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Gauthier Destenay, el "Primer Caballero" de Luxemburgo que se abre paso entre las Primeras Damas

Bastó que Destenay saliera en la foto de costumbre de las Primeras Damas para que todos se fijaran en el único hombre que posara junto a mujeres como Melania Trump y Brigitte Macron. ¿Por qué no iba a hacerlo si es el esposo de un Presidente?

02 de Junio de 2017 | 15:33 | Emol
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En un comienzo, la cuenta oficial de Facebook de la Casa Blanca omitió el nombre de Destenay, cuando compartió esta imagen.

Reuters
SANTIAGO.- Lleva dos años casado con el Primer Ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, pero a nivel mundial, solo se lo conoció el viernes pasado, cuando fue el único personaje masculino en posar junto a las Primeras Damas de los líderes reunidos en la OTAN. Gauthier Destenay estuvo en medio de la polémica precisamente por esa imagen, y de paso, hizo nuevamente visible a la comunidad LGBT.

El tema era simple, pero por una omisión se complicó. El viernes pasado, la imagen de las Primeras Damas posando para una foto oficial de consortes de los Mandatarios reunidos fue compartida en la cuenta de Facebook de la Casa Blanca, y por algún motivo se nombró a todas las mujeres que aparecen. De Destenay no se mencionó una sola palabra, hasta que 10 horas después de críticas y explicaciones pedidas por usuarios de internet, los encargados editaron la publicación e incluyeron el nombre del esposo de Bettel. Eso sí, no dieron ninguna explicación al respecto.

Consorte, Primer Caballero o Primer Hombre –aún no hay un nombre específico para su situación como esposo de un Mandatario –y lo mismo que ocurre con el marido de Angela Merkel, por ejemplo-, pero este arquitecto belga ha sabido ganarse su lugar, incluso en los lugares más conservadores como el propio Vaticano.

En marzo pasado, y con motivo del 60° aniversario del Tratado de Roma, Destenay y Bettel fueron invitados por el mismísimo Papa Francisco, lo que para muchos significó un “poderoso mensaje” acerca de la posición del Sumo Pontífice acerca de los derechos de homosexuales, según comentó entonces Forbes.

Discreción: el sello de la pareja

El que recién hace una semana el rostro de Destenay se hiciera más popular internacionalmente no es casualidad. Él mismo y su esposo son sumamente discretos con su relación, y apenas se refieren a ella cuando están de aniversario, momento en el que Bettel aprovecha de usar las redes sociales para recordar a sus seguidores que aún existen decenas de países en los que la homosexualidad no está permitida.



La poca publicidad de su relación ha sido su sello característico. Desde 2010 son pareja, y para el 2011, Bettel ya era elegido como alcalde de Luxemburgo. En 2013 se convirtió en Primer Ministro, y si bien era de manejo público que era gay y tenía novio, dice que nunca usó la bandera homosexual para llegar a su cargo. “Tengo solo una vida y no la quiero ocultar”, ha dicho el Mandatario luxemburgués al Los Angeles Times. “Pero nunca fui el ‘candidato gay’. La gente no votó por mí porque soy gay o hétero”.

Destenay hizo la gran pregunta

No fue hasta el año 2014 que Destenay y Bettel se comprometieron. “Me pidió matrimonio y dije que sí”, recordó el Primer Ministro en la misma entrevista al medio estadounidense. Y siguiendo su línea de la discreción, Destenay hizo una importante exigencia para el matrimonio: no habría prensa de ningún tipo cubriendo el enlace. Dicen que rechazaron ofertas millonarias de revistas por asistir al evento.

Apenas meses después de que el parlamento aprobara los matrimonios homosexuales, Destenay se convirtió en esposo de Bettel ante la ley y de paso, en “Primer Caballero” de Luxemburgo el 15 de mayo de 2015.
Por su parte, Bettel sería recordado desde entonces como el primer Mandatario gay de la UE en contraer matrimonio durante su mandato.

Eso sí, en Europa ya se había presenciado la boda de la Primera Ministra islandesa Jóhanna Sigurðardóttir (2009-2013) con la escritora Jónína Leósdóttir en 2010, también meses después que se aprobara el matrimonio igualitario en ese país.

Monsieur y monsieur

Acostumbrar al protocolar entorno político de Bettel a su matrimonio no ha sido siempre fácil. En el momento en que se casó, su boda llenó muchas páginas de revistas por el revuelo que causó la unión del Mandatario en el católico Gran Ducado de Luxemburgo.

Además, desde que ocupó su primer cargo público en 1999, en el parlamento, pasó mucho tiempo antes de que las invitaciones a eventos que le hacían a Bettel no fueran destinadas a un hombre y una mujer.

“Recibí invitaciones los primeros dos, tres, cuatro años donde ponían ‘Monsieur y Madame’. Pero ahora la gente lo tiene más claro. Si no estoy invitado con Gauthier, no voy”, ha sentenciado el Primer Ministro.

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