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Hoy se celebra el "Loving Day": Conoce la historia de amor y lucha de la pareja que lo inspira

Este 12 de junio se cumple medio siglo de la sentencia que derogó la última ley de segregación racial de Estados Unidos, un hito que se logró gracias a Richard y Mildred Loving.

12 de Junio de 2017 | 09:23 | Emol
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Mildred y Richard Loving se casaron el 11 de julio de 1958 en Washington, pero su matrimonio no era legal en su pueblo natal, en el estado de Virginia.

AP
SANTIAGO.- Héroes del amor y de los derechos civiles, así se recuerda hoy a Mildred y Richard Loving, la pareja que logró en la década de los 60 cambiar las duras leyes estadounidenses que no permitían la unión matrimonial entre personas blancas y negras.

Este 12 de junio se celebra el "Loving Day", cumpliéndose 50 años de que la Corte Superma de Estados Unidos derogara la Racial Integrity Act (Ley de Integridad Racial), una ley de 1924 que impedía los matrimonios interraciales y obligaba a que las personas fueran clasificadas en su nacimiento como blancas o de color.

Mildred y Richard vivían en Central Point, en Virginia, uno de los 24 estados que se regían por esta ley cuando quisieron contraer matrimonio.

Se conocieron cuando ella tenía solo 11 y él 17, y años más tarde empezaron a salir. Las leyes segregacionistas no les importaban, como tampoco que él fuera de ascendencia europea, de piel blanca, y ella, de piel oscura; con su padre afroamericano -en parte cherokee- y su madre de la tribu Rappahannock.

Mildred tenía 18 años cuando quedó embarazada de Richard, así que la pareja decidió casarse en 1958, y como en su estado no era posible, viajaron a Washington, creyendo inocentemente que el acta de matrimonio entregada en la capital -y con fecha 11 de julio- les serviría en su hogar.

Pasaron cinco semanas antes de que el sheriff local y dos diputados ingresaran a la fuerza a su casa en Central Point, tras recibir una denuncia anónima. Alumbrando los rostros de Mildred y Richard, le preguntaron a él que quién era la mujer con la que estaba durmiendo. "Soy su esposa", dijo Mildred, y Richard apuntó el certificado de matrimonio que habían colgado en la pared de la habitación. "Eso no es bueno aquí", contestó el sheriff y los tomó detenidos porque su "cohabitación" era contraria a la "paz y dignidad" de la comunidad.

Richard pasó una noche en la cárcel tras el arresto y su esposa, varias más. La pareja se declaró culpable de haber violado la Ley de Integridad Racial y un juez los condenó a un año de cárcel o a la posibilidad de vivir fuera de Virginia y no regresar por ningún motivo durante los próximos 25 años.

Richard y Mildred optaron por el exilio y se radicaron en Washington, no sin antes escuchar de la boca del juez que si Dios hubiera querido que blancos y negros estuvieran juntos, no los hubiera puesto en continentes distintos. "Mientras vivan, serán conocidos como delincuentes", les dijo.

La sentencia que cambió la forma de entender el amor en EE.UU.




Cambio de década. Comenzaban los 60, y los Loving rearmaban su vida junto a sus tres hijos, Donald, Peggy y Sidney, en Washington, mientras el pensamiento hippie se multiplicaba en el país, al igual que el movimiento por los derechos civiles con las consecuentes protestas y enfrentamientos con la policía.

Animada por lo que sucedía en su ciudad, y tras haber visitado a sus parientes en su pueblo natal y ser nuevamente arrestada, Mildred decidió escribirle una carta personal al entonces fiscal general de Estados Unidos, Robert. F. Kennedy, explicándole su caso y este le recomendó buscar ayuda en la American Civil Liberties Union (ACLU), considerada la mayor organización de defensa de derechos y libertades de los ciudadanos en el país.

El caso fue tomado por dos abogados de ACLU, Bernard S. Cohen y Philip J. Hirschkop, quienes solicitaron al juez de Virginia que sentenció a la pareja varios años antes, que anulara su veredicto. No era de extrañar que tal petición fuera rechazada, así que apelaron.

Cohen intentó explicarle a Richard lo complicado de la situación legal, pero el hombre solo le decía: "Dile a la corte que amo a mi esposa, y que es injusto que no pueda vivir con ella en Virginia".

El caso "Loving versus Virginia" llegó a la Corte Suprema de EE.UU., mientras la pareja acaparaba la atención mediática del país. Entrevistados entonces por la revista LIFE, Richard comentaba en 1966: "Hemos pensado en las otras personas, pero no estamos haciendo esto porque alguien tenía que hacerlo y queríamos ser nosotros. Lo estamos haciendo por nosotros".

El 12 de junio de 1967, la Corte Suprema decidió de forma unánime declarar la Ley de Integridad Racial inconstitucional, y obligó a los 16 estados que aún la tenía vigente ese año, a derogarla. Así quedaba nula la única ley de segregación racial que iba quedando en el país. Sin embargo el proceso fue lento; Alabama recién la declaró ilegal tras este fallo, en el año 2000.

"Si alguien ama a otra persona, tiene el derecho a casarse"

"No soy una persona política (…) pero defiendo la libertad de cualquiera a casarse con quien desee. De eso se trata el amor", dijo Mildred de regreso en su Central Point junto a su familia. Más adelante, antes de fallecer de neumonía el 2 mayo de 2008, sería una fiel defensora del derecho de homosexuales a contraer matrimonio.

Richard, por su parte, tenía apenas 41 años cuando murió en un accidente automovilístico en 1975, luego de chocar contra el auto de un conductor borracho. Mildred perdió un ojo en la esa colisión.

Peggy es la única hija de la pareja que aún vive. Ella, junto a los ocho nietos y once bisnietos de los Loving han visto cómo la pareja -que bien le hace honor a su apellido-, ha inspirado documentales, dos películas –una estrenada el año pasado- y a quienes luchan hoy por los derechos de igualdad, como la comunidad LGBT.

"Los miedos y prejuicios de la generación anterior se han ido y los jóvenes de hoy se dan cuenta de que si alguien ama a otra persona, tiene el derecho a casarse", dijo Mildred en una declaración pública antes de morir.