte de Siria, dejó decenas de víctimas fatales, entre ellas muchas mujeres y niños.
Países de todos los continentes han condenado el ataque y en lo que constituye una respuesta más concreta a este, Estados Unidos dio inicio a una operación militar en territorio sirio.
Sin embargo, detrás de esta escalada de violencia, existen dramáticas historias de personas comunes y corrientes que han visto cómo sus más cercanos han perdido injustamente la vida. Es el caso, por ejemplo, de Abdulhamid al-Youssed, un hombre que perdió a casi una veintena de familiares, entre ellos su esposa y sus mellizos -una niña y un niño- de solo 9 meses de edad.
Abdulhamid, un vendedor de 29 años, se encontraba trabajando cuando su esposa lo llamó para avisarle sobre el ataque aéreo que había ocurrido cerca de su casa. Eran las 06:30 horas y Abdulhamid regresó rápidamente para socorrer a los suyos.
Según informó The Telegraph, el hombre vio que su familia estaba aparentemente bien, pero por precaución los llevó hasta el subterráneo de un edificio vecino, donde estarían protegidos en caso de que ocurriera otro ataque. Sin embargo, alrededor de una hora después, comenzaron a presentar los primeros efectos del ataque químico.
"Estaban a salvo, pero empezaron a asfixiarse (...) Los mellizos de pronto estaban temblando y luchando por respirar. Lo mismo ocurrió luego con su esposa, su hermano, sus sobrinas y sobrinos", relató un primo de Abdulhamid al medio británico.
De acuerdo a la fuente, todo ocurrió muy rápido y el hombre no tuvo tiempo de trasladar a sus familiares hasta un hospital.
La imagen de Abdulhamid sosteniendo los cuerpos sin vida de los pequeños Aya y Ahmed, ha dado la vuelta al mundo. El desconsolado padre tuvo que enterrar a los niños en una fosa común sin identificar.
"Adiós bebés, adiós", les dijo a sus hijos, antes de depositarlos en la tierra, ambos envueltos en sábanas blancas.
Abdulhamid también estuvo expuesto a los mortales químicos y está siendo tratado, aunque su irreparable pérdida es lo que realmente lo tiene destrozado.
