En un programa de tv, la adolescente accedió a operarse para regresar al hogar de su mamá biológica.
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SANTIAGO.- Katya Badaeva (17) se reunió con su mamá, Nadezhda, en junio de 2016. Habían pasado 16 años desde que la mujer había dejado a su hija en un orfanato en Azovsk , al suroeste de Rusia, del que la adolescente nunca más salió.
En el programa de televisión “Pust Govoriat” (déjenlos hablar) -donde organizaron el encuentro en conjunto con la gente del orfanato-, Katya se enteró que tras nacer con una deformidad en su rostro, los médicos le dijeron a Nadezhda que su hija no viviría más de un mes. O al menos esa fue la razón que la mujer le dio a su hija para explicarle por qué se había separado de ella.
Además, en el mismo espacio televisivo, Katya supo que tenía tres hermanos, que habían nacido sin complicaciones, y que su mamá estaba dispuesta a recibirla en el seno de su familia, siempre y cuando se sometiera a las operaciones necesarias para arreglar su rostro y tenerlo “normal”.
Según explicó la mujer, ella vivía en un pequeño pueblo donde la gente rechazaría a Katya si aparecía con su cara tal cual era.
El australiano Nick Vujicic, conferencista motivacional que nació sin brazos ni piernas, estaba presente en el mismo programa, y le comentó a Nadezhda que su hija la amaría sin importar nada. Con todo, y esperanzada por tener una familia, la adolescente accedió, tal como informaron diversos medios internacionales la semana pasada, incluyendo la versión rusa de Cosmopolitan.
Fueron varias las operaciones a las que se sometió, pero el 13 de junio pasado, su cuerpo no resistió más y Katya falleció en una clínica de Moscú tras presentar fallas en su corazón.
“Después de que finalizó la cirugía, Katya sufrió una repentina arritmia cardíaca y su corazón se detuvo”, señaló una vocera de la clínica rusa, Irina Makarova, citada por Daily Mail.
“No hay razones obvias que causaran esto”, agregó. “Los doctores trataron de resucitarla por dos horas y media. La autopsia mostró que su muerte no fue culpa de los médicos”.
Por su parte, la madre ha señalado que no culpa a los doctores por la muerte de Katya. “No puedo tener a mi hija de vuelta (…) Probablemente Dios le había dado solo este tiempo”, comentó.
