Un grupo de amigos cubanos que migró hace un tiempo a Miami creo una plataforma web que permite conectar a los viajeros de todo el mundo que quieren conocer la isla con un equipo de profesionales que actúan como guías urbanos y que los llevaran por lugares que están fuera de los tradicionales circuitos turísticos de La Habana y otras ciudades, y donde, aseguran, se vive el verdadero espíritu de la isla.
El sitio, que cada día suma más seguidores, se llama Tour Republic y no actúa como una agencia de viajes tradicional, sino que más bien como un “marketplace”, muy parecido a Airbnb, el que ya suma más de 2 millones de propiedades que se ofrecen para ser arrendadas por viajeros.
Así lo explicó el director y creador de la compañía, Enmanuel Tirado, quien dijo que el objetivo del sitio es hacer un puente entre el viajero y los cubanos de la isla para ofrecer “experiencias” y “actividades extrahoteleras”, a las cuales no se podría llegar sin tener la asesoría correspondiente.
Los servicios tienen un costo que promedia los 100 dólares y entre ellos destaca la posibilidad de recorrer la capital cuba o enfilar rumbo a otros lugares de la isla a bordo de un bello y antiguo Impala, considerado todo una “joya” en isla.
No se trata de paquetes turísticos, sino de actividades de corta duración guiadas por unos anfitriones que le hacen la competencia directa a los guías espontáneos de la calle que normalmente no salen de los circuitos tradicionales, dice Tirado.
Los turistas se contactan con operadores “freelancers” que les llevan a clases de baile, les proveen de transporte dentro de las ciudades y hasta pueden proporcionarles unas clases de historia, añade el director de la empresa.
Lizandra Díaz, responsable del contenido de sitio, añade que la idea de esta innovadora propuesta es “ofrece lo mejor de La Habana, (ya que) nos dedicamos a lo divertido de los viajes, no a la burocracia”. La web permite ver el nombre de los guías que son llamados “emprendedores” y sus profesiones habituales.
Destaca la oferta para realizar un viaje hasta Varadero, pasando por Santa Clara y el sur de la provincia de Matanzas y que es guiado por un antiguo controlador aéreo cubano que posee un Chevrolet Impala de 1959 y que sobrevivió a toda la revolución iniciada ese año por los hermanos Castro.