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Salar de Uyuni: Vive una aventura única donde no hay fronteras entre el cielo y la tierra

Esta zona ubicada en suroeste de Bolivia es reconocida como uno de los lugares más mágicos del vecino país con un mar de sal que se extiende por más de 10 mil kilómetros cuadrados.

11 de Mayo de 2017 | 17:33 | Emol
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Shutterstock
Si hay una ruta que sea sinónimo de aventura y que involucre cementerio de trenes, momias, vegetación asombrosa y un mar de sal donde se pierde la frontera entre el cielo y la tierra, esa es definitivamente la que se hace partiendo de la ciudad boliviana de Uyuni hacia el salar del mismo nombre y que ostenta con ser uno de los principales focos turísticos del vecino país.

La ciudad es considerada la puerta de acceso a una de las zonas más mágicas de la nación altiplánica donde se hallan las Lagunas de Colores, los Géiseres, el Árbol de Piedra, la Reserva de Fauna Andina Eduardo Avaroa y a muchas otras maravillas del suroeste de boliviano.

El salar de Uyuni está emplazado a 3.650 metros por sobre el nivel del mar y es considerado como el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo con una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados.

En el Departamento Latinoamérica de COCHA comentan que esta reserva tiene características geográficas únicas, “donde todo el terreno es blanco, plano e infinito”. De hecho, quienes lo han visitado no dudan en calificarlo como un sitio mágico que conmueve, ya que no es difícil perder la frontera entre la tierra y el cielo.

En esa línea, en la agencia de viajes aseguran que es un destino perfecto para los fanáticos de la fotografía, ya que “es posible jugar con la iluminación y las perspectivas; ideal para conseguir imágenes creativas”. Pero eso no es todo, añaden en COCHA, “el Salar de Uyuni también es una excelente locación cinematográfica, protagonizando comerciales, documentales y películas”.

Estudios científicos han estimado que en este desierto boliviano hay cerca de 10.000 millones de toneladas de sal y alrededor de 140 millones de toneladas de litio, lo que también lo convierte en un objetivo para el sector privado.

En la zona se pueden encontrar cactus gigantes de hasta 10 metros de altura y se han descubierto, en una caverna ubicada al borde del salar, momias de 3.000 años de antigüedad.

Pero no se engañe, no es un terreno inhóspito. Tanto la ciudad como el salar tienen una aceptable oferta hotelera, incluso con instalaciones ubicadas muy cerca del desierto blanco. Incluso, en algún momento operó un complejo que fue construido solo con bloques de sal, siendo uno de los más excéntricos del mundo.

Si la idea es permanecer algunos días en esta zona de Bolivia, la recomendación es que se de un tiempo para recorrer el cementerio de trenes de la localidad que está a las afueras de la ciudad y donde se hallan máquinas de finales del siglo XIX.

También puede ir al Museo de los Andes Meridionales donde se exhiben objetos de la región del suroeste de Bolivia. Imperdible es fotografiarse con el reloj situado en la calle principal de la urbe, a pocos metros de la Alcaldía, y que es una de las imágenes más usadas para representar a Uyuni.